Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

peregrinos

Gen 15:13 Entonces le fue dicho: Sepas desde ahora que tus descendientes han de vivir peregrinos en tierra ajena, donde los reducirán a esclavitud, y afligirlos han por espacio de cuatrocientos años.
Gen 35:27 Fue después Jacob a ver a su padre Isaac en la ciudad de Arbee, llamada después Hebrón en la llanura de Mambre, donde habían vivido como peregrinos Abrahán e Isaac.
Gen 36:7 Porque los dos eran riquísimos, y no podían morar juntos, ni sustentarlos la tierra en la que estaban como peregrinos, a causa de la multitud de sus ganados.
Lev 23:22 Cuando segareis las mieses de vuestros campos, no las cortaréis hasta el suelo, ni recogeréis las espigas que quedan, sino que las dejaréis para los pobres y peregrinos. Yo soy el Señor Dios vuestro.
Núm 35:15 tanto para los hijos de Israel como para los advenedizos y peregrinos, a fin de que se acoja a ellas el que involuntariamente derramare sangre humana.
I Par 29:15 Porque nosotros somos peregrinos y advenedizos delante de ti, como todos nuestros padres. Nuestros días pasan como sombra sobre la tierra; sin que haya consistencia alguna.
Salm 145:9 El Señor protege a los peregrinos; ampara al huérfano y a la viuda, y desbaratará los designios de los pecadores.
Jer 35:7 no edificaréis casa, ni sembraréis granos, ni plantaréis viñas, ni las poseeréis; sino que habitaréis en tiendas todos los días de vuestra vida, a fin de que viváis mucho tiempo sobre la tierra de Israel, en la cual sois vosotros peregrinos.
Jer 41:17 y se fueron, y estuvieron como peregrinos en Camaam, que está cerca de Betlehem, para pasar después adelante y entrar en Egipto
Heb 11:13 Todos éstos vinieron a morir constantes siempre en su fe, sin haber recibido los bienes que se les habían prometido, contentándose con mirarlos de lejos y saludarlos, y confesando al mismo tiempo ser peregrinos y huéspedes sobre la tierra.
I Ped 2:11 Por esto, queridos míos, os suplico que como extranjeros y peregrinos, que sois en este mundo, os abstengáis de los deseos carnales, que combaten contra el alma,
III Jn 1:5 Carísimo mío, te portas como fiel y buen cristiano en todo lo que practicas con los hermanos, especialmente con los peregrinos,