Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Absalón

II Rey 16:17 Le respondió Absalón: ¿Y ésta es la gratitud tuya para con tu amigo? ¿Cómo no has ido a acompañar a tu amigo?
II Rey 16:20 Dijo entonces Absalón a Aquitofel: Tratad entre los dos qué es lo que debemos hacer.
II Rey 16:21 Y dijo Aquitofel a Absalón: Abusa de las mujeres de tu padre, las cuales dejó para guardar su palacio; a fin de que sabiendo todo Israel que has hecho esta afrenta a tu padre, se comprometan más en su partido.
II Rey 16:22 Levantaron, pues, un pabellón para Absalón en el terrado del palacio; y a vista de todo Israel fue a estar con las mujeres secundarias de su padre.
II Rey 16:23 Los consejos que daba Aquitofel eran mirados entonces como oráculos del mismo Dios; tan estimados eran los consejos de Aquitofel, así cuando estaba al lado de David, como cuando estaba con Absalón.
II Rey 17:1 Dijo, pues, Aquitofel a Absalón: Escogeré doce mil hombres, y partiré esta noche a perseguir a David;
II Rey 17:4 Pareció bien a Absalón y a todos los ancianos de Israel este pensamiento de Aquitofel.
II Rey 17:5 No obstante dijo Absalón: Llamad a Cusai y Araqui, y oigamos también su dictamen.
II Rey 17:6 Venido que fue Cusai a la presencia de Absalón, le dijo éste: Tal es el parecer que ha dado Aquitofel; ¿debemos seguirlo o no? ¿Qué consejo das tú?
II Rey 17:7 Respondió Cusai a Absalón: Por esta vez no me parece bueno el consejo de Aquitofel.
II Rey 17:9 A esta hora estará tal vez escondido en las cavernas, u otro lugar que habrá escogido, y si al primer choque cayere alguno de los nuestros, se publicará luego por todas partes que el ejército que sigue a Absalón ha sido derrotado.
II Rey 17:14 Dijo entonces Absalón, con todos los ancianos de Israel: Mejor es el consejo de Cusai, araquita que el de Aquitofel. Así por disposición del Señor fue disipado el consejo de Aquitofel; que era para ellos el más acertado; porque el Señor quería descargar todo el mal sobre Absalón.
II Rey 17:14 Dijo entonces Absalón, con todos los ancianos de Israel: Mejor es el consejo de Cusai, araquita que el de Aquitofel. Así por disposición del Señor fue disipado el consejo de Aquitofel; que era para ellos el más acertado; porque el Señor quería descargar todo el mal sobre Absalón.
II Rey 17:15 En seguida dijo Cusai a los sumos sacerdotes Sadoc y Abiatar: Esto y esto ha aconsejado Aquitofel a Absalón y a los ancianos de Israel; y yo le he aconsejado esto otro.
II Rey 17:18 Con todo, los vio un muchacho, y los delató a Absalón; mas ellos a toda prisa se metieron en la casa de cierto vecino de Bahurim, la cual tenía un pozo en su patio y se escondieron en él.
II Rey 17:20 Y habiendo llegado los criados de Absalón a la casa, preguntaron a la mujer: ¿Dónde están Aquímaas y Jonatás? Les respondió: Pasaron de corrida, sin hacer más que beber un poco de agua. Con eso los que buscaban, no encontrándolos, se volvieron a Jerusalén .
II Rey 17:24 David llegó a los campamentos; y Absalón pasó después el Jordán, seguido de todo Israel.
II Rey 17:25 Dio Absalón el mando del ejército a Amasa, en lugar de Joab, que seguía el partido de David. Era Amasa hijo de un varón natural de Jezrael, llamado Jetra, el cual había casado con Abigaíl, hija de Naas, padre de David, y hermano de Sarvia, madre de Joab.
II Rey 17:26 Acampó Israel con Absalón en tierra de Galaad.
II Rey 18:5 Entonces dio a Joab, a Abisai y a Etai esta orden: Conservadme a mi hijo Absalón. Y oyó todo el ejército que el rey recomendaba a todos los caudillos que conservasen a Absalón.
II Rey 18:5 Entonces dio a Joab, a Abisai y a Etai esta orden: Conservadme a mi hijo Absalón. Y oyó todo el ejército que el rey recomendaba a todos los caudillos que conservasen a Absalón.
II Rey 18:9 Y sucedió que huyendo Absalón montando en un mulo, se encontró con la gente de David, y como se metiese el mulo debajo de una frondosa y grande encina, se le enredó a Absalón la cabeza en dicho árbol, y pasando adelante el mulo en que iba montado, quedó colgado en el aire entre el cielo y la tierra.
II Rey 18:9 Y sucedió que huyendo Absalón montando en un mulo, se encontró con la gente de David, y como se metiese el mulo debajo de una frondosa y grande encina, se le enredó a Absalón la cabeza en dicho árbol, y pasando adelante el mulo en que iba montado, quedó colgado en el aire entre el cielo y la tierra.
II Rey 18:10 Lo vio uno, y avisó a Joab, diciendo: He visto a Absalón colgado de una encina.
II Rey 18:12 Pero él replicó a Joab: Aunque pusieras en mi mano mil monedas de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; pues que, oyéndolo nosotros, te mandó el rey a ti, y a Abisai, y a Etai diciendo: Conservadme a mi hijo Absalón.
II Rey 18:14 Dijo Joab: No será lo que dices; yo mismo lo he de atravesar a tu vista. Cogió, pues, tres dardos o rejones en su mano, y los clavó en el corazón de Absalón; y como todavía palpitase colgado de la encina,
II Rey 18:17 A Absalón lo descolgaron, y lo echaron en una gran hoya, en el bosque, formando sobre él un elevadísimo montón de piedras. Mientras tanto todo Israel huyó, cada uno a su casa.
II Rey 18:18 Absalón, cuando aún vivía, se había erigido un monumento que se conserva en el Valle del Rey, porque decía: Ya que no tengo hijos, esto servirá para memoria de mi nombre. Dio, pues, su nombre a este monumento, el cual se llama aún hasta hoy día: La mano de Absalón.
II Rey 18:18 Absalón, cuando aún vivía, se había erigido un monumento que se conserva en el Valle del Rey, porque decía: Ya que no tengo hijos, esto servirá para memoria de mi nombre. Dio, pues, su nombre a este monumento, el cual se llama aún hasta hoy día: La mano de Absalón.
II Rey 18:29 Y dijo el rey: ¿Está vivo y sano mi hijo Absalón? Le respondió Aquímaas: Cuando Joab, tu siervo, me envió a ti, oh rey, vi que se había levantado un gran tumulto; no sé otra cosa.
II Rey 18:32 Mas el rey preguntó a Cusi: ¿Está vivo y sano mi hijo Absalón? Le respondió Cusi: Tengan la suerte de ese joven los enemigos del rey, mi señor, y cuántos se levantaren contra él para dañarle.
II Rey 18:33 Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
II Rey 18:33 Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
II Rey 18:33 Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
II Rey 18:33 Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
II Rey 19:4 El rey cubrió su cabeza, y exclamaba en alta voz: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío!
II Rey 19:4 El rey cubrió su cabeza, y exclamaba en alta voz: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío!
II Rey 19:6 Amas a los que te aborrecen, y aborreces a los que te aman, y hoy has mostrado que nada se te da de tus capitanes, ni de tus soldados; y verdaderamente acabo de conocer ahora que si Absalón viviese y todos nosotros hubiésemos perecido, entonces estarías contento.
II Rey 19:9 Además todo el pueblo esparcido por todas las tribus de Israel, a competencia decía: El rey nos libró del poder de nuestros enemigos, él nos salvó de las manos de los filisteos; y ahora ha tenido que huir de esta tierra por causa de Absalón.
II Rey 19:10 Y pues que Absalón, a quien ungimos por nuestro rey, ha muerto en la batalla, ¿qué es lo que esperáis? ¿Por qué no hacéis volver al rey?
II Rey 20:6 Por lo que dijo David a Abisai: Ahora nos ha de dar más que hacer Seba, hijo de Bocri, que Absalón, y corre tras él, no sea que se apodere de algunas de las ciudades fuertes, y se nos escape de las manos.
III Rey 1:6 Ni por eso su padre lo reprendió nunca, ni le dijo: ¿Por qué haces eso? Era Adonías de hermosísima presencia, y el segundo hijo después de Absalón.
III Rey 2:7 Al contrario a los hijos de Berzellai, galaadita, les mostrarás tu reconocimiento, y les harás comer a tu mesa, pues salieron a recibirme y socorrerme cuando iba yo huyendo de Absalón, tu hermano.
III Rey 15:2 Tres años reinó éste en Jerusalén . Se llamaba su madre Maaca, hija de Abesalom o Absalón.
I Par 3:2 el tercero, Absalón, hijo de Maaca, que era hija de Tolmai, rey de Jesur; el cuarto Adonías, hijo de Aggit;
II Par 11:20 Después de ésta se casó con Maaca, hija de Absalón, la cual tuvo a Abía, a Etai, a Ziza, y a Salomit.
II Par 11:21 Amó Roboam a Maaca, hija o nieta de Absalón, más que a todas sus mujeres principales, y de segundo orden; siendo así que tuvo dieciocho esposas, y sesenta mujeres secundarias y de ellas veintiocho hijos y sesenta hi-jas.
Salm 3:1 Salmo de David, cuando temeroso iba huyendo de su hijo Absalón.