Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

espada

Ezeq 30:22 Por tanto esto dice el Señor Dios: Heme aquí contra el faraón, rey de Egipto, y desmenuzaré su brazo que era robusto pero está ya quebrado; y haré caer de su mano la espada,
Ezeq 30:24 Y daré vigor a los brazos del rey de Babilonia, y pondré en su mano mi espada; y romperé los brazos del faraón, y prorrumpirán en grandes gemidos los de su pueblo que serán muertos en su presencia.
Ezeq 30:25 Y esforzaré los brazos del rey de Babilonia, y quedarán como lisiados los del faraón; y conocerán que yo soy el Señor cuando haya puesto mi espada en manos del rey de Babilonia, y él la habrá desenvainado contra la tierra de Egipto.
Ezeq 31:17 Porque ellos descendieron también con él al infierno con los que perecieron al filo de la espada; los cuales siendo como el brazo del rey estaban bajo su sombra entre las naciones.
Ezeq 32:10 Y haré que queden atónitas de tu desgracia muchas naciones; y que sus reyes tiemblen por causa de ti, poseídos de sumo espanto, cuando mi espada comience a relumbrar delante de sus ojos; y todos de repente se pondrán a temblar por su vida en el día de tu ruina.
Ezeq 32:11 Porque esto dice el Señor Dios: Vendrá sobre ti la espada del rey de Babilonia.
Ezeq 32:20 Perecerán ellos en medio de todos los demás, pasados a cuchillo; la espada ha sido entregada por Dios a los caldeos, y han aterrado a Egipto y a todos sus pueblos.
Ezeq 32:21 Desde en medio del infierno le dirigirán la palabra los campeones más poderosos que descendieron allí con sus auxiliares, y perecieron incircuncisos al filo de la espada.
Ezeq 32:22 Allí está Asur y todo su pueblo, sepultado alrededor de él; todos estos fueron muertos, al filo de la espada perecieron.
Ezeq 32:28 Pues tú también serás hollado en medio de los incircuncisos, y dormirás con aquellos que perecieron al filo de la espada.
Ezeq 32:30 Allí están los príncipes todos del septentrión y todos los tiranos, los cuales, junto a los que perecieron al filo de la espada, han sido llevados allí despavoridos y humillados a pesar de toda su valentía; quienes durmieron incircuncisos entre aquellos que fueron pasados a cuchillo, y llevaron su propia ignominia como los que bajaron a la fosa.
Ezeq 32:32 Porque yo derramaré mi terror sobre la tierra de los vivos; y en medio de los incircuncisos, con aquellos que perecieron al filo de la espada, allí fue el faraón a dormir con todo su pueblo, dice el Señor Dios.
Ezeq 33:2 Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y les dirás: Cuando yo envíe la espada de la guerra sobre algún país, y el pueblo de aquel país destinare un hombre de entre los ínfimos de sus moradores, y lo pusiere por centinela suyo;
Ezeq 33:3 y este centinela, viendo venir la espada enemiga hacia el país, sonare la bocina y avisare al pueblo;
Ezeq 33:4 si aquel, quienquiera que sea, que oye el sonido de la bocina no se pone a salvo, y llega la espada y lo mata, su muerte sólo se imputará a él mismo,
Ezeq 33:6 Mas si el centinela viera venir la espada y no sonare la bocina, y el pueblo no se pusiere a salvo, y llegare la espada, y quitare la vida a alguno de ellos, éste verdaderamente por su pecado padece la muerte, mas yo demandaré la sangre de él centinela.
Ezeq 33:6 Mas si el centinela viera venir la espada y no sonare la bocina, y el pueblo no se pusiere a salvo, y llegare la espada, y quitare la vida a alguno de ellos, éste verdaderamente por su pecado padece la muerte, mas yo demandaré la sangre de él centinela.
Ezeq 33:26 Habéis tenido siempre la espada en la mano, habéis cometido mil abominaciones, cada cual de vosotros ha seducido la mujer de su prójimo: ¿y seréis herederos y poseedores de la tierra?
Ezeq 33:27 Les dirás también: El Señor Dios dice lo siguiente: Juro yo que aquellos que habitan entre las ruinas de Jerusalén perecerán al filo de la espada; aquellos que están en la campiña serán entregados a las fieras para que los devoren; y los que moran en lugares fuertes y en las cavernas, morirán de peste.
Ezeq 35:5 Por cuanto has sido enemiga eterna, y has perseguido espada en mano a los hijos de Israel en el tiempo de su aflicción, en el tiempo de su extrema calamidad,
Ezeq 38:8 Pues al cabo de muchos días serás tú visitado y castigado; al fin de los años irás tú a una tierra, que fue librada de la espada, y cuya población ha sido recogida de entre muchas naciones en los montes de Israel, que estuvieron por mucho tiempo desiertos; esta gente ha sido sacada de entre las naciones, y morará toda en dicha tierra tranquilamente.
Ezeq 38:21 Y llamaré contra él en todos mis montes la espada, dice el Señor Dios, cada uno dirigirá la espada contra su propio hermano.
Ezeq 38:21 Y llamaré contra él en todos mis montes la espada, dice el Señor Dios, cada uno dirigirá la espada contra su propio hermano.
Ezeq 38:22 Y lo castigaré con la peste, y con la espada, y con furiosos aguaceros y terribles piedras; fuego y azufre lloveré sobre él, y sobre su ejército, y sobre los muchos pueblos que van con él.
Ezeq 39:23 Y las naciones entenderán que los de la casa de Israel en castigo de sus maldades fueron llevados cautivos, porque me abandonaron, y yo aparté de ellos mi rostro, y los entregué en poder de los enemigos, con lo cual perecieron todos al filo de la espada.
Dan 11:33 Y los sabios del pueblo iluminarán a mucha gente, haciéndose víctima de la espada, del fuego, del cautiverio y de la rapiña o saqueo, que durará muchos días.
Dan 13:59 A lo que repuso Daniel: Ciertamente que también tú mientes en daño tuyo; pues el ángel del Señor te está esperando con la espada en la mano, para partirte por medio y matarte.
Dan 14:25 Y así, dame, ¡oh rey!, licencia, y mataré a la serpiente sin espada ni palo. Y le dijo el rey: Yo te la doy.
Os 7:16 Quisieron volver a vivir sin el yugo de mi ley, se asemejaron a un arco falso. Perecerán sus príncipes al filo de la espada en castigo de su furiosa e impía lengua. Tal fue ya el escarnio que de mí hicieron en tierra de Egipto.
Os 11:6 La espada ha comenzado a recorrer sus ciudades, y consumirá la flor de sus habitantes, y devorará sus caudillos.
Os 13:16 ¡Oh!, mal haya Samaria por haber exasperado a su Dios, perezcan todos al filo de la espada; sean estrellados contra el suelo sus niños, y abiertos los vientres de sus mujeres preñadas.
Amós 1:11 Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Edom, ya no la convertiré, o perdonaré; porque ha perseguido espada en mano a su hermano Israel, y le ha negado la compasión que le debía tener, conservando contra él hasta el fin su odio reconcentrado y su indignación.
Amós 4:10 Envié la mortandad contra vosotros en la jornada de Egipto; a vuestra juventud la hice morir al filo de la espada, y fueron cogidos hasta vuestros mismos caballos; el olor de los cadáveres de vuestro campamento lo hice llegar a vuestras narices, y no por eso os convertisteis a mí, dice el Señor.
Amós 7:9 Serán demolidos los lugares altos del ídolo, y arrasados los santuarios de Israel, y echaré mano de la espada contra la casa de Jeroboam.
Amós 7:11 Porque de esta manera habla Amós: Jeroboam morirá al filo de la espada; e Israel será llevado cautivo fuera de su país.
Amós 9:1 Yo vi al Señor que estaba sobre el altar, y dijo: Hiere el quicio o umbral, y se conmoverán los dinteles. Porque no hay nadie que no esté dominado de la avaricia; y yo haré morir al filo de la espada hasta el último de ellos, sin que haya quien pueda escapar; huirán, y ninguno de los que huyeren se salvará.
Amós 9:4 Y cuando sean llevados al cautiverio delante de sus enemigos, allí a mi orden los matará la espada; y fijaré mis ojos sobre ellos, pero para daño suyo, y no para su bien.
Miq 4:3 Y juzgará el Señor muchos pueblos, y corregirá o castigará naciones poderosas, hasta las más remotas; las cuales convertirán sus espadas en rejas de arados y sus lanzas en azadones; una nación no empuñará la espada contra otra, ni estudiarán ya más el arte de guerrear.
Miq 5:6 Y gobernarán la tierra de Asur con la espada, y la tierra de Nemrod con sus lanzas; y él nos librará del asirio cuando éste haya venido a nuestra tierra y devastado nuestros términos.
Miq 6:14 Comerás y no te saciarás; y en medio de ti estará la causa de tu calamidad. Tendrás fecundidad, mas no salvarás a tus hijos; y si los salvares, yo los haré perecer al filo de la espada.
Nah 2:13 Pues heme aquí contra ti, dice el Señor de los ejércitos. Yo reduciré a humo tus carros de guerra, y la espada devorará tus jóvenes o vigorosos leones, y arrancaré de la tierra tus rapiñas, y no se oirá ya más la voz blasfema de tus embajadores.
Nah 3:15 Entonces serás devorada por el fuego; perecerás al filo de la espada, la cual te devorará, como el pulgón a la hierba, aunque reúnas gente en tanto número como el pulgón y la langosta.
Sof 2:12 Vosotros, oh etíopes, caeréis también bajo el filo de mi espada.
Ag 2:23 y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré el poder del reino de las gentes, y volcaré los carros de guerra, y los que van sobre ellos, y caerán muertos los caballos y los que los montan, cada uno bajo el filo de la espada de su hermano.
Zac 9:13 Porque yo he hecho de Judá como un arco tendido para mi servicio, y como un arco tendido es también para mí Efraín; y a tus hijos, ¡oh Sión!, les daré yo valor sobre los hijos tuyos, ¡oh Grecia!, y te haré irresistible como la espada de los valientes.
Zac 11:17 ¡Oh pastor, más bien fantasma de pastor, que desamparas la grey! La espada de la divina venganza le herirá en el brazo y en su ojo derecho, su brazo se secará y quedará árido; y cubierto de tinieblas, su ojo derecho se oscurecerá.
Zac 13:7 ¡Oh espada!, desenváinate contra mi pastor y contra el varón unido conmigo, dice el Señor de los ejércitos; hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y extenderé mi mano sobre los párvulos.
I Mac 2:9 Sus vasos preciosos han sido saqueados y llevados fuera; despedazados por las plazas sus ancianos, y muertos al filo de la espada enemiga sus jóvenes.
I Mac 3:3 Y dio Judas nuevo lustre a la gloria de su pueblo; se revistió cual gigante o campeón la coraza, se ciñó sus armas para combatir, y protegía con su espada todo el campamento.
I Mac 3:12 Se apoderó en seguida de sus despojos, reservándose Judas para sí la espada de Apolonio; de la cual se servía siempre en los combates.