Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

tesoro

Núm 20:6 Con esto Moisés y Aarón, separándose de la gente, y entrando en el Tabernáculo de la alianza, se postraron contra el suelo y clamaron al Señor, y dijeron: ¡Oh Señor, nuestro Dios! escucha los clamores de este pueblo, y ábreles tu tesoro, una fuente de agua viva, a fin de que, apagada su sed, cesen de murmurar. En esto apareció la gloria del Señor sobre ellos.
Deut 28:12 Abrirá el Señor su tesoro riquísimo, a saber, el cielo para dar las lluvias a tu tierra en sus tiempos, y echará la bendición sobre todas las obras de tus manos. De suerte que tú prestarás a muchas gentes, y de nadie tomarás prestado.
I Esd 7:20 En orden a lo demás que fuere menester para la casa de tu Dios, todo cuanto necesites gastar se te dará del tesoro y del fisco real,
I Esd 8:29 Custodiad con vigilancia todo esto, hasta que lo entreguéis por su peso en el tesoro de la casa del Señor en Jerusalén ante los príncipes de los sacerdotes y levitas y jefes de las familias de Israel.
II Esd 7:70 Contribuyeron, pues, a la construcción algunos de los jefes de las familias. Atersata puso en el tesoro mil dracmas o monedas de oro, cincuenta tazas y quinientas treinta túnicas sacerdotales.
II Esd 7:71 Y varios jefes de familias dieron para el tesoro de la obra veinte mil dracmas de oro y dos mil doscientas minas de plata.
II Esd 10:37 Y que traeríamos a los sacerdotes para el tesoro de la casa de nuestro Dios las primicias de nuestros alimentos, y de nuestros licores, y de las frutas de todo árbol, y de la vendimia, y del aceite; y el diezmo de nuestras tierras a los levitas. Los mismos levitas recibirán en todas las ciudades el diezmo de nuestras labores.
II Esd 12:44 Se escogieron también aquel mismo día de entre los sacerdotes y levitas algunos para cuidar las salas del tesoro, a fin de que por sus manos los magnates de la ciudad presentasen en honorífico tributo de acción de gracias las ofertas de los licores y de las primicias, y de los diezmos; porque el pueblo de Judá quedó sumamente satisfecho de los sacerdotes y levitas que asistieron a las funciones;
II Esd 13:4 Estaba esto al cuidado del sacerdote Eliasib, el cual tenía la superintendencia del tesoro de la casa de nuestro Dios; y había emparentado con Tobías, amonita;
Est 4:7 el cual lo informó de todo lo ocurrido, y cómo Amán había prometido meter una gran suma de dinero en el tesoro del rey por la mortandad de los judíos.
Job 3:21 Los cuales están esperando la muerte, la que no acaba de llegar, como esperan los que cavan en busca de un tesoro;
Prov 2:4 si la buscas con el ardor con que se buscan las riquezas, y la procuras desenterrar como se hace con un tesoro,
Prov 21:20 Hay en la casa del justo un tesoro inestimable; pero el hombre sin juicio lo disipará todo.
Sab 7:14 pues es un tesoro infinito para los hombres, que a cuantos se han valido de él, los ha hecho partícipes de la amistad de Dios y recomendables por los dones de la doctrina que han enseñado.
Ecli 4:21 le descubrirá sus arcanos, y lo enriquecerá con un tesoro de ciencia y de conocimiento de la justicia.
Ecli 6:14 El amigo fiel es una defensa poderosa; quien lo halla ha hallado un tesoro.
Ecli 20:32 La sabiduría que se tiene oculta, y el tesoro escondido, ¿de qué sirven ni aquélla ni éste?"
Ecli 29:14 Emplea tu tesoro según los preceptos del Altísimo, y eso te valdrá más que el oro.
Ecli 30:16 No hay tesoro que valga más que la salud del cuerpo, ni hay placer mayor que el gozo del corazón.
Ecli 30:23 El contentamiento del corazón, ése es la vida del hombre y un tesoro inexhausto de santidad; la alegría alarga la vida del hombre.
Ecli 40:18 Dulce será la vida del operario que está contento con su suerte, y hallará en ella un tesoro.
Ecli 41:17 Hijos, conservad en la paz o prosperidad los buenos documentos que os doy. Pues la sabiduría escondida y un tesoro enterrado, ¿qué utilidad acarrean?
Ecli 51:36 Recibid la enseñanza como un gran caudal de plata, y poseeréis con ellas bienes preferibles a un inmenso tesoro de oro."
Isa 33:6 Y reinará la fe en tus tiempos, ¡oh príncipe!; la sabiduría y la ciencia son tus riquezas saludables, y el temor del Señor tu verdadero tesoro.
Jer 35:4 y los introduje a la casa del Señor, en el aposento llamado de los Tesoros, donde estaban los hijos de Hanán, hijo de Jegedelías, varón de Dios; aposento que estaba junto al tesoro de los príncipes, sobre la tesorería de Maasías, hijo de Sellum, el cual era el guarda del atrio del templo.
Jer 50:25 Abrió el Señor su tesoro, y ha sacado de él los instrumentos de su indignación; pues va a ejecutar el Señor Dios de los ejércitos su obra contra la tierra de los caldeos.
Dan 1:2 Y el Señor entregó en sus manos a Joakim, rey de Judá, y una parte de los vasos del templo de Dios, y los trasladó a tierra de Senaar a la casa, o templo, de su dios, y los metió en la casa del tesoro de su dios.
I Mac 14:49 archivándose además una copia de todo en el tesoro del templo, a disposición de Simón y de sus hijos."
II Mac 3:13 Mas Heliodoro insistiendo en las órdenes que llevaba del rey, repuso que de todos modos se había de llevar al rey aquel tesoro.
II Mac 3:23 Heliodoro no pensaba en otra cosa que en ejecutar su designio; y para ello se había presentado ya él mismo con sus guardias a la puerta del tesoro.
II Mac 3:40 Esto es en suma lo que pasó a Heliodoro, y el modo con que se conservó el tesoro del templo."
II Mac 4:1 Mas el mencionado Simón, que en daño de la patria había denunciado aquel tesoro, hablaba mal de Onías, como si éste hubiese instigado a Heliodoro a hacer tales cosas, y sido el autor de aquellos males;
II Mac 5:18 porque de otra suerte, si no hubieran estado envueltos en muchos delitos, este príncipe, como le sucedió a Heliodoro, enviado del rey Seleuco para saquear el tesoro del templo, hubiera sido azotado luego que llegó, y precisado a desistir de su temeraria empresa.
Mt 6:21 Porque donde está tu tesoro, allí está también tu corazón.
Mt 13:44 Es también semejante el reino de los cielos a un tesoro escondido en el campo, que si lo halla un hombre lo encubre de nuevo, y gozoso del hallazgo va y vende todo cuanto tiene y compra aquel campo.
Mt 19:21 Le respondió Jesús : Si quieres ser perfecto, anda y vende cuanto tienes, y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; ven después, y sígueme.
Mt 27:6 Pero los príncipes de los sacerdotes, recogidas las monedas, dijeron: No es lícito meterlas en el tesoro del templo siendo como son precio de sangre.
Mc 10:21 Y Jesús mirándole de hito en hito, mostró quedar prendado de él, y le dijo: Una cosa te falta aún, anda, vende cuanto tienes, y dalo a los pobres, que así tendrás un tesoro en el cielo; y ven después y sígueme.
Lc 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas; así como el mal hombre las saca malas del mal tesoro de su corazón. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Lc 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas; así como el mal hombre las saca malas del mal tesoro de su corazón. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Lc 12:33 Vended, si es necesario, lo que poseéis, y dad limosna. Haceos unas bolsas que no se echen a perder; un tesoro en el cielo que jamás se agota, adonde no llegan los ladrones, ni roe la polilla.
Lc 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.
Lc 18:22 Lo cual oyendo Jesús , le dijo: Todavía te falta una cosa: Vende todos tus haberes, dalos a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y después ven, y sígueme.
Jn 8:20 Estas cosas las dijo Jesús enseñando en el templo, en el atrio del tesoro; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
Rom 11:12 Que si su delito ha venido a ser la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos el tesoro o riqueza de las naciones, ¿cuánto más lo será su plenitud, o futura restauración?
II Cor 4:7 Mas este tesoro lo llevamos en vasos de barro, frágil y quebradizo; para que se reconozca que la grandeza del poder que se ve en nosotros es de Dios y no nuestra.
I Tim 6:6 Y ciertamente es un gran tesoro la piedad, la cual se contenta con lo que basta para vivir.
Heb 11:26 juzgando que el oprobio de Jesucristo era un tesoro más grande que todas las riquezas de Egipto; porque fijaba su vista en la recompensa.