Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

entonces

Juec 7:2 Dijo entonces el Señor a Gedeón: Mucha gente tienes contigo: no será Madián entregado en manos de ella, porque no se gloríe contra mí Israel, y diga: Mi valor me ha libertado.
Juec 8:20 Dijo entonces a Jeter su primogénito: Anda, ve y mátalos. Mas Jeter no sacó la daga porque tenía miedo, siendo como era muchacho.
Juec 10:15 Dijeron entonces al Señor los hijos de Israel: Hemos pecado: haz tú de nosotros lo que te agradare: líbranos solamente ahora de nuestros opresores.
Juec 13:15 Dijo entonces Manué al ángel del Señor: Te ruego condesciendas con mis súplicas, y que te aderecemos un cabrito.
Juec 15:19 El Señor entonces abrió una fuente por entre una muela de la quijada del asno, y brotaron aguas de ella, de las que habiendo bebido, regocijó su espíritu, y recobró las fuerzas. Por eso es llamado aquel lugar hasta hoy, Fuente del que invocó a Dios en Lequí.
Juec 16:3 Sansón durmió hasta la medianoche; y entonces levantándose fue y arrancó las dos hojas de la puerta de la ciudad con sus pilares y cerrojos o barras, y echándoselas a cuestas, se las llevó a la cima del monte que mira hacia Hebrón.
Juec 16:15 Le dijo entonces Dalila: ¿Cómo puedes decir que me amas, cuando tu corazón no está unido conmigo? Por tres veces me has mentido, no queriendo decirme en qué consiste tu grandísima fuerza.
Juec 18:1 En aquellos días no había rey o supremo magistrado en Israel; y la tribu de Dan andaba buscando más tierra donde habitar; porque hasta entonces no había podido ponerse en posesión de toda la que le había tocado por suerte como a las demás tribus.
Juec 18:5 Le rogaron entonces que consultara al Señor para que pudieran saber si su viaje sería feliz, y llegaría a efectuarse su empresa.
Juec 19:6 Con eso se sentaron juntos, y comieron y bebieron. Dijo entonces el suegro a su yerno: Te ruego que te quedes hoy todavía aquí, y pasemos el día juntos alegremente.
Juec 20:37 Saliendo entonces de repente los hijos de Israel de donde estaban escondidos, acuchillaron a los benjamitas que tenían delante de ellos; y entraron en la ciudad y la pasaron a cuchillo.
Juec 21:14 Vinieron, pues, entonces los hijos de Benjamín, y se les dieron por mujeres las doncellas de Jabes-Galaad, mas no hallaron otras que poderles dar a este modo.
Rut 2:8 Dijo entonces Booz a Rut: Oye, hija, no vayas a otra heredad a espigar, ni te apartes de este sitio, sino júntate con mis muchachas,
Rut 2:10 Ella entonces, inclinando su rostro hasta tierra, le hizo una profunda reverencia, y dijo: ¿De dónde a mí tanta dicha, que haya encontrado gracia en tus ojos, y te dignes tratarme con tanta bondad, siendo yo una mujer extranjera?
Rut 3:18 Dijo entonces Noemí: Espera, hija mía, hasta que veamos en qué para la cosa. Porque Booz es hombre honrado, que no parará hasta que cumpla lo que te ha prometido.
I Rey 1:3 Subía este hombre desde su ciudad a Silo en los días señalados a adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos. Allí residían entonces los dos hijos de Helí: Ofni y Finees, sacerdotes del Señor.
I Rey 1:18 Le respondió Ana: ¡Ojalá tu sierva halle gracia en tus ojos! Se fue la mujer a su posada, y tomó alimento, y desde entonces ya no se vio melancólico su semblante.
I Rey 3:7 Y es que Samuel no conocía todavía la voz del Señor, pues hasta entonces no le había sido revelada la palabra del Señor.
I Rey 3:10 Vino entonces el Señor, y llegándose a Samuel, le llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! A lo que respondió Samuel: Hablad Señor que vuestro siervo os escucha.
I Rey 4:14 Helí, oído el clamor general, dijo: ¿Qué ruido tumultuoso es ese? Llegó entonces aquel hombre a toda prisa a Helí, y le dio la noticia.
I Rey 6:3 Si remitís el arca del Dios de Israel, no habéis de remitirla vacía; sino pagadle con algún presente lo que debéis por el pecado, y entonces sanaréis; y conoceréis por qué la mano de Dios no cesa de castigaros.
I Rey 6:6 ¿Por qué endurecéis vuestros corazones, como endurecieron el suyo Egipto y el faraón? ¿No es así que después de haber sido castigado con varias plagas, entonces soltó a los israelitas, para que se fuesen?
I Rey 7:13 Quedaron entonces humillados los filisteos, y ya no se atrevieron a venir más a las tierras de Israel. Así, pues, la mano del Señor se hizo sentir sobre los filisteos mientras vivió Samuel.
I Rey 8:18 Por lo que alzaréis el grito en aquel día a causa del rey que os elegisteis, y entonces el Señor no querrá oír vuestros clamores, porque vosotros mismos pedisteis tener un rey.
I Rey 9:7 Dijo entonces Saúl a su criado: Bien está, iremos; pero, ¿qué presente llevaremos al varón de Dios? No hay ya pan en nuestras alforjas, ni tenemos dinero ni cosa alguna que darle.
I Rey 9:9 (Antiguamente en Israel todos los que iban a consultar a Dios, solían hablar así: Venid, y vamos al vidente. Pues el que se llama profeta, se llamaba entonces vidente.)
I Rey 9:24 Sacó entonces el cocinero una espaldilla, y la puso delante de Saúl y dijo Samuel: Mira, eso quedó reservado, tómalo y come, puesto que a propósito lo he hecho reservar para ti, cuando he convidado al pueblo. Y comió Saúl con Samuel aquel día.
I Rey 10:24 Dijo entonces Samuel a todo el pueblo: Ya véis a quien ha elegido el Señor, y que no hay en todo el pueblo uno semejante a él. Y gritó todo el pueblo, diciendo: ¡Viva el rey!
I Rey 12:12 Pero viendo que Naas, rey de los amonitas, marchaba contra vosotros, me dijisteis: No será como hasta aquí, sino que nos mandará un rey, siendo así que era entonces el mismo Señor Dios vuestro el que reinaba en medio de vosotros.
I Rey 12:14 Con todo si temiereis al Señor, y le sirviereis, y escuchareis su voz, y no fuereis rebeldes a sus palabras, entonces, así vosotros como el rey que os gobierna, seréis dichosos siguiendo al Señor Dios vuestro.
I Rey 12:20 Dijo entonces Samuel al pueblo: No temáis; vosotros es verdad habéis cometido todos esos pecados; sin embargo no os apartéis del camino del Señor, sino servidle de todo vuestro corazón,
I Rey 14:24 Se reunieron entonces los israelitas; y Saúl juramentó al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que probare bocado antes de la noche, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos. Y toda la gente se abstuvo de comer.
I Rey 14:41 Dijo entonces Saúl al Señor Dios de Israel: Oh Señor Dios de Israel, danos a entender, ¿por qué causa no has hoy respondido a tu siervo? Si la culpa está en mí o en Jonatás, mi hijo, decláralo; pero si tu pueblo es el culpado, manifiesta tu santidad. Y cayó la suerte sobre Jonatás y Saúl, quedando libre el pueblo.
I Rey 14:42 Dijo entonces Saúl: Echad suertes entre mí y Jonatás, mi hijo. Y salió Jonatás.
I Rey 15:16 Samuel entonces dijo a Saúl: Permíteme hablar, y te declararé lo que me ha dicho el Señor en la noche. Habla, respondió Saúl.
I Rey 15:22 Dijo entonces Samuel: ¿Por ventura el Señor no estima más que los holocaustos y las víctimas, el que se le obedezca a su voz? La obediencia vale más que los sacrificios, y el ser dócil importa más que el ofrecer la grasa de los carneros.
I Rey 15:28 Le dijo entonces Samuel: Así el Señor ha rasgado hoy y arrancado de ti el reino de Israel, y se lo ha dado a otro mejor que tú.
I Rey 15:32 Dijo entonces Samuel: Traedme aquí a Agag, rey de Amalec. Y le fue presentado Agag, que estaba gordísimo y temblando. Y dijo Agag: ¿Conque así me separará de todo la amarga muerte?
I Rey 16:12 Envió por él Isaí, y se lo presentó. Era David un joven rubio de gallarda presencia y hermoso rostro. Dijo entonces el Señor: Ea, úngele, porque ése es.
I Rey 18:3 Y contrajeron entonces David y Jonatás una gran amistad; pues amaba éste a David como a sí mismo.
I Rey 18:9 Por este motivo, desde entonces en adelante ya no miraba con buenos ojos a David.
I Rey 18:25 Dijo entonces Saúl: Hablad así a David: El rey no necesita de dote para su hija; únicamente exige de ti la cabeza de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos. Pero el designio de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos.
I Rey 20:22 Si yo dijere al muchacho: Mira que las saetas están más acá de ti, cógelas; tú entonces ven a mí, pues es señal de que estás seguro, y vive el Señor que no hay que temer. Mas si dijere yo al criado: Mira, las saetas están más allá de ti, vete en paz, pues el Señor quiere que te retires.
I Rey 22:13 Dijo entonces Saúl a Aquimelec: Oye, hijo de Aquitob. El cual respondió: ¿Qué es lo que mandas, señor?
I Rey 23:19 Renovaron entonces los dos su alianza en presencia del Señor; y David se quedó en el bosque, pero Jonatás volvió a su casa.
I Rey 23:25 Con esto se despidieron, y volvieron a Zif delante de Saúl. Estaban entonces David y su gente en el desierto de Maón, y se quedó allí. Enterado de ello Saúl, fue en persecución de David en el desierto de Maón.
I Rey 25:1 Habiendo muerto Samuel, se congregó todo Israel a celebrar con lágrimas sus exequias, y lo sepultaron en el sepulcro de su casa en Rámata. David entonces pasó al desierto de Farán.
I Rey 25:2 A la sazón vivía un hombre en el desierto de Maón, que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual era sumamente rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Cabalmente hacía entonces esquilar sus rebaños en el Carmelo.
I Rey 26:8 Dijo entonces Abisai a David: Dios ha puesto hoy en tus manos a tu enemigo; ahora, pues, voy a clavarlo en tierra de una sola lanzada, y no será menester repetir golpe.
I Rey 28:7 Dijo entonces Saúl a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de Pitón, e iré a encontrarla, y a consultar al espíritu por medio de ella. Le respondieron sus criados: En Endor hay una mujer que tiene espíritu pitónico.