Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

difunto

Gen 23:4 Yo soy advenedizo y extranjero entre vosotros, concededme os ruego derecho de sepultura entre vosotros, para enterrar a mi difunto.
Gen 23:6 Escúchanos, señor, tú eres entre nosotros un príncipe de Dios o un príncipe grande; entierra tu difunto en la que mejor te pareciere de nuestras sepulturas; que no habrá nadie que pueda impedirte el colocar en su sepultura a tu muerto.
Gen 23:8 y les dijo: Si tenéis a bien que yo entierre a mi difunto, oíd mi súplica, e interceded por mí con Efrón, hijo de Seor,
Gen 23:11 No, señor mío, no ha de ser así, escucha más bien lo que voy a decirte: Yo pongo a tu disposición el campo, y la cueva que hay en él, siendo testigos los hijos de mi pueblo; entierra allí tu difunto.
Gen 23:13 y contestó a Efrón, estando alrededor todo el concurso: Te suplico me oigas; yo daré el precio del campo, recíbele, y de esta manera enterraré en él a mi difunto.
Gen 23:15 Señor mío, óyeme: La tierra que pretendes vale cuatrocientos siclos de plata: éste es el precio de lo que tratamos entre los dos. Mas ¿qué cantidad es ésta? Entierra tu difunto, y no hablemos más de eso.
Núm 35:24 y fuere probado esto en presencia del pueblo, ventilada la causa del homicidio entre el matador y el pariente del difunto,
Núm 35:27 fuere hallado y muerto por el que debe vengar la sangre del difunto, éste que le matare, no quedará responsable;
Deut 25:5 Si vivieren juntos dos hermanos, y uno de ellos muriere sin hijos, la mujer del difunto no se casará con ningún otro que con el hermano de su marido, el cual la tomará por mujer, y dará sucesión a su hermano;
Rut 4:5 Le replicó Booz: Luego que compres esa posesión, debes también casarte con Rut, la moabita, que fue consorte del difunto, para hacer revivir el nombre de tu pariente en su herencia.
Rut 4:10 y recibo en matrimonio a Rut, la moabita, mujer que fue de Mahalón para resucitar el nombre del difunto en su herencia, a fin de que no se borre su nombre de entre su familia, de sus hermanos y de su pueblo. Vosotros, repito, sois testigos de este acto.
II Rey 9:10 Por tanto cuida tú con tus hijos y criados de labrarle las tierras, y de proveer a Micá, el hijo de tu amo Mifiboset, lo necesario para sus alimentos. En cuanto a Mifiboset, hijo de tu difunto señor, comerá siempre a mi mesa. Es de saber que Siba tenía quince hijos y veinte siervos.
II Rey 14:2 envió a Tecua, e hizo venir de allí una mujer, sagaz, a la cual dijo: Finge que estás de duelo, y ponte un vestido de luto, y no te unjas, a fin de que parezcas ser una mujer que hace muchísimo tiempo está de duelo por un difunto.
II Rey 14:11 Añadió ella: Por el Señor Dios suyo, pido al rey que reprima con su autoridad la multitud de parientes que quieren vengar con la muerte de mi hijo la sangre del difunto, y haga que no le maten de manera alguna. Le dijo el rey: Vive Dios que no caerá ni un cabello de tu hijo.
III Rey 2:35 Después de esto el rey dio a Banaías, hijo de Joíada, el mando del ejército en lugar del difunto; y nombró o confirmó sumo sacerdote a Sadoc, en vez de Abiatar.
Jud 15:11 Porque te has portado con varonil esfuerzo, y has tenido un corazón constante; porque has amado la castidad, y no has conocido otro varón que a tu difunto marido; por esto también la mano del Señor te ha confortado, y por lo mismo serás bendita para siempre.
Ecli 38:24 El descanso del difunto tranquilice en ti la memoria de él; pero consuélalo antes que se separe de él su espíritu.
Ecli 48:5 Tú, en virtud de la palabra del Señor Dios, sacaste vivo del sepulcro a un difunto, arrancándoselo a la muerte.
Jer 16:7 Ni entre ellos habrá nadie que parta el pan, para consolar al que está llorando por su difunto; ni a los que lloran la pérdida de su padre y de su madre les darán alguna bebida para su consuelo.
Jer 22:10 ¡Ah!, no lloréis al difunto rey Josías, ni hagáis por él duelo; llorad sí por el que se va, por Joacaz; que no volverá ya del cautiverio, ni verá más la tierra de su nacimiento .
II Mac 4:37 Y Antíoco, afligido en su corazón y enternecido por la muerte de Onías, prorrumpió en llanto, acordándose de la sobriedad y modestia del difunto;"
Lc 7:12 Y cuando estaba cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que sacaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; e iba con ella gran acompañamiento de personas de la ciudad.
Lc 7:15 Y luego se incorporó el difunto, y comenzó a hablar. Y Jesús lo entregó a su madre.
Jn 11:39 Dijo Jesús : Quitad la piedra. Marta, hermana del difunto, le respondió: Señor, mira que ya hiede, pues hace ya cuatro días que está ahí.
Hech 25:19 Solamente tenían con él no sé qué disputa tocante a su superstición judaica, y sobre un cierto Jesús difunto, que Pablo afirmaba estar vivo.