Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

desiertos

Gen 21:20 Y Dios asistió a éste: y fue creciendo y vivió en los desiertos, y vino a ser un joven diestro en manejar el arco.
Lev 26:22 y enviaré contra vosotros las fieras del campo, para que os devoren a vosotros y a vuestros ganados, reduciéndoos a un corto número y haciendo desiertos vuestros caminos.
Juec 5:5 En los días de Samgar, hijo de Anat, en los días de Jahel estaban desiertos los caminos; y los que tenían que viajar, andaban por veredas tortuosas o extraviadas.
Jud 5:14 Salidos del mar Rojo, hicieron alto en los desiertos del monte Sinaí , donde jamás hombre alguno pudo habitar, ni descansar ninguna persona.
Salm 74:7 Porque ni por el oriente, ni por el occidente, ni por los desiertos montes tendréis escape,
Salm 106:40 Cayó el desprecio sobre los príncipes, y los hizo andar errantes por lugares desiertos, donde no había senda alguna.
Sab 11:2 Viajaron por desiertos inhabitados, y acamparon en lugares desiertos.
Sab 11:2 Viajaron por desiertos inhabitados, y acamparon en lugares desiertos.
Ecli 43:23 y devora los montes, y quema los desiertos, y seca toda verdura como fuego.
Isa 5:17 Y aparecerán los corderos según su costumbre, y los extranjeros disfrutarán de los campos desiertos convertidos en fértiles campiñas.
Isa 16:8 Porque los arrabales de Hesebón están ya desiertos, y talada ha sido por los príncipes de las naciones la viña o país de Sabama, cuyos sarmientos han ido a parar hasta Jazer; anduvieron errantes por el desierto; y los pocos mugrones que quedaron, pasaron a la otra parte del mar.
Isa 44:26 Yo soy el que llevo a efecto la palabra de mi siervo, y cumplo los oráculos de mis enviados o profetas; el que digo a Jerusalén destruida: Habitada serás algún día; y a las ciudades de Judá: Seréis reedificadas, y yo poblaré vuestros desiertos.
Isa 49:19 Porque tus desiertos y tus soledades, y la tierra cubierta con tus ruinas, todo será entonces angosto para tus muchos moradores, y serán arrojados lejos de ti los que te devoraban.
Isa 51:3 Del mismo modo, pues, consolará el Señor a Sión, y reparará todas sus ruinas, y convertirá sus desiertos en lugares de delicias, y su soledad en un jardín amenísimo. Allí será el gozo y la alegría, la acción de gracias, y las voces de alabanza a la gloria del Señor.
Isa 52:9 Regocijaos y a una cantad alabanzas al Señor, oh desiertos de Jerusalén , pues ha consolado el Señor a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén .
Isa 58:12 Estos lugares desiertos desde muchísimo tiempo, serán por ti poblados, alzarán los cimientos que han de durar de generación en generación; y te llamarán el restaurador de los muros, y el que haces seguros los caminos.
Isa 61:4 Los cuales repoblarán los lugares que desde tiempos remotos están desiertos, y alzarán las ruinas antiguas, y restaurarán las ciudades yermas, despobladas desde siglos.
Jer 10:22 porque he aquí que ya se percibe una voz, y un gran alboroto que viene de la parte del septentrión, para convertir en desiertos y en manida de dragones las ciudades de Judá.
Lam 5:9 Con peligro de nuestras vidas vamos a lugares desiertos en busca de pan, temiendo siempre la espada.
Ezeq 34:25 Y haré con ellas alianza de paz; y exterminaré de la tierra o país las bestias malignas; y aquellos que habitan en los desiertos dormirán sosegadamente en medio de los bosques.
Ezeq 36:4 por tanto, oíd, ¡oh montes de Israel!, la palabra del Señor Dios: Esto dice el Señor Dios a los montes, y a los collados, a los arroyos y a los valles, y a los desiertos, y a las murallas derrocadas, y a las ciudades abandonadas que han quedado sin moradores, y son la mofa de todas las demás naciones circunvecinas.
Ezeq 38:8 Pues al cabo de muchos días serás tú visitado y castigado; al fin de los años irás tú a una tierra, que fue librada de la espada, y cuya población ha sido recogida de entre muchas naciones en los montes de Israel, que estuvieron por mucho tiempo desiertos; esta gente ha sido sacada de entre las naciones, y morará toda en dicha tierra tranquilamente.
Lc 1:80 Mientras tanto el niño iba creciendo, y se fortalecía en el espíritu, y habitó en los desiertos hasta el tiempo en que debía darse a conocer a Israel.
Lc 8:29 Y es que Jesús mandaba al espíritu inmundo que saliese de aquel hombre; porque hacía mucho tiempo que estaba de él apoderado; y por más que le ataban con cadenas y ponían grillos, rompía las prisiones, y acosado del demonio huía a los desiertos.