Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

vejez

Gen 15:15 Entretanto tú irás en paz a juntarte con tus padres, terminando tus días en una dichosa vejez.
Gen 21:2 Y así concibió y parió un hijo en la vejez, al tiempo que Dios le había predicho.
Gen 24:36 Sara, mujer de mi amo, le parió en su vejez un hijo, a quien ha dado todos sus bienes.
Gen 25:8 Y llegando a faltarle las fuerzas murió en la buena vejez, de avanzada edad, y lleno de días: y fue a reunirse con su pueblo.
Gen 37:3 Amaba Israel a José más que a todos sus hijos, por haberle engendrado en la vejez, y le hizo una túnica bordada de varios colores.
Gen 44:20 Y nosotros, mi señor, te respondimos: Tenemos un padre anciano y un hermano más pequeño, que le nació en su vejez, cuyo hermano uterino es muerto; y éste sólo queda de su madre, por lo que le ama su padre tiernamente.
Gen 44:31 luego que vea que no vuelve con nosotros, morirá; y tus siervos abrumarán su vejez con tan grande dolor, que le conducirá al sepulcro.
Gen 48:10 Porque los ojos de Israel se habían oscurecido a causa de su extremada vejez, y no podía ver con claridad. Habiéndoselos, pues, acercado, los besó y abrazó,
Deut 33:25 De hierro y cobre será su calzado. Como en los días de tu juventud, así serás fuerte en los de tu vejez.
Juec 8:32 Al fin murió Gedeón, hijo de Joás, en próspera vejez, y fue colocado en el sepulcro de Joás, su padre, en Efra, ciudad de la familia de Ezri.
Rut 1:12 Idos, hijas mías, volveos, porque yo estoy ya consumida por la vejez e incapaz de nuevo matrimonio ; y aún dado caso que pudiera esta noche concebir y parir hijos,
Rut 4:15 para que tengas tú también quien consuele tu alma, y sea el sostén de tu vejez. Pues que te ha nacido un niño de tu nuera, la cual te ama, y es para ti mucho mejor que si tuviéses siete hijos.
III Rey 2:6 Tú, pues, obrarás conforme a tu sabiduría; y no aguardarás a que su vejez lo conduzca tranquilamente al sepulcro.
III Rey 2:9 Pero tú no permitas que quede impune su delito; sabio eres para conocer cómo lo has de tratar, y harás que acabe su vejez con muerte violenta.
I Par 29:28 Murió al fin en dichosa vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria; y le sucedió en el trono su hijo Salomón .
Tob 5:23 Apenas partieron cuando comenzó su madre a llorar, y decir: Nos has quitado y enviado lejos de nosotros el báculo de nuestra vejez.
Tob 6:15 Temo que también me suceda a mí lo mismo; y que siendo yo hijo único de mis padres, precipite su vejez al sepulcro con la aflicción que les ocasionaré.
Tob 8:10 Asimismo Sara dijo: Ten misericordia de nosotros, oh Señor, ten misericordia de nosotros, y haz que ambos lleguemos sanos a la vejez.
Tob 10:4 Sobre todo su madre, inconsolable, lloraba amargamente, y decía: ¡Ay de mí; ay hijo mío! ¿Para qué te hemos enviado a lejanas tierras, lumbrera de nuestros ojos, báculo de nuestra vejez, consuelo de nuestra vida, esperanza de nuestra posteridad?
Tob 14:15 a los cuales halló sanos y salvos en dichosa vejez, y cuidó de ellos, y él mismo les cerró los ojos; y entró en toda la herencia de la casa de Raguel; y vio a los hijos de sus hijos hasta la quinta generación.
Job 41:32 Deja en pos de sí un sendero reluciente, y hace que el mar se agite, y tome el color canoso de la vejez.
Salm 17:46 Los hijos míos se han vuelto como hijos bastardos, me faltaron a la fidelidad; han caído en la vejez y caducado los hijos bastardos, y van tropezando fuera de sus sendas.
Salm 70:9 No me abandones en el tiempo de la vejez; cuando me faltaren las fuerzas no me desampares.
Salm 70:18 Y tú, ¡oh Dios!, en mi vejez no me desampares, a fin de que anuncie el poder de tu brazo a toda la generación que vendrá;
Salm 89:10 Setenta años son los días de nuestra vida; cuando más, ochenta años en los muy robustos; lo que pasa de aquí, achaques y dolencias. Según esto, presto seremos arrebatados, pues va llegando ya la debilidad de la vejez.
Salm 91:11 Y mi fortaleza se levantará como la del unicornio, y mi vejez será vigorizada por tu misericordia.
Salm 91:15 Y aun en su lozana vejez se multiplicarán; y se hallarán con vigor y robustez,
Prov 16:31 Corona de gloria y de dignidad es la vejez del que ha seguido los caminos de la justicia.
Prov 23:22 Escucha a tu padre que te dio la vida, y no desprecies a tu madre cuando se hallare en la vejez.
Ecle 12:1 Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud antes que con la vejez venga el tiempo de la aflicción y se lleguen aquellos años en que dirás: ¡Oh años displicentes!
Sab 3:17 Y dado que tuvieren larga vida, para nada se contará con ellos, y su última vejez será sin honra.
Sab 4:8 Porque no hacen venerable la vejez los muchos días, ni los muchos años; sino que la prudencia y juicio del hombre suplen por las canas,
Ecli 3:14 Hijo, alivia la vejez de tu padre, y no le des pesadumbre en su vida;
Ecli 8:7 No pierdas el respeto al hombre en su vejez, pues de nosotros, jóvenes, se hacen los viejos.
Ecli 16:2 No fíes en su vida, ni cuentes para tu vejez con sus labores, o puestos y dignidades;
Ecli 25:5 Lo que no juntaste en tu juventud ¿cómo lo has de hallar en tu vejez?
Ecli 30:26 La envidia y la ira abrevian los días, y las zozobras o afanes aceleran la vejez antes de tiempo."
Ecli 46:11 Y al mismo Caleb le dio el Señor gran valor, y lo conservó vigoroso hasta la vejez, para subir a ocupar la montaña de Hebrón en la tierra prometida, que fue la herencia de sus descendientes;
Isa 23:18 Al fin Tiro se convertirá, y sus contratos de compra y venta y sus ganancias serán consagradas al Señor; no se almacenarán, ni se reservarán; porque su negocio será para utilidad de aquellos que asisten en la presencia del Señor, a fin de que tengan alimento en abundancia y vestido que mudarse hasta la vejez.
Isa 46:4 Yo mismo os llevaré en brazos hasta la vejez, hasta cuando encanezcáis; yo os hice, y yo os llevaré, yo os sostendré siempre, y yo os salvaré de todo peligro.
Lc 1:36 Y ahí tienes a tu parienta Isabel, que en su vejez ha concebido también un hijo; y la que se llamaba estéril, hoy cuenta ya el sexto mes;
Heb 11:12 Por esta causa, de un hombre solo (y ése gastado ya por su extremada vejez) salió una posteridad tan numerosa como las estrellas del cielo, y como las arenas sin cuento de la orilla del mar.