Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

doscientos

Gen 11:19 Y vivió Faleg después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y tuvo hijos e hijas.
Gen 11:21 Después de lo cual vivió Reu doscientos siete años, y tuvo hijos e hijas.
Gen 11:23 Y vivió Sarug después que engendró a Nacor doscientos años, y tuvo hijos e hijas.
Gen 11:32 Murió Tare en Harán, siendo de edad de doscientos cinco años.
Ex 30:23 diciendo: Tomarás drogas aromáticas, es a saber: el peso de quinientos siclos de mirra de la primera y más excelente; y la mitad, esto es, doscientos cincuenta siclos de cinamomo; doscientos cincuenta igualmente de caña aromática.
Ex 30:23 diciendo: Tomarás drogas aromáticas, es a saber: el peso de quinientos siclos de mirra de la primera y más excelente; y la mitad, esto es, doscientos cincuenta siclos de cinamomo; doscientos cincuenta igualmente de caña aromática.
Núm 1:35 treinta y dos mil doscientos.
Núm 2:21 Y todo el cuerpo de sus combatientes que fueron numerados, es de treinta y dos mil doscientos.
Núm 3:34 todos los del sexo masculino de un mes arriba, fueron seis mil doscientos:
Núm 3:43 y notados los varones por sus nombres, de un mes arriba, fueron veintidós mil doscientos setenta y tres.
Núm 3:46 Mas por rescate de los doscientos setenta y tres primogénitos de los hijos de Israel, que exceden al número de los levitas,
Núm 4:44 y se hallaron ser tres mil doscientos.
Núm 16:2 se amotinaron contra Moisés con otros doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel, varones de los más ilustres de la comunidad, y que en tiempo de concilio o asamblea, eran convocados nominadamente.
Núm 16:17 Tomad cada cual vuestros incensarios, y echad en ellos incienso, ofreciendo al Señor doscientos cincuenta incensarios; y tenga Aarón también el suyo.
Núm 16:35 Además de ésto, un fuego enviado del Señor abrasó a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
Núm 26:10 y abriendo la tierra su boca los tragó con Coré, muriendo muchísimos, al tiempo mismo que abrasó el fuego a los doscientos cincuenta hombres. Y sucedió entonces el gran prodigio,
Núm 26:14 Estas son las familias de la estirpe de Simeón, que al todo componían veintidós mil doscientos hombres.
Jos 7:21 Vi entre los despojos una capa de grana muy buena, y doscientos siclos de plata, y una barra de oro de cincuenta siclos; y llevado de codicia, lo tomé y escondí debajo de tierra en medio de mi tienda, y enterré el dinero en un hoyo.
I Rey 15:4 Conforme a esto Saúl convocó al pueblo, y pasándole revista, como cuenta el pastor sus corderos, se halló con doscientos mil hombres de a pie de todas las tribus de Israel, y diez mil de la de Judá.
I Rey 18:27 y de allí a pocos días marchó con la gente que comandaba, y mató a doscientos filisteos; entregando al rey este número de incircuncisos, a fin de llegar a ser yerno suyo. Con esto le dio Saúl a su hija Micol por esposa,
I Rey 25:13 Entonces David les dijo a sus gentes: Tome cada cual su espada. Tomaron todos sus espadas, y David también la suya y siguieron a David como unos cuatrocientos hombres, quedándose doscientos con el bagaje.
I Rey 25:18 Cogió, pues, Abigaíl, a toda prisa, doscientos panes, y dos pellejos de vino, y cinco carneros cocidos, y cinco medidas de grano tostado, y cien ataditos de pasas, y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo sobre sus asnos.
I Rey 25:18 Cogió, pues, Abigaíl, a toda prisa, doscientos panes, y dos pellejos de vino, y cinco carneros cocidos, y cinco medidas de grano tostado, y cien ataditos de pasas, y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo sobre sus asnos.
I Rey 30:10 Mas David siguió adelante con cuatrocientos hombres, quedándose atrás doscientos que por el cansancio no pudieron pasar el torrente Besor.
I Rey 30:21 Llegado David a donde estaban los doscientos hombres, que de puro cansados se habían quedado y no habían podido seguirle, y a los cuales dejó mandado que descansaran en la orilla del torrente Besor, salieron éstos a recibirle a él y la tropa que le acompañaba. Luego que David estuvo cerca de ellos, los saludó con agrado.
II Rey 14:26 Cuando se cortaba el cabello (que lo ejecutaba una vez al año, pues le incomodaba la cabellera), pesaban los cabellos de su cabeza o se apreciaban en doscientos siclos del peso común.
II Rey 15:11 Fueron también con Absalón doscientos hombres de Jerusalén , que había convidado; los cuales le siguieron con sencillez de corazón, sin saber nada de sus designios.
II Rey 16:1 Apenas hubo David bajado un poco de la cima del monte, se dejó ver Siba, criado de Mifiboset, que venía a su encuentro con dos asnos cargados de doscientos panes, y cien hilos de pasas, y cien panes de higos secos, y un pellejo de vino.
III Rey 10:16 Hizo también el rey Salomón doscientos escudos o adargas de oro finísimo, empleando seiscientos siclos de oro en las planchas de cada uno de estos escudos.
III Rey 20:15 Contó, pues, Acab los mozos de a pie de los príncipes y halló ser doscientos treinta y dos; pasó después revista del pueblo, y halló aptos para pelear siete mil entre todos los hijos de Israel.
I Par 7:9 Y el número de éstos, según sus familias de donde procedieron varias parentelas, fue de veinte mil doscientos combatientes valerosos.
I Par 7:11 Todos éstos fueron descendientes de Hadihel, cabezas de sus familias, en que se contaron diecisiete mil doscientos varones, valerosos, combatientes.
I Par 9:22 Todos estos elegidos para ostiarios o guardas de las puertas, eran doscientos doce, y estaban empadronados en el censo de sus propias villas; a los cuales David y el profeta Samuel por su fidelidad establecieron,
I Par 12:32 De los hijos de Isacar vinieron también doscientos de los principales, hombres instruidos, que sabían discernir cada uno de los tiempos, a fin de prescribir lo que debía practicar Israel; y todo el resto de la tribu seguía su consejo.
I Par 15:6 De los hijos de Merari era el principal Asaya, y tenía consigo doscientos veinte hermanos.
I Par 15:8 De los hijos de Elisafán era Semeías el principal, y doscientos sus hermanos.
I Par 25:7 El número de éstos, junto con sus hermanos, maestros todos que enseñaban a cantar los cánticos del Señor, fue de doscientos ochenta y ocho, doce de cada familia.
II Par 8:10 Todos los jefes del ejército del rey Salomón eran doscientos cincuenta; los cuales adiestraban al pueblo.
II Par 12:3 con mil doscientos carros armados, y sesenta mil hombres de a caballo; siendo además innumerable la gente que lo seguía desde Egipto, es a saber, los de Libia y los suquienos, y los etíopes.
II Par 14:8 Tenía Asá en su ejército trescientos mil hombres de Judá, armados de escudos y picas, y de Benjamín doscientos ochenta mil de rodela y aljaba, todos ellos gente valerosísima.
II Par 17:15 y a éste se seguía Johanán, jefe que mandaba doscientos ochenta mil hombres.
II Par 17:16 Después venía Amasías, hijo de Zecri, consagrado al Señor, que tenía bajo su mando doscientos mil valientes.
II Par 17:17 Inmediato a éste venía el valiente campeón Elíada, que tenía a sus órdenes doscientos mil armados de arco y escudo.
II Par 28:8 Y los hijos de Israel hicieron cautivos de sus hermanos doscientos mil, mujeres, niños y niñas y cogieron infinitos despojos, y los llevaron a Samaria.
II Par 29:32 El número de los holocaustos ofrecidos por el pueblo fue éste: Setenta toros, cien carneros y doscientos corderos.
I Esd 2:7 Hijos de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro.
I Esd 2:12 Hijos de Azgad, mil doscientos veintidós.
I Esd 2:19 Hijos de Asum, doscientos veintitrés.
I Esd 2:28 Varones de Betel y de Hai, doscientos veintitrés.
I Esd 2:31 Hijos del otro Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro.