Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

decía

Gen 27:6 dijo a su hijo Jacob : Acabo de oír a tu padre, que hablando con tu hermano Esaú, le decía:
Gen 28:13 y al Señor apoyado sobre la escala, que le decía: Yo soy el Señor Dios de Abrahán tu padre, y el Dios de Isaac. La tierra, en que duermes, te la daré a ti y a tu descendencia.
Gen 31:8 Cuando decía: Las reses de varios colores serán tu paga; todas las ovejas parían crías de colores varios. Cuando por el contrario decía: Llevarás en paga las blancas; entonces todas las ovejas dieron crías blancas.
Gen 31:8 Cuando decía: Las reses de varios colores serán tu paga; todas las ovejas parían crías de colores varios. Cuando por el contrario decía: Llevarás en paga las blancas; entonces todas las ovejas dieron crías blancas.
Gen 31:24 Pero vio entre sueños a Dios, que le decía: Guárdate de hablar a Jacob cosa que le ofenda.
Gen 31:32 En cuanto al robo de que me reconvienes, cualquiera en cuyo poder hallares tus dioses, sea muerto a presencia de nuestros hermanos. Haz tus pesquisas; y todo lo que hallares de tus cosas en mi poder, llévatelo. Cuando esto decía, ignoraba que Raquel hubiese robado los ídolos.
Gen 37:21 Oyendo esto Rubén, se esforzaba en librarle de sus manos, y decía:
Gen 37:22 No le quitéis la vida, ni derraméis su sangre, sino echadle en aquella cisterna seca que está en el desierto, y no manchéis vuestras manos; lo que decía con el fin de librarle de ellos y restituirle a su padre.
Gen 37:35 Y juntándose todos los demás hijos para aliviar el dolor del padre, no quiso admitir consuelo ninguno, sino que decía: Descenderé deshecho en lágrimas a encontrar y unirme con mi hijo en el sepulcro. Y perseveró en el llanto.
Gen 42:20 y traedme a vuestro hermano menor, para que yo pueda certificarme de vuestros dichos y vosotros no seáis condenados a muerte. Lo hicieron como él decía,
Gen 46:2 oyó en una visión de noche a Dios, que le llamaba, y decía: ¡Jacob , Jacob ! Al cual respondió: Aquí me tienes.
Núm 10:35 Y al tiempo de alzar el arca , decía Moisés: Levántate, Señor, y sean disipados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.
Núm 10:36 Mas al asentarla, decía: Vuélvete, oh Señor, hacia la multitud del ejército de Israel.
Juec 12:5 Ocuparon también los galaaditas los vados del Jordán, por donde habían de pasar a la vuelta los de Efraín. Y cuando llegaba allí alguno de los fugitivos de Efraín y les decía: Os ruego que me dejéis pasar, le preguntaban los galaaditas: ¿No eres tú efrateo? Y respondiendo él: No lo soy,
Juec 19:28 Creyéndola él dormida, le decía: Levántate y vámonos. Mas como no respondiese, y viendo después que estaba muerta, la tomó y la puso sobre su asno, y regresó a su casa.
I Rey 2:15 Y aun antes que quemasen la grosura de la víctima, venía el criado del sacerdote, y decía al que inmolaba: Dame de la carne paraguisársela yo al sacerdote, según su gusto; pues no he de tomar de ti la carne cocida, sino cruda.
I Rey 2:16 Le decía el que inmolaba: Quémese ahora primero la grosura, según el rito, y llévate después todo lo que quisiereis. Mas él respondía diciendo: No, ahora me la darás; de lo contrario, te la quitaré yo por fuerza.
I Rey 17:10 Y decía después jactándose: Yo he desafiado hoy a los batallones de Israel, diciéndoles: Dadme acá un campeón, y mida sus fuerzas conmigo cuerpo a cuerpo.
I Rey 17:25 Y decía uno de los soldados de Israel: ¿No habéis visto ese hombre que se presenta al combate? Pues a insultar a Israel viene. Al que le matare le dará el rey grandes riquezas y a su hija por esposa, y eximirá de tributos en Israel la casa de su padre.
I Rey 18:17 Por lo que dijo Saúl a David: He aquí a Merob, mi hija mayor, voy a dártela por esposa. Tú sobre todo sé valiente, y pelea al servicio del Señor. Al mismo tiempo decía Saúl para consigo: No sea yo el que lo mate; sino sean los filisteos los que lo hagan.
I Rey 27:10 Y le decía Aquis: ¿Hacia qué lado te has dejado caer hoy? David le respondía: Hacia la parte meridional de Judá; o bien hacia el mediodía de Jerameel; o hacia el mediodía de Ceni.
I Rey 27:11 No dejaba David hombre ni mujer con vida; ni conducía prisionero ninguno a Get. No sea caso, decía, que hablen contra nosotros. Esta era la conducta de David, y éste era su proceder todo el tiempo que habitó en el país de los filisteos.
II Rey 12:22 Les respondió David: He ayunado y llorado por el niño mientras vivía, porque decía yo: ¿Quién sabe si el Señor me lo dejará, y quedará con vida el niño?
II Rey 15:2 Y levantándose de madrugada, se ponía a la entrada de la puerta; y a todos los que tenían negocios de tratar, y venían a pedir justicia al rey, los llamaba Absalón, y les decía: ¿De dónde eres tú? Le respondía el hombre: Yo, siervo tuyo, soy de tal tribu de Israel.
II Rey 18:18 Absalón, cuando aún vivía, se había erigido un monumento que se conserva en el Valle del Rey, porque decía: Ya que no tengo hijos, esto servirá para memoria de mi nombre. Dio, pues, su nombre a este monumento, el cual se llama aún hasta hoy día: La mano de Absalón.
II Rey 19:9 Además todo el pueblo esparcido por todas las tribus de Israel, a competencia decía: El rey nos libró del poder de nuestros enemigos, él nos salvó de las manos de los filisteos; y ahora ha tenido que huir de esta tierra por causa de Absalón.
II Rey 20:18 Antiguamente, prosiguió la mujer se decía por proverbio: Los que buscan consejo, búsquenle en Abela, y de este modo lograban su designio.
III Rey 3:22 A esto respondió la otra mujer: Es falso, tu hijo es el que murió, y el que vive es el mío. La otra por el contrario decía: Mientes, pues mi hijo es el vivo, y el tuyo es el muerto. Y de esta manera altercaban en presencia del rey.
III Rey 3:26 Mas entonces la mujer que era madre del hijo vivo, clamó al rey (porque se le conmovieron sus entrañas por amor a su hijo): Dale, te ruego, oh señor, a ella vivo el niño, y no lo mates. Al contrario decía la otra: Ni sea mío ni tuyo, sino divídase.
III Rey 12:26 Al mismo tiempo discurría Jeroboam en su interior, y decía: Presto volverá este reino a ser la casa de David;
III Rey 15:22 Entretanto el rey Asa publicó un bando por toda la tierra de Judá, que decía: Nadie queda exento de acudir a Rama. Con esto recogieron la piedra y madera empleada por Baasa en la construcción de Rama, y con ellas edificó el rey Asa a Gabaa de Benjamín y a Masfa.
III Rey 20:43 Mas el rey de Israel se volvió a su casa, no haciendo caso de lo que le decía el profeta, y entró lleno de furor en Samaria.
IV Rey 8:4 Estaba entonces el rey hablando con Giezi, criado del varón de Dios, y le decía: Cuéntame todas las maravillas que ha hecho Eliseo;
IV Rey 10:6 Mas él les volvió a escribir una segunda carta, en la cual les decía: Si sois de los míos, y me prestáis obediencia, tomad las cabezas de los hijos de vuestro señor, y venid a veros conmigo mañana a estas horas en Jezrael. Eran los hijos del rey en número de setenta: los cuales se criaban en las casas de los magnates de aquella ciudad.
IV Rey 13:14 Y sucedió antes que estando Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió, pasó a visitarle Joás, rey de Israel; y llorando delante de él, decía: Padre mío, padre mío, carro armado de Israel y conductor suyo.
I Par 16:19 Y decía esto, siendo los israelitas pocos en número, pobres y extranjeros en ella.
II Par 2:11 Hiram, rey de Tiro, en la carta con que contestó a Salomón , decía: Por lo mucho que ama el Señor a su pueblo, por eso te ha puesto a ti para que reines sobre él.
II Par 30:6 En efecto, salieron correos por orden del rey y de sus magnates, con cartas circulares para todo Israel y Judá; en las cuales, conforme a lo mandado por el rey, se decía: Hijos de Israel, convertíos al Señor, Dios de Abrahán, y de Isaac, y de Israel, y él acogerá las reliquias que han escapado del poder del rey de los asirios.
I Esd 5:7 La carta que le enviaron decía así: Al rey Darío, salud y toda suerte de prosperidad.
II Esd 1:5 y decía: Te suplico, Señor Dios del cielo, el fuerte, grande y terrible, que guardas el pacto y la misericordia con aquellos que te aman y observan tus mandamientos.
II Esd 6:19 Y lo que más es, le alababan en presencia mía, y le participaban cuanto yo decía, y Tobías escribía después cartas para intimidarme.
Tob 8:12 Porque decía: Le habrá sucedido lo mismo que a los otros siete maridos que se acercaron a ella.
Tob 10:1 Mas como se detuviese Tobías, por razón de las bodas, estaba su padre Tobías con cuidado, y decía: ¿Cuál será el motivo de la tardanza de mi hijo, o por qué se habrá detenido allí?
Tob 10:4 Sobre todo su madre, inconsolable, lloraba amargamente, y decía: ¡Ay de mí; ay hijo mío! ¿Para qué te hemos enviado a lejanas tierras, lumbrera de nuestros ojos, báculo de nuestra vejez, consuelo de nuestra vida, esperanza de nuestra posteridad?
Tob 10:6 Tobías le decía: Calla y no te inquietes, que nuestro hijo lo pasa bien; es muy fiel el varón aquel con quien le enviamos.
Tob 10:8 Entretanto Raguel decía a su yerno: Quédate aquí que yo enviaré a tu padre Tobías noticias de tu salud.
Tob 11:17 Y decía Tobías: Te bendigo, oh Señor Dios de Israel, porque tú me has castigado, y tú me has curado; y yo veo ya a mi hijo Tobías.
Est 11:1 El año cuarto del reinado de Tolomeo y de Cleopatra, Dositeo, que se decía sacerdote u de la estirpe de Leví, y Tolomeo, su hijo, trajeron esta carta del Furim, la que aseguraron haber sido traducida en Jerusalén por Lisímaco, hijo de Tolomeo."
Job 1:5 Concluido el turno de los días del convite, enviaba Job a llamarlos, y los santificaba, y levantándose de madrugada ofrecía holocaustos a Dios por cada uno de ellos. Porque decía: No sea que mis hijos hayan pecado y desechado a Dios en sus corazones. Esto hacía Job en todos aquellos días.
Job 4:16 Se me apareció uno cuyo semblante no pude conocer, un espectro delante de mis ojos, y percibí una voz delicada como de un airecillo suave, que me decía: