Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

cabeza

I Rey 15:17 Dijo, pues, Samuel: ¿No es verdad que siendo tú tan pequeño a tus ojos, fuiste hecho cabeza de las tribus de Israel, y que ungió el Señor para rey sobre Israel?
I Rey 17:5 Traía en su cabeza un morrión de bronce, e iba vestido de una coraza escamada, del mismo metal, que pesaba cinco mil siclos.
I Rey 17:38 Y le vistió Saúl con sus ropas o con armadura de su palacio, y le puso en la cabeza un casco de acero, y lo armó de coraza.
I Rey 17:46 Y el Señor te entregará en mis manos, y yo te mataré y cortaré tu cabeza; y daré hoy los cadáveres del campo de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, para que sepa todo el mundo que hay Dios en Israel;
I Rey 17:51 fue corriendo y se echó encima del filisteo, le quitó la espada, la desenvainó, y acabándole de matar, le cortó la cabeza. Viendo, pues, los filisteos muerto al más valiente de los suyos, echaron a huir.
I Rey 17:54 Y tomando David la cabeza del filisteo, la llevó a Jerusalén ; pero sus armas las colocó en su casa.
I Rey 17:57 Y cuando David volvió, después de haber muerto al filisteo, le tomó Abner y le presentó a Saúl, llevando David la cabeza del filisteo en la mano.
I Rey 18:25 Dijo entonces Saúl: Hablad así a David: El rey no necesita de dote para su hija; únicamente exige de ti la cabeza de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos. Pero el designio de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos.
I Rey 19:13 En seguida tomó Micol una estatua o bulto, y la puso sobre la cama de David, y le envolvió la cabeza con una piel peluda de cabra, y cubrió la estatua con la ropa de la cama.
I Rey 19:16 Llegados que fueron allí los enviados de Saúl, hallaron que en la cama sólo había una estatua o bulto, que tenía envuelta la cabeza con una piel de cabra.
I Rey 24:8 cuando se fue también David en pos de Saúl, y salido ya fuera, dio voces a espaldas de Saúl, diciendo: Mi rey y señor. Volvió Saúl la cabeza, y postrándose David hasta el suelo, le hizo una profunda reverencia.
I Rey 25:39 Y habiendo sabido David la muerte de Nabal, dijo: Bendito sea el Señor que me ha vengado de la afrenta que me hizo Nabal y que preservó a su siervo del mal que iba a hacer, y que ha hecho recaer la iniquidad de Nabal sobre su propia cabeza. Envió después David a tratar con Abigaíl sobre casarse con ella.
I Rey 26:12 Se llevó, pues, David la lanza y el jarro del agua que tenía Saúl junto a su cabeza y se fueron, sin que hubiese persona que los viese, ni sintiese, o que despertase; sino que todos dormían poseídos de un sueño profundo que el Señor les había enviado.
I Rey 31:9 Le cortaron a Saúl la cabeza, y lo despojaron de sus armas; y enviaron la noticia por todo el país de los filisteos, para que se publicara la victoria en el templo de los ídolos, y en los pueblos.
II Rey 1:2 cuando al tercer día compareció un hombre que venía del campamento de Saúl, rasgados sus vestidos y cubierta de polvo su cabeza; y acercándose a David, se postró sobre su rostro, haciéndole una profunda reverencia.
II Rey 1:10 Por lo que poniéndome sobre él lo acabé de matar; bien cierto de que no podría sobrevivir después de tal desastre. Tome la diadema de su cabeza y el brazalete de su brazo, y te lo traigo a ti, que eres mi señor.
II Rey 2:16 Y asiendo cada uno por los cabellos la cabeza de su contrario, se atravesaron mutuamente el costado con las dagas, y murieron todos a un mismo tiempo; de donde fue llamado aquel sitio Campo de los valientes de Gabaón.
II Rey 3:29 Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre; no falte jamás de la casa de Joab un flujo vergonzoso que los vuelva estériles, como ni tampoco leprosos, y hombres que lleven rueca en vez de espada, y haya siempre quienes mueran a cuchillo, y gentes que vayan mendigando el pan.
II Rey 4:7 Pues al entrar ellos dormía Isboset sobre su lecho en la cámara, donde lo mataron, y cortándole la cabeza, anduvieron toda la noche por camino desierto,
II Rey 4:8 y la presentaron a David en Hebrón diciéndole: He aquí la cabeza de Isboset, hijo de Saúl, tu enemigo, que atentaba a tu vida. Dios ha vengado hoy al rey, mi señor, de Saúl y de su linaje.
II Rey 4:12 Dio, pues, David la orden a su gente, y los mataron; y cortándoles las manos y los pies, los colgaron junto al estanque de Hebrón; pero la cabeza de Isboset la pusieron en el sepulcro de Abner en Hebrón.
II Rey 12:30 Y quitó de la cabeza de su rey la corona, que pesaba un talento de oro, y tenía piedras preciosísimas; la cual fue puesta sobre la cabeza o trono de David. Además de esto, llevó de la ciudad muchísimos despojos.
II Rey 12:30 Y quitó de la cabeza de su rey la corona, que pesaba un talento de oro, y tenía piedras preciosísimas; la cual fue puesta sobre la cabeza o trono de David. Además de esto, llevó de la ciudad muchísimos despojos.
II Rey 13:19 Entonces Tamar esparciendo ceniza sobre su cabeza, y rasgando su ropa talar, se fue dando gritos y cubriéndose con ambas manos la cabeza.
II Rey 13:19 Entonces Tamar esparciendo ceniza sobre su cabeza, y rasgando su ropa talar, se fue dando gritos y cubriéndose con ambas manos la cabeza.
II Rey 14:25 No había en todo Israel hombre tan hermoso, ni de tan gallarda presencia como Absalón; desde la coronilla de la cabeza, no había en él el menor defecto.
II Rey 14:26 Cuando se cortaba el cabello (que lo ejecutaba una vez al año, pues le incomodaba la cabellera), pesaban los cabellos de su cabeza o se apreciaban en doscientos siclos del peso común.
II Rey 15:30 Entretanto subía David la cuesta de las Olivas, y la subía llorando, caminando a pie descalzo y tapada la cabeza; e igualmente subía llorando con la cabeza tapada todo el pueblo que le acompañaba.
II Rey 15:30 Entretanto subía David la cuesta de las Olivas, y la subía llorando, caminando a pie descalzo y tapada la cabeza; e igualmente subía llorando con la cabeza tapada todo el pueblo que le acompañaba.
II Rey 15:32 Estando ya para llegar David a la cumbre del monte desde donde había de adorar al Señor, he aquí que se le presentó Cusai, araquita, con el vestido rasgado y la cabeza cubierta de polvo.
II Rey 16:9 Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: Y ¿por qué ese perro muerto ha de estar maldiciendo al rey mi señor? Iré y le cortaré la cabeza.
II Rey 18:9 Y sucedió que huyendo Absalón montando en un mulo, se encontró con la gente de David, y como se metiese el mulo debajo de una frondosa y grande encina, se le enredó a Absalón la cabeza en dicho árbol, y pasando adelante el mulo en que iba montado, quedó colgado en el aire entre el cielo y la tierra.
II Rey 19:4 El rey cubrió su cabeza, y exclamaba en alta voz: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío!
II Rey 20:21 No es esa mi intención, sino que busco a un hombre del monte de Efraín, llamado Seba, hijo de Bocri, que se ha rebelado contra el rey David; entregadnos ese hombre solo, y nos retiraremos al instante de la ciudad. Dijo entonces la mujer a Joab: Pues ahora mismo te echarán su cabeza por el muro.
II Rey 20:22 En efecto, se presentó la mujer donde estaba todo el pueblo; y les habló con tanta cordura, que cortando ellos la cabeza a Seba, hijo de Bocri, se la arrojaron a Joab; el cual tocó la retirada, y regresaron las tropas cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén , cerca del rey.
II Rey 22:44 Tú me libertarás, Señor, de las contradicciones de mi pueblo; me conservarás para que sea yo la cabeza de las naciones; un pueblo a quien no conozco me servirá.
III Rey 2:32 Y el Señor hará recaer su sangre sobre su cabeza, puesto que él asesinó a dos varones justos, y mejores que él, atravesando con su espada, sin que mi padre David lo supiese, a Abner, hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa, hijo de Jeter, general del ejército de Judá.
III Rey 2:33 Recaiga, pues, la sangre de éstos sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de sus descendientes para siempre. Mas a David y a su descendencia, a su casa y a su trono, dé el Señor paz sempiterna.
III Rey 2:33 Recaiga, pues, la sangre de éstos sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de sus descendientes para siempre. Mas a David y a su descendencia, a su casa y a su trono, dé el Señor paz sempiterna.
III Rey 2:37 porque ten entendido que en cualquier día que salieres o pasares del torrente de Cedrón perderás la vida; y tu sangre recaerá sobre tu cabeza.
III Rey 2:44 Y añadió el rey a Semei: Tú bien sabes y tu misma conciencia es testigo de todo el mal que hiciste a mi padre David. El Señor ha hecho caer sobre tu cabeza el castigo de tu maldad.
III Rey 8:32 tú estarás escuchándole desde el cielo; y harás justicia a tus siervos, condenando al impío, y haciendo caer sobre su cabeza el castigo de su mal proceder; y absolviendo al justo, y recompensándole según su justicia.
IV Rey 4:19 dijo a su padre: La cabeza me duele, me duele la cabeza. Dijo el padre a un criado: Tómalo y llévalo a su madre.
IV Rey 4:19 dijo a su padre: La cabeza me duele, me duele la cabeza. Dijo el padre a un criado: Tómalo y llévalo a su madre.
IV Rey 6:25 Y padeció Samaria una gran hambre; y duró tanto el sitio, que llegó a venderse la cabeza de un asno en ochenta monedas de plata, y un cuartillo de cebollas silvestres, en cinco monedas de plata.
IV Rey 6:31 Dijo entonces el rey: Tráteme Dios con todo el rigor de su justicia, si la cabeza de Eliseo, hijo de Safat, quedare hoy sobre sus hombros.
IV Rey 6:32 Estaba a la sazón Eliseo sentado en su casa, y estaban con él los ancianos o senadores. Despachó, pues, el rey un hombre para que fuera a cortarle la cabeza; y antes que llegase este enviado, dijo Eliseo a los ancianos: ¿No sabéis que ese hijo del homicida Acab ha enviado a cortarme la cabeza? Tened, pues, cuidado cuando llegare el enviado o ejecutor de tener cerrada la puerta y de no dejarlo entrar; porque ya estoy oyendo las pisadas de su señor que viene tras de él.
IV Rey 6:32 Estaba a la sazón Eliseo sentado en su casa, y estaban con él los ancianos o senadores. Despachó, pues, el rey un hombre para que fuera a cortarle la cabeza; y antes que llegase este enviado, dijo Eliseo a los ancianos: ¿No sabéis que ese hijo del homicida Acab ha enviado a cortarme la cabeza? Tened, pues, cuidado cuando llegare el enviado o ejecutor de tener cerrada la puerta y de no dejarlo entrar; porque ya estoy oyendo las pisadas de su señor que viene tras de él.
IV Rey 9:3 Y recogiendo la vasija de óleo, la derramarás sobre tu cabeza, diciendo: Esto dice el Señor: Yo te he ungido rey sobre Israel. Dicho esto abrirás la puerta, y huirás sin detenerte allí.
IV Rey 9:6 Al punto se levantó, y entró en un aposento, y el otro derramó el óleo sobre su cabeza, diciendo: Esto dice el Señor Dios de Israel: Yo te he ungido rey del pueblo mío de Israel.