Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

He

Amós 9:13 He aquí que vienen los tiempos, dice el Señor, en los cuales el que está aún arando verá ya detrás de sí al que siega; y aquel que pisa las uvas, verá tras de sí al que siembra. Los montes destilarán delicias, y serán cultivados todos los collados.
Jon 2:3 y después dijo: He invocado al Señor en medio de mi tribulación, y me ha escuchado benigno: he clamado desde el seno del sepulcro, y tú, ¡oh Señor!, has atendido mi voz.
Jon 2:5 Y dije: He sido arrojado lejos de la misericordiosa vista de tus ojos. Pero no; aún veré nuevamente tu santo templo.
Jon 2:7 He descendido hasta las raíces de los montes; los cerrojos o barreras de la tierra me encerraron allí dentro para siempre, mas tú, ¡oh Señor Dios mío!, sacarás mi vida, o alma, del lugar de la corrupción.
Miq 2:3 Por tanto, esto dice el Señor: He aquí que yo estoy pensando en enviar calamidades sobre esta familia, de las cuales no podréis vosotros libraros; y no andaréis ya erguidos, porque será tiempo en extremo calamitoso.
Sof 3:19 He aquí que yo quitaré la vida a todos cuantos en aquel tiempo te afligieron; y salvaré a aquella nación que claudicaba, y volveré a llamar a la que fue repudiada, y les daré gloria y fama en toda aquella tierra en que padecieron ignominia.
Zac 2:9 He aquí que levanto yo mi mano contra ellas, y serán presa de aquellos que fueron esclavos suyos; y conoceréis que el Señor de los ejércitos es el que me ha enviado.
Zac 3:4 El cual respondió y dijo a los que estaban en su presencia: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: He aquí que te he quitado de encima tu maldad, y te he hecho vestir ropas de gala.
Zac 6:12 Al cual hablarás de esta manera: Esto es lo que dice el Señor de los ejércitos: He aquí el varón cuyo nombre es Oriente , y él nacerá de sí mismo, y edificará un templo al Señor.
Zac 8:7 Esto dice el Señor de los ejércitos: He aquí que yo sacaré salvo al pueblo mío de las regiones del oriente y de las regiones del occidente.
Zac 9:4 He aquí que el Señor se hará dueño de ella y sumergirá en el mar su fortaleza, y será pábulo del fuego.
Zac 12:2 He aquí que yo haré de Jerusalén un lugar de banquete o embriaguez para todos los pueblos circunvecinos, y aun el mismo Judá acudirá al sitio contra Jerusalén .
Zac 14:1 He aquí que vienen los días del Señor, y se hará en medio de ti la repartición de tus despojos.
Mal 1:13 Y vosotros decís: He aquí el fruto de nuestro trabajo; y lo envilecéis, dice el Señor de los ejércitos, y ofrecéis la res coja y enferma, y me presentáis una ofrenda de lo que habéis robado. Pues qué, ¿he de aceptarla yo de vuestra mano?, dice el Señor.
Mal 3:1 He aquí que yo envío mi ángel, el cual preparará el camino delante de mí. Y luego vendrá a su templo el Dominador a quien buscáis vosotros, y el ángel del Testamento de vosotros tan deseado. Vedle ahí que viene, dice el Señor de los ejércitos.
Mal 4:5 He aquí que yo os enviaré el profeta Elías, antes que venga el día grande y tremendo del Señor.
Mt 11:19 Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un glotón y un vinoso, amigo de publicanos y gentes de mala vida. Pero queda la divina sabiduría justificada para con sus hijos.
Mt 23:38 He aquí que vuestra casa va a quedar desierta.
Mt 24:26 Así, aunque os digan: He aquí al Mesías que está en el desierto, no vayáis allá; o bien: Mirad que está en la parte más interior de la casa, no lo creáis.
Mc 1:2 Conforme a lo que se halla escrito en el profeta Isaías: He aquí que despacho yo mi ángel o enviado ante tu presencia, el cual irá delante de ti preparándote el camino:
Lc 1:38 Entonces dijo María: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y en seguida el ángel desapareciendo se retiró de su presencia.
Lc 7:34 Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe y decís: He aquí un hombre voraz y bebedor, amigo de publicanos y de gentes de mala vida.
Lc 9:40 He rogado a tus discípulos que le echen, mas no han podido.
Lc 13:35 ¡Pueblo ingrato!: He aquí que vuestra morada va a quedar desierta. Y os declaro que ya no me veréis más, hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor!
Lc 14:18 Y empezaron todos como de concierto a excusarse. El primero le dijo: He comprado una granja, y necesito salir a verla, te ruego que me des por excusado.
Lc 14:19 El segundo dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas; dame, te ruego, por excusado.
Jn 1:15 De él da testimonio Juan, y clama diciendo: He aquí aquel de quien yo os decía: El que ha de venir después de mí, ha sido preferido a mí; por cuanto era antes que yo.
Jn 1:29 Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a encontrarle, y dijo: He aquí el cordero de Dios, ved aquí el que quita los pecados del mundo.
Jn 1:36 Y viendo a Jesús que pasaba, dijo: He aquí el cordero de Dios.
Jn 1:47 Vio ¿Jesús venir hacia sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien ni hay doblez ni engaño.
Jn 12:19 En vista de lo cual se dijeron unos a otros los fariseos. ¿Véis cómo no adelantamos nada? He aquí que todo el mundo se va con él.
Jn 17:12 Mientras estaba yo con ellos, yo los defendía en tu Nombre. He guardado los que tú me diste y ninguno de ellos se ha perdido sino el hijo de la perdición, cumpliéndose así la Escritura.
Jn 19:4 Ejecutado esto, salió Pilatos de nuevo afuera, y les dijo: He aquí que os le saco fuera, para que reconozcáis que yo no hallo en él delito ninguno.
Jn 20:18 Fue, pues, María Magdalena a dar parte a los discípulos, diciendo: He visto al Señor, y me ha dicho esto.
Hech 1:1 He hablado en mi primer libro, ¡oh Teófilo!, de todo lo más notable que hizo y enseñó Jesús , desde su principio ,
Hech 5:9 Entonces Pedro le dijo: ¿Por qué os habéis concertado para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los que enterraron a tu marido; y ellos mismos te llevarán a enterrar.
Hech 13:22 Y removido éste, les dio por rey a David, a quien abonó diciendo: He hallado a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos.
Rom 9:13 El mayor ha de servir al menor, como en efecto está escrito: He amado más a Jacob , y he aborrecido a Esaú.
I Cor 4:8 He aquí que vosotros estáis ya satisfechos, hechos ya ricos; sin nosotros estáis reinando; y quiera a Dios que en efecto reinéis, para que así nosotros reinemos también con vosotros.
I Cor 6:15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son parte de Cristo nuestra cabeza? ¿He de abusar yo de los miembros de Cristo , para hacerlos miembros de una prostituta? No lo permita Dios.
II Cor 11:8 He despojado, por decirlo así, a otras iglesias, recibiendo de ellas las asistencias de que necesitaba para serviros a vosotros.
II Cor 12:14 He ahí que es ésta la tercera vez que me dispongo para ir a veros, y tampoco os ocasionaré molestia. Porque a vosotros os busco yo, no vuestros bienes; atento a que no son los hijos los que deben atesorar para los padres, sino los padres para los hijos.
II Tim 4:7 He combatido con valor, he concluido la carrera, he guardado la fe.
Heb 2:13 Y en otra parte: Yo pondré en él toda mi confianza. Item: He aquí, yo y mis hijos, que Dios me ha dado.
Heb 8:8 Sin embargo, culpándolos dice a los prevaricadores de la ley antigua: He aquí que vendrán días, dice el Señor, en que otorgaré a la casa de Israel y a la casa de Judá un Testamento o alianza nueva;
Heb 10:16 He aquí la alianza que yo asentaré con ellos, dice el Señor, después de aquellos días imprimiré mis leyes en sus corazones y las escribiré sobre sus almas;
Sant 4:13 Tú, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo? He aquí que vosotros andáis diciendo: Hoy o mañana iremos a tal ciudad, y pasaremos allí un año, y negociaremos y aumentaremos el caudal.
Apoc 3:8 Yo conozco tus obras. He aquí que puse delante de tus ojos abierta una puerta que nadie podrá cerrar; porque aunque tú tienes poca fuerza, o virtud, con todo, has guardado mi palabra o mis mandamientos, y no negaste mi Nombre.
Apoc 3:20 He aquí que estoy a la puerta de tu corazón, y llamo; si alguno escuchare mi voz y me abriere la puerta, entraré a él, y con él cenaré, y él conmigo.
Apoc 12:10 Entonces oí una voz sonora en el cielo que decía: He aquí el tiempo de salvación, de la potencia, y del reino de nuestro Dios, y del poder de su Cristo ; porque ha sido ya precipitado del cielo el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba día y noche ante la presencia de nuestro Dios.