Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

fortaleza

Gen 49:3 Rubén, primogénito mío, tú, la fortaleza mía, y el principio de mi dolor, debías ser el más favorecido en los dones y el más grande en autoridad,
Ex 15:2 El Señor es la fortaleza mía, y el objeto de mis alabanzas, porque El ha sido mi Salvador . Este es mi Dios, y yo publicaré su gloria: el Dios de mis padres, a quien he de ensalzar.
Ex 15:6 Tu diestra, ¡oh Señor!, ha demostrado su soberana fortaleza: Tu diestra, ¡oh Señor!, es la que ha herido al enemigo de tu pueblo.
Ex 32:11 Moisés rogaba al Señor Dios suyo, diciendo: ¿Por qué, oh Señor, se enardece así tu furor contra el pueblo tuyo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con fortaleza grande y mano poderosa?
Núm 14:17 Sea, pues, engrandecida la fortaleza del Señor, como lo juraste, diciendo:
Núm 23:22 Lo sacó Dios de Egipto; y es semejante a la del rinoceronte su fortaleza.
Núm 24:8 Sacó Dios de Egipto al pueblo suyo, y su fortaleza es como la del rinoceronte. Devorará Israel los pueblos que sean sus enemigos, les desmenuzará los huesos, y los atravesará con saetas.
Deut 3:24 Señor Dios, tú has empezado a mostrar a tu siervo tu grandeza y el poder excelso de tu brazo; como que no hay otro Dios en el cielo ni en la tierra que pueda hacer lo que tú haces, ni compararse contigo en fortaleza.
Deut 32:36 El Señor juzgará a su pueblo, y será misericordioso con sus siervos, cuando verá debilitada su fortaleza, y que aún los encastillados desmayaron, y que fueron consumidos los que quedaron.
Deut 33:11 Bendice, oh Señor, su fortaleza y acepta las obras de sus manos. Hiere las espaldas de sus enemigos; y no levanten cabeza los que lo aborrecen.
Jos 1:7 Anímate, pues, y ármate de gran fortaleza para guardar y cumplir toda la ley que te prescribió mi siervo Moisés; no te desvíes de ella ni a la diestra ni a la siniestra; así obrarás prudentemente.
Juec 16:17 Entonces descubriéndole la verdad, la dijo: Nunca jamás ha pasado navaja por mi cabeza; porque soy nazareo, esto es, consagrado a Dios desde el vientre de mi madre; si fuese rapada mi cabeza, se retiraría de mí la fortaleza mía, y perderé las fuerzas, y seré como los demás hombres.
I Rey 2:4 Se quebró el arco, o la fortaleza, de los fuertes, y los flacos han sido revestidos de vigor.
I Rey 22:5 Y los dejó encomendados al rey de Moab; con quien estuvieron todo el tiempo que David permaneció en aquella fortaleza de Masfa.
I Rey 22:6 Pero el profeta Gad dijo a David: No te estés más en esa fortaleza; marcha y vete a tierra de Judá. Partió, pues, David, y vino al bosque de Haret.
II Rey 22:2 Y dijo: El Señor es el baluarte mío y mi fortaleza, y él es mi salvador .
II Rey 22:33 Dios es el que me revistió de fortaleza, y allanó perfectamente mi camino.
II Rey 22:40 Porque me ceñiste, Señor, de fortaleza para la batalla, y derribaste a mis plantas a cuantos se alzaron contra mí.
III Rey 15:17 Y avanzó Baasa, rey de Israel, por las tierras de Judá, y edificó a Rama, a fin de impedir con esta fortaleza que pudiese salir y entrar ninguno del partido de Asa, rey de Judá.
IV Rey 17:36 sino al Señor Dios vuestro que os sacó de la tierra de Egipto con gran fortaleza y con el poder de su brazo; a ése habéis de temer, a ése adorar, y a ése ofrecer sacrificios.
IV Rey 20:20 En orden a los demás hechos de Ezequías , y su gran fortaleza, y como fabricó el estanque, y el acueducto con que introdujo las aguas en la ciudad, ¿no está todo esto escrito en el Libro de los Anales de los Reyes de Judá?
I Par 11:5 Y los que de éstos habitaban en Jebús, dijeron a David: No entrarás aquí. Pero David conquistó la fortaleza de Sión, la cual fue después llamada Ciudad de David.
I Par 12:16 Vinieron también varios de la tribu de Benjamín y de Judá a la fortaleza en que se hallaba David.
I Par 16:11 Id en busca del Señor, y de la fortaleza que de él viene; buscad en todo tiempo estar en su presencia.
I Par 16:27 Rodeado está por todas partes de gloria y de grandeza. La fortaleza y el gozo están donde él se muestre.
II Par 20:6 dijo: Señor Dios de nuestros padres, tú eres el Dios del cielo y el dueño de todos los reinos de las naciones; en tus manos están la fortaleza y el poder, y nadie puede resistirte.
II Par 32:5 Al mismo tiempo reparó con gran diligencia todas las partes del muro que estaban ya arruinadas, y construyó torres encima y otro muro exterior; y restauró la fortaleza de Mello en la ciudad de David o monte Sión, e hizo provisión de todo género de armas y escudos.
I Esd 6:2 y se halló en el de Ecbatana, fortaleza situada en la provincia de Media, un volumen donde estaba escrita la siguiente memoria:
II Esd 8:10 Y les dijo Nehemías: Id, y comed carnes gordas y buenas, y bebed del vino dulce y exquisito, y enviad porciones a aquellos que nada tienen dispuesto; pues éste es el día santo del Señor; y no estéis tristes porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza.
Est 14:8 Mas ahora no se contentan de tenernos oprimidos con durísima esclavitud, sino que, atribuyendo al poder de los ídolos la fortaleza de sus brazos,
Job 4:6 ¿Dónde está tu temor de Dios? ¿Dónde tu fortaleza, tu paciencia y la perfección de tu conducta antigua?
Job 12:13 En el Señor Dios residen la sabiduría, y la fortaleza; suyo es el buen consejo, y suya la inteligencia.
Job 12:16 En él están esencialmente la fortaleza y la sabiduría; él conoce igualmente al engañador y al engañado.
Job 36:22 Mira que Dios es soberano en su fortaleza, y ninguno de los legisladores es semejante a él.
Job 40:16 Su fortaleza está en sus lomos, y su vigor en el ombligo de su vientre,
Job 41:22 En su cerviz reside la fortaleza; y va delante de él la miseria.
Salm 17:2 A ti he de amarte, ¡oh Señor!, que eres toda mi fortaleza.
Salm 17:33 El es el Dios que me ha revestido de fortaleza, y ha hecho que mi conducta fuese sin mancilla;
Salm 27:8 El Señor es la fortaleza de su pueblo; él es el que en tantos lances ha salvado a su ungido.
Salm 28:11 El Señor dará fortaleza a su pueblo. El Señor colmará a su pueblo de bendiciones de paz.
Salm 30:4 Porque tú eres mi fortaleza y mi asilo; y por honra de tu Nombre me guiarás y sustentarás.
Salm 42:2 Pues tú eres, oh Dios, mi fortaleza, ¿por qué me has desechado de ti?; y ¿por qué he de andar triste, mientras me aflige mi enemigo?
Salm 45:2 Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro defensor en las tribulaciones que tanto nos han acosado.
Salm 47:14 Considerad atentamente su fortaleza, y notad bien sus casas o edificios, para poder contarlo a la generación venidera.
Salm 58:10 En ti he depositado mi fortaleza; pues tú eres, oh Dios, el defensor mío.
Salm 64:7 Tú que das firmeza a los montes con tu poder; tú que armado de fortaleza
Salm 67:7 Dios que hace habitar dentro de una casa muchos de unas mismas costumbres, que con su fortaleza pone en libertad a los prisioneros, como también a los que irritan, los cuales moran en los sepulcros o lugares áridos.
Salm 67:36 Admirable es Dios en sus santos, o en su santuario; el Dios de Israel, él mismo dará virtud y fortaleza a su pueblo. Bendito sea Dios.
Salm 70:3 Sé para mí un Dios protector, y un seguro asilo para ponerme a salvo, ya que tú eres mi fortaleza y mi refugio.
Salm 88:14 Lleno de fortaleza está tu brazo. Ostente su robustez la mano tuya, y sea ensalzada tu diestra.