ESTA es la porción que tocó por suerte a la tribu de Manasés (primogénito que fue de José) o a Maquir primogénito de Manasés y padre de Galaad, que fue hombre belicoso, y poseyó el país de Galaad y de Basán,

2 y también a los demás hijos de Manasés, a proporción de sus familias, a los hijos de Abiezer, y a los hijos de Helec, y a los hijos de Esriel, y a los hijos de Sequem, y a los hijos de Hefer, y a los de Semida: éstos son los seis hijos o nietos varones de Manasés, hijo de José, cabezas de familias. 3 Mas como Salfaad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tenía hijos, sino solamente hijas, cuyos nombres son: Maala, y Noa, y Hegla, y Melca y Tersa,

4 vinieron éstas a presentarse a Eleazar, sumo sacerdote, a Josué, hijo de Nun, y a los príncipes, diciendo: El Señor ordenó por medio de Moisés que se nos diese posesión en medio de nuestros hermanos. Les dio, pues, Josué tierras en herencia conforme a la orden del Señor, en medio de los hermanos de su padre. 5 Así tocaron a Manasés diez porciones en la tierra de Canaán, sin contar la tierra de Galaad y de Basán, tras el Jordán. 6 Porque las cinco hijas de Manasés poseyeron su herencia en medio de los hijos de esa tribu. Y la tierra de Galaad cupo en suerte a los otros hijos de Manasés.

7 Y fueron los términos de Manasés desde Aser y Macmetat, que mira a Siquem, extendiéndose a mano derecha al lado de los que habitan en Fuente de Tafúa. 8 Porque la tierra de Tafúa había caído en suerte a Manasés; mas la ciudad de Tafúa, que está en los confines de Manasés, fue dada a los hijos de Efraín. 9 Dichos confines van descendiendo por el valle del Cañaveral hacia el mediodía del torrente de las ciudades de Efraín, que están en medio de las de Manasés: de suerte que la frontera de Manasés pasa al norte del torrente y va a terminar en el mar. 10 Así que la posesión de Efraín está al mediodía y al norte la de Manasés, terminando ambas en el mar; y se encuentran con la tribu de Aser por el norte, y con la tribu de Isacar por el oriente. 11 Con efecto, Manasés tuvo por herencia, en los confines de Isacar y se Aser a Betsán con sus aldeas, a Jeblaam con las suyas, a los habitantes de Dor con sus villas, y a los de Endor con sus aldeas; asimismo a los habitantes de Tenac, con sus aldeas, y a los de Mageddo con las suyas, y la tercera parte de la ciudad de Nofet. 12 Mas no pudieron los hijos de Manasés destruir enteramente los moradores de estas ciudades; sino que los cananeos comenzaron a repoblar su tierra junto con ellos. 13 Bien que después que los hijos de Israel cobraron fuerzas, subyugaron a los cananeos, y se los hicieron tributarios; mas no los mata-ron.

14 Y los hijos de José se dirigieron a Josué, y le dijeron, hablando Manasés: ¿Por qué me has dado una sola suerte y una sola parte de posesión, siendo así que soy un pueblo tan numeroso a quien el Señor ha colmado de bendiciones? 15 Josué les respondió: Si eres un pueblo numeroso sube a los bosques, y extiéndete, haciendo desmonte en el país de los ferezeos y de los rafaimitas, ya que la posesión del monte de Efraín es para ti estrecha. 16 Le replicaron los hijos de José. No podremos ganar el país de las montañas; porque los cananeos que habitan en la llanura donde está Betsán y sus aldeas, y Jezrael que ocupa el medio del valle, usan de carros armados de hoces o hierros afilados. 17 Dijo entonces Josué a la casa de José, Efraín y Manasés: Pueblo crecido eres y de gran valentía: no tendrás una herencia sola; 18 sino que subirás a las montañas y desmontarás, y limpiarás trechos de tierra para tu habitación; y podrás alargarte más y más exterminando a los cananeos, que dices tienen carros armados de hoces o hierros afilados, y que son muy fuertes.
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