Y así nosotros como cooperadores del Señor, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios. 2 Pues él mismo dice: Al tiempo oportuno te oí, atenderé tus súplicas, y en el día de la salvación te di auxilio. Llegado es ahora el tiempo favorable, llegado es ahora el día de la salvación.

3 Nosotros, no demos a nadie motivo alguno de escándalo, para que no sea vituperado nuestro ministerio.

4 Antes bien portémonos en todas cosas, como deben portarse los ministros de Dios, con mucha paciencia, en medio de tribulaciones, de necesidades, de angustias,

5 de azotes, de cárceles, de sediciones, de trabajos, de vigilias, de ayunos, 6 con pureza, con doctrina, con longanimidad, con mansedumbre, con unción del Espíritu Santo, con caridad sincera, 7 con palabras de verdad, con fortaleza de Dios, con las armas de la justicia para combatir a la diestra y a la siniestra, 8 en medio de honras y deshonras, de infamia, y de buena fama; tenidos por embaucadores o impostores, siendo verídicos; por desconocidos, aunque muy conocidos; 9 casi moribundos, siendo así que vivimos; como castigados mas no muertos; 10 como melancólicos, estando en realidad siempre alegres como menesterosos, siendo así que enriquecemos a muchos; como que nada tenemos, y todo lo poseemos.

11 El amor, ¡oh corintios!, hace que mi boca se abra tan francamente, y se ensanche mi corazón. 12 No están mis entrañas cerradas para vosotros; las vuestras sí que lo están para mí. 13 Volvedme, pues, amor por amor, os hablo como a hijos míos, ensanchad también para mí vuestro corazón. 14 No queráis unciros en yugo con los infieles. Porque ¿qué tiene que ver la santidad o justicia con la iniquidad? ¿Y qué compañía puede haber entre la luz y las tinieblas?

15 ¿O qué concordia entre Cristo y Belial? ¿O qué parte tiene el fiel con el infiel? 16 ¿O qué consonancia entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo de Dios vivo, según aquello que dice Dios: Habitaré dentro de ellos, y en medio de ellos andaré, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

17 Por lo cual salid vosotros de entre tales gentes, y separaos de ellas, dice el Señor, y no tengáis contacto con la inmundicia o idolatría;

18 y yo os acogeré, y seré yo vuestro padre, y vosotros seréis mis hijos y mis hijas, dice el Señor todopoderoso.

Pater
Filius
Spiritus Sanctus
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Satan
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