Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

dijo

I Rey 10:15 Le dijo su tío: Cuéntame lo que te ha dicho Samuel.
I Rey 10:18 Y dijo a los hijos de Israel: Esto dice el Señor Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de las manos de todos los reyes que os oprimían.
I Rey 11:12 Entonces dijo el pueblo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: Saúl será acaso nuestro rey? Entréganos esos hombres y los mataremos.
I Rey 11:13 Mas Saúl les dijo: Ninguno morirá en este día, ya que hoy el Señor ha salvado a Israel.
I Rey 11:14 Después dijo Samuel al pueblo: Venid y vamos a Gálgala, y confirmemos allí a Saúl en el reino.
I Rey 12:1 Entonces dijo Samuel a todo el pueblo de Israel: Ya veis que he condescendido con vosotros en todo lo que me habéis propuesto, y que os he dado un rey;
I Rey 12:6 Y dijo Samuel al pueblo: Sí, testigo me es aquel Señor que crió a Moisés y Aarón, y sacó a nuestros padres de la tierra de Egipto.
I Rey 13:11 Y le dijo Samuel: ¿Qué has hecho? Respondió Saúl: Como vi que me iba abandonando la gente, y que tú no venías en el plazo señalado, y los filisteos por una parte se habían juntado en Macmas,
I Rey 14:1 Sucedió un día que Jonatás, hijo de Saúl, dijo al joven escudero: Ven, y lleguemos hasta donde están apostados los filisteos, que es más allá de aquel lugar. Pero no dio parte de esto a su padre.
I Rey 14:12 Y algunos soldados de la guardia avanzada, se dirigieron a Jonatás y a su escudero, les dijeron: Acercaos a nosotros, que tenemos que deciros una cosa. Con esto dijo Jonatás a su escudero: Subamos, sígueme, porque el Señor los ha entregado en manos de Israel.
I Rey 14:19 Mientras Saúl estaba hablando con el sacerdote, se oyó un ruido confuso como de un gran alboroto, que viniendo de los campamentos de los filisteos, iba creciendo poco a poco y se percibía cada vez más. Entonces dijo Saúl al sacerdote: Baja tus manos, deja de consultar.
I Rey 14:33 De lo que avisaron a Saúl, diciéndole que el pueblo había pecado contra el Señor, comiendo carne con sangre. Y Saúl dijo: Habéis prevaricado, traed presto rodando aquí una gran piedra.
I Rey 14:36 Dijo después Saúl: Echémonos esta noche sobre los filisteos, y acabemos con ellos antes que amanezca, sin dejar hombre con vida. Respondió el pueblo: Haz todo lo que bien te parezca. Mas el sacerdote dijo: Acerquémonos antes aquí a consultar a Dios.
I Rey 14:38 Por lo que dijo Saúl: Haced venir aquí todos los principales del pueblo, y averiguad y ved por culpa de quién sucede hoy esto.
I Rey 14:40 Y dijo a todo Israel: Separaos vosotros a un lado, y yo con mi hijo Jonatás estaremos al otro. Y contestó el pueblo a Saúl: Haz lo que bien te pareciere.
I Rey 14:44 Le dijo Saúl: Tráteme Dios con todo el rigor de su justicia, si tú, oh Jonatás, no mueres sin remedio.
I Rey 14:45 El pueblo dijo a Saúl: ¿Conque morirá Jonatás, que acaba de salvar de un modo maravilloso a Israel? Ni hablarse debe de tal cosa. Vive el Señor que no caerá en tierra ni un solo cabello de su cabeza; porque él ha obrado este día con beneplácito y asistencia de Dios. En efecto, el pueblo libertó a Jonatás de la muerte.
I Rey 15:1 Después de esto dijo Samuel a Saúl: El Señor me envió a ungirte rey sobre su pueblo de Israel. Escucha, pues, ahora, lo que te manda el Señor.
I Rey 15:6 Y dijo a los cineos: Marchad, retiraos, y separaos de los amalecitas, no sea que os destruya con ellos; por cuanto vosotros ejercisteis la misericordia con los hijos de Israel, cuando venían de Egipto. Se retiraron, pues, los cineos de entre los amalecitas.
I Rey 15:10 Entonces habló el Señor a Samuel, y le dijo:
I Rey 15:13 Así que llegó, le dijo Saúl: Bendito seas tú del Señor; yo he cumplido con su orden.
I Rey 15:16 Samuel entonces dijo a Saúl: Permíteme hablar, y te declararé lo que me ha dicho el Señor en la noche. Habla, respondió Saúl.
I Rey 15:28 Le dijo entonces Samuel: Así el Señor ha rasgado hoy y arrancado de ti el reino de Israel, y se lo ha dado a otro mejor que tú.
I Rey 15:30 A lo que dijo Saúl: Yo he pecado; mas te ruego que me honres ahora delante de los ancianos de mi pueblo, y en presencia de Israel, y te vuelvas conmigo, a fin de que a tu lado adore al Señor Dios tuyo.
I Rey 15:32 Dijo entonces Samuel: Traedme aquí a Agag, rey de Amalec. Y le fue presentado Agag, que estaba gordísimo y temblando. Y dijo Agag: ¿Conque así me separará de todo la amarga muerte?
I Rey 16:1 Entonces dijo el Señor a Samuel: ¿Hasta cuándo has tú de llorar a Saúl, habiéndole yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno o botijo de óleo, y ven; que quiero enviarte a Isaí, natural de Betlehem; porque de entre sus hijos me he provisto de un rey.
I Rey 16:6 Así que hubieron entrado después en la sala del convite, viendo Samuel a Eliab, dijo en su interior: ¿Si será éste el que el Señor ha escogido para ungido suyo?
I Rey 16:8 Llamó después Isaí a Abinadab, y lo presentó a Samuel, el cual dijo: No es éste el escogido del Señor.
I Rey 16:9 Le trajo también a Samma, del cual dijo Samuel: Tampoco es éste el escogido del Señor.
I Rey 16:10 Así le fue presentando Isaí sus siete hijos; y le dijo Samuel: A ninguno de éstos ha elegido el Señor.
I Rey 16:18 A lo que contestando uno de los criados, dijo: Hace poco vi a un hijo de Isaí, natural de Betlehem, muy diestro en tañer el arpa, mozo muy valiente y hábil para la guerra, prudente en el hablar, y de gallarda presencia, y muy favorecido del Señor.
I Rey 17:17 En este intermedio dijo Isaí a su hijo David: Toma para tus hermanos un efi de harina de cebada y estos diez panes, y corre al campamento a llevárselos.
I Rey 17:28 Y habiéndolo oído hablar así con la gente Eliab, su hermano mayor se indignó contra él, y le dijo: ¿Por qué has venido aquí, dejando abandonadas en el desierto aquellas poquitas ovejas que tenemos? Bien conocida tengo yo tu altanería y la malicia de tu corazón. A ver la batalla es a lo que has venido.
I Rey 17:33 Mas Saúl dijo a David: No tienes tú fuerza para resistir a ese filisteo, ni para pelear contra él; pues tú eres muchacho todavía, y él es un varón aguerrido desde su mocedad.
I Rey 17:39 Ciñéndose luego David la espada de Saúl sobre su vestido de guerra, comenzó a probar si podía andar así armado; porque no estaba hecho a ello. Y dijo a Saúl: Yo no puedo caminar con esta armadura, pues no estoy acostumbrado a ella. Por lo tanto se desarmó;
I Rey 17:43 y le dijo: ¿Soy yo acaso algún perro para que vengas contra mí con un palo? Por lo que maldijo el filisteo a David, jurando por sus dioses.
I Rey 17:56 Le dijo el rey: Infórmate de quien es hijo.
I Rey 17:58 Y le dijo Saúl: Oh joven, ¿de qué familia eres? Y respondió David: Soy el hijo de vuestro siervo Isaí, natural de Betlehem.
I Rey 18:8 Semejante expresión irritó a Saúl en gran manera, y le dejó sumamente disgustado; y dijo: A David le han dado diez mil, y a mí me han dado mil, ¿qué le falta ya sino ser rey?
I Rey 18:17 Por lo que dijo Saúl a David: He aquí a Merob, mi hija mayor, voy a dártela por esposa. Tú sobre todo sé valiente, y pelea al servicio del Señor. Al mismo tiempo decía Saúl para consigo: No sea yo el que lo mate; sino sean los filisteos los que lo hagan.
I Rey 18:21 Porque dijo Saúl interiormente: Se la daré, para que sea ella la causa de su ruina, y muera a manos de los filisteos. Y así dijo Saúl a David: Por dos títulos o servicios vas a ser luego mi yerno.
I Rey 18:21 Porque dijo Saúl interiormente: Se la daré, para que sea ella la causa de su ruina, y muera a manos de los filisteos. Y así dijo Saúl a David: Por dos títulos o servicios vas a ser luego mi yerno.
I Rey 19:4 Habló, pues, Jonatás a Saúl, su padre, a favor de David, y le dijo: No hagas daño, oh rey, a David, siervo tuyo; puesto que nada malo ha obrado contra ti, antes bien te ha hecho servicios importantísimos.
I Rey 19:17 Por lo que dijo Saúl a Micol: ¿Cómo me has burlado de esta manera, y dejado escapar a mi enemigo? Y respondió Micol a Saúl: Porque él me dijo: Déjame ir, si no te mataré.
I Rey 19:17 Por lo que dijo Saúl a Micol: ¿Cómo me has burlado de esta manera, y dejado escapar a mi enemigo? Y respondió Micol a Saúl: Porque él me dijo: Déjame ir, si no te mataré.
I Rey 20:5 Le dijo David: Mira, mañana son las calendas, en que yo, según costumbre, suelo sentarme a la mesa con el rey; ahora, pues, permíteme que vaya a esconderme en el campo hasta la tarde del día tercero.
I Rey 20:12 le dijo Jonatás a David: Señor Dios de Israel si yo mañana u otro día averiguare el designio de mi padre, y resultare algo de bueno a favor de David, y no enviare luego a decírselo, y hacérselo saber,
I Rey 20:18 Le dijo más: Mañana son las calendas, y serás echado de menos;
I Rey 20:26 No dijo Saúl nada aquel día; porque pensó que tal vez le había sucedido a David el no hallarse limpio ni purificado.
I Rey 20:27 Venido el segundo día de la fiesta, se vio también desocupado el asiento de David. Entonces dijo Saúl a su hijo Jonatás: ¿Por qué no ha venido a comer ni ayer ni hoy el hijo de Isaí?