Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

desiertas

IV Rey 19:25 Pues, ¿no has oído decir tú lo que yo hice desde el principio ? Desde antes de los siglos primeros tengo yo ideado esto para castigo suyo, y ahora lo ejecuto; las ciudades fuertes por sus valerosos combatientes, quedarán reducidas a unas colinas desiertas.
Job 15:28 Vino a morar en ciudades asoladas y casas desiertas, que estaban reducidas a montones de piedras.
Isa 3:26 Y las puertas de Jerusalén , desiertas, estarán cubiertas de tristeza y de luto, y ella desolada, estará abatida por el suelo.
Isa 5:9 Llegan a mis oídos estas cosas, dice el Señor de los ejércitos, os aseguro que muchas casas grandes y hermosas quedarán desiertas y sin morador.
Isa 54:3 Porque tú te extenderás a la derecha y a la izquierda; y tu prole señoreará las naciones, poblará las ciudades ahora desiertas.
Jer 44:2 Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Vosotros habéis visto todos los castigos que yo he enviado sobre Jerusalén , y sobre todas las ciudades de Judá; y he aquí que ellas están en el día de hoy desiertas y despobladas,
Jer 48:9 Coronad de flores a Moab; pero aunque coronada, saldrá para el cautiverio, y quedarán desiertas e inhabitables sus ciudades.
Ezeq 12:20 De suerte que las ciudades hoy día pobladas quedarán desiertas y el país hecho un páramo, y conoceréis que yo soy el Señor.
Ezeq 30:7 Y aquellas regiones serán asoladas, quedando como otras tierras desiertas; y sus ciudades serán del número de las ciudades devastadas.
Ezeq 35:9 Te reduciré a una soledad eterna, y quedarán desiertas tus ciudades, y conoceréis que yo soy el Señor Dios.
Ezeq 36:35 dirán: Aquella tierra inculta está hecha ahora un jardín de delicias, y las ciudades desiertas, abandonadas y derruidas se hallan ya restauradas y fortificadas.
Ezeq 36:38 como un rebaño santo, como el rebaño que se ve en Jerusalén , en sus festividades; del mismo modo estarán las ciudades antes desiertas llenas como de rebaños de hombres; y conocerán que yo soy el Señor.
Sof 3:6 Yo he exterminado las naciones enemigas, y han quedado arrasadas sus fortalezas, he dejado desiertas sus calles y no pasa alma por ellas; sus ciudades han quedado desoladas, hasta no haber quedado hombre, ni habitante alguno.