Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

estaban

Juec 5:5 En los días de Samgar, hijo de Anat, en los días de Jahel estaban desiertos los caminos; y los que tenían que viajar, andaban por veredas tortuosas o extraviadas.
Juec 5:16 Los de Galaad estaban en reposo a la otra parte del Jordán; y Dan atendía a sus navíos y comercio: lo mismo que Aser que habitaba en la costa del mar, y se mantenía en sus puertos.
Juec 7:11 Y cuando oyeres lo que hablan los madianitas, quedarás más animoso, y asaltarás con más confianza su campamento. Partió, pues, Gedeón, con su criado Fara, hacia aquel paraje del campamento donde estaban los centinelas del ejército enemigo.
Juec 8:10 Entretanto Zebee y Salmana estaban descansando con todo su ejército; porque de todas las tropas de los pueblos orientales habían quedado quince mil hombres, habiendo sido muertos ciento veinte mil soldados, que manejaban la espada.
Juec 8:11 Gedeón, pues, tomando el camino hacia los árabes scenitas, o que habitaban en tiendas de campaña, a la parte oriental de Nobe y Jegbaa, derrotó el campamento de los enemigos; los cuales estaban descuidados, imaginando que ya no tenían que temer nada.
Juec 9:47 Abimelec por su parte oyendo que los refugiados en la torre de Siquem estaban allí todos hacinados,
Juec 13:19 Tomó, pues, Manué un cabrito y las libaciones correspondientes, y lo puso sobre una piedra, ofreciéndoselo al Señor, que obra maravillas. Entretanto él y su mujer estaban a la mira;
Juec 15:5 las cuales encendidas, soltó las zorras a fin de que corriesen por todas partes. Se metieron luego por entre las mieses de los filisteos; e incendiadas éstas, se quemaron, así las mieses ya hacinadas como las que estaban por segar; extendiéndose tanto la llama, que abrasó hasta las viñas y los olivares.
Juec 18:3 Y conociendo por el habla o acento al joven levita, en la casa en que estaban hospedados, le preguntaron: ¿Quién te ha traído acá? ¿Qué es lo que aquí haces? ¿Cómo es que has venido a esta tierra?
Juec 18:16 Entretanto los seiscientos hombres, armados como estaban, se pusieron ante la puerta.
Juec 20:17 Por la parte de Israel, excluidos los hijos de Benjamín, se hallaron cuatrocientos mil hombres que sabían manejar las armas, y que estaban preparados para la guerra.
Juec 20:33 Entonces saliendo todos los hijos de Israel de sus puestos, se ordenaron en batalla en un sitio llamado Baaltamar. Al mismo tiempo los que estaban emboscados alrededor de la ciudad comenzaron también a dejarse ver poco a poco,
Juec 20:37 Saliendo entonces de repente los hijos de Israel de donde estaban escondidos, acuchillaron a los benjamitas que tenían delante de ellos; y entraron en la ciudad y la pasaron a cuchillo.
Juec 20:45 Los otros que habían quedado de Benjamín al ver esto, huyeron hacia el desierto, tirando a refugiarse en la peña llamada Remmón. Pero como estaban desordenados y huían dispersos, en la misma fuga fueron muertos cinco mil hombres. A los que tiraron adelante los fueron también persiguiendo, y mataron aún otros dos mil.
Juec 21:9 Y que ni aun mientras los israelitas estaban en Silo, no apareció allí ninguno de ellos.
I Rey 2:5 Los que estaban antes colmados de bienes, se han alquilado por un pedazo de pan, y los que se hallaban acosados del hambre han sido plenamente saciados. La que era estéril ha venido a ser madre de muchos hijos; y la que estaba rodeada de ellos, perdió todos sus bríos.
I Rey 4:8 ¡Ay de nosotros! No estaban, no, ayer ni antes de ayer con tanta alegría. ¡Tristes de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de ese Dios excelso? Ese es aquel Dios que castigó a Egipto con toda suerte de plagas, y que condujo a Israel por el desierto.
I Rey 5:4 Al día siguiente, levantándose también de madrugada, encontraron a Dagón tendido en tierra sobre su pecho delante del arca del Señor; mas la cabeza de Dagón y las dos manos cortadas del tronco estaban sobre el umbral de la puerta;
I Rey 5:12 Porque se difundía por todas las ciudades el terror de la muerte; y la mano de Dios descargaba terriblemente sobre ellas; pues aun los que no morían estaban llagados en las partes más secretas de las nalgas; y los alaridos de cada ciudad subían hasta el cielo.
I Rey 13:2 Y escogió tres mil hombres de Israel; de los cuales dos mil estaban con Saúl frente a Macmas, y en el monte de Betel; y otros mil con Jonatás enfrente de Gabaa de Benjamín; y despidió todo el resto del pueblo, cada uno a su casa.
I Rey 13:21 Por esto estaban embotados los filos de las rejas, y azadones, y horquilla, y hachas; y hasta para componer una aguijada había que recurrir a ellos.
I Rey 14:17 Dijo estonces Saúl a los que con él estaban: Inquirid y averiguad quién se ha salido de nuestro campamento. Habiéndolo averiguado, hallaron que faltaban Jonatás y su escudero.
I Rey 14:21 Además, los hebreos que en los días anteriores se habían pasado a los filisteos, y estaban con éstos en el campamento, se volvieron a incorporar con los israelitas que estaban con Saúl y Jonatás.
I Rey 14:21 Además, los hebreos que en los días anteriores se habían pasado a los filisteos, y estaban con éstos en el campamento, se volvieron a incorporar con los israelitas que estaban con Saúl y Jonatás.
I Rey 17:19 Mas ellos como los demás hijos de Israel estaban con Saúl, para pelear contra los filisteos, en el valle del Teberinto.
I Rey 17:21 Porque ya Israel había formado en batalla sus escuadrones, e igualmente los filisteos estaban dispuestos para la acción.
I Rey 27:8 durante los cuales salía David con su gente a hacer correrías sobre Gesuri y Gerzi y sobre los amalecitas; porque antiguamente estaban aquellas aldeas por estos pueblos desde el camino del sur hasta la tierra de Egipto.
I Rey 30:21 Llegado David a donde estaban los doscientos hombres, que de puro cansados se habían quedado y no habían podido seguirle, y a los cuales dejó mandado que descansaran en la orilla del torrente Besor, salieron éstos a recibirle a él y la tropa que le acompañaba. Luego que David estuvo cerca de ellos, los saludó con agrado.
II Rey 10:8 Salieron, pues, los amonitas, y se formaron en batalla frente a la entrada de la puerta de la ciudad; pero los siros de Soba y de Rohob, de Istob y de Maaca estaban aparte en el campo.
II Rey 11:7 y llegado Urías, le preguntó David en qué estado estaban Joab y sus tropas, y cómo iban las cosas de la guerra.
II Rey 11:16 Estando, pues Joab en el sitio de la ciudad, puso a Urías frente al puesto donde sabía que estaban los más valientes de los enemigos.
II Rey 17:17 Entretanto Jonatás y Aquímaas estaban a la mira junto a la fuente de Rogel. Fue allí una criada, y les dio el aviso, y marcharon a llevar al rey la noticia; pues ellos no podían entrar en la ciudad, para no ser vistos.
II Rey 23:9 Después de éste fue Eleazar, ahohita, hijo de su tío paterno, uno de los tres valientes que estaban con David, cuando le insultaban los filisteos, reunidos allí en Jesdomín para dar la batalla;
III Rey 1:8 Mas el otro sumo sacerdote Sadoc, y Banaías, hijo de Joíada, el profeta Natán, y Semei, y Rei, y la principal fuerza del ejército de David, no estaban por Adonías.
III Rey 5:14 los cuales envíaba al Líbano por su turno, diez mil cada mes; de modo que estaban dos meses en sus casas. Adoniram era el que cuidaba del cumplimiento de esta disposición.
III Rey 7:17 y estaban rodeados como de una red de cadenas entrelazadas entre sí con maravilloso artificio. Los dos capiteles de las columnas eran de fundición, en cada uno de los cuales había siete hileras de mallas o trenzas.
III Rey 7:19 Los capiteles puestos sobre los remates de las columnas en el pórtico, estaban labrados en forma de azucena, y eran de cuatro codos.
III Rey 7:32 Las cuatro ruedas puestas en los cuatro ángulos de la basa, estaban debajo de la basa, correspondiéndose una a otra; cada rueda tenía codo y medio de alto.
III Rey 7:34 porque aun aquellos cuatro hombrillos o zocalillos a las cuatro esquinas de cada basa estaban fundidos con la misma basa en un molde, y unidos con ella.
III Rey 7:41 es a saber, las dos columnas, y los dos cordones de los capiteles de las columnas, y las dos mallas que cubrían los dos cordones que estaban sobre las cabezas de las columnas;
III Rey 9:19 y todos los lugares que le pertenecían, y estaban sin muros, los fortificó, como también las ciudades en que tenía sus carros de guerra, y las ciudades en que estaba la tropa de a caballo; en suma acabó cuanto quiso construir en Jerusalén , y en el Líbano, y en todas las tierras de sus dominios.
III Rey 10:20 Sobre las seis gradas estaban de uno y otro lado doce leoncillos; en ningún otro reino del mundo se construyó jamás obra semejante.
III Rey 11:29 Sucedió, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén , se encontró con él en el camino Ahías, silonita, profeta, que llevaba una capa nueva; y estaban los dos solos en el campo.
III Rey 13:20 Y cuando estaban sentados a la mesa, el Señor habló al profeta que había hecho volver atrás al otro;
III Rey 15:27 Mas Baasa, hijo de Ahías, de la tribu de Isacar, le armó asechanzas, y lo mató en Gebbetón, ciudad de los filisteos, al tiempo que Nadab y todo Israel estaban sitiando esta ciudad.
IV Rey 1:9 Y destacó un capitán de cincuenta soldados, con los cincuenta que le estaban subordinados; el cual salió en busca de él; y hallándolo sentado en la cima del monte, le dijo: Varón de Dios, el rey ha mandado que bajes de ahí.
IV Rey 2:3 fueron los hijos o discípulos de los profetas que estaban allí a encontrar a Eliseo y le dijeron: ¿No sabes tú cómo hoy se llevará el Señor a tu amo? Sí que lo sé, respondió él; callad.
IV Rey 2:15 Así que vieron esto los hijos de los profetas, que habían venido de Jericó , y estaban en la orilla opuesta, dijeron: El espíritu de Elías ha reposado sobre Eliseo, y saliéndole al encuentro, le hicieron profunda reverencia postrados en tierra,
IV Rey 6:20 y entrado que hubieron en Samaria, dijo Eliseo: Señor, abre los ojos a éstos para que vean. Y les abrió el Señor los ojos, y reconocieron que estaban en medio de Samaria.
IV Rey 6:32 Estaba a la sazón Eliseo sentado en su casa, y estaban con él los ancianos o senadores. Despachó, pues, el rey un hombre para que fuera a cortarle la cabeza; y antes que llegase este enviado, dijo Eliseo a los ancianos: ¿No sabéis que ese hijo del homicida Acab ha enviado a cortarme la cabeza? Tened, pues, cuidado cuando llegare el enviado o ejecutor de tener cerrada la puerta y de no dejarlo entrar; porque ya estoy oyendo las pisadas de su señor que viene tras de él.