Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

cisterna

Gen 37:20 Ea, pues, matémosle, y echémosle en una cisterna vieja; diremos que una bestia feroz lo devoró; y entonces se verá qué le aprovechan sus sueños.
Gen 37:22 No le quitéis la vida, ni derraméis su sangre, sino echadle en aquella cisterna seca que está en el desierto, y no manchéis vuestras manos; lo que decía con el fin de librarle de ellos y restituirle a su padre.
Gen 37:24 Y le metieron en una cisterna vieja que no tenía agua.
Gen 37:28 Y mientras pasaban unos negociantes madianitas, sacándole de la cisterna, le vendieron a aquellos ismaelitas, por veinte siclos de plata; quienes le condujeron a Egipto.
Gen 37:29 Vuelto Rubén a la cisterna, no halló al muchacho;
I Rey 19:22 marchó él mismo a Rámata, y habiendo llegado hasta la gran cisterna de Socó, preguntó, diciendo: ¿Dónde se hallan Samuel y David? Y le respondieron: Están allá en Nayot junto a Rámata.
II Rey 3:26 Y luego que Joab salió de donde David, despachó correos tras de Abner, y lo hizo volver, sin saber nada David, desde la cisterna de Sira.
II Rey 23:15 Dijo, pues, David con mucho anhelo: ¡Ah! ¡si alguno me diera a beber agua de aquella cisterna que hay en Betlehem junto a la puerta!
II Rey 23:16 Al punto estos tres valientes atravesaron el campamento de los filisteos, fueron a sacar agua de la cisterna que hay en Betlehem junto a la puerta, y se la trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que hizo libación de ella, o la derramó, en obsequio del Señor,
II Rey 23:20 El segundo fue Banaías, hijo de Joíada, varón fortísimo, de grandes hazañas, natural de Cabseel; éste destrozó a los dos terribles leones de Moab; y en tiempo de una nevada bajó a una cisterna, y allí mató a un fuerte león.
IV Rey 10:14 Dijo Jehú: Prendedlos vivos. Presos que fueron vivos, los degollaron junto a una cisterna vecina a la Casa-esquileo, en orden de cuarenta y dos hombres, sin perdonar a ninguno.
I Par 11:17 Le vino entonces a David un deseo, y dijo: ¡Oh, quién me diera agua de la cisterna que está junto a la puerta de Betlehem!
I Par 11:18 Al punto, estos tres capitanes pasaron por medio de los campamentos de los filisteos, y sacando agua de la cisterna que está contigua a la puerta de Betlehem, la llevaron a David para que la bebiese, el cual no quiso, sino que la ofreció como libación al Señor,
I Par 11:22 Banaías, hijo de Joíada, varón fortísimo, que había hecho muchas hazañas era natural de Cabseel; él mató a los dos arieles o grandes leones de Moab; y es el mismo que se metió dentro de una cisterna, y mató en medio de ella a un león, en ocasión de una nevada.
Ecle 12:6 Acuérdate de Dios antes que se rompa el cordón de plata, o médula espinal, y se arrugue la venda de oro o membrana que envuelve el cerebro, y se haga pedazos el cántaro sobre la fuente y se quiebre la polea sobre la cisterna;
Ecli 48:19 Ezequías fortificó su ciudad, y condujo el agua al centro de ella; y excavó a poco o a fuerza del hierro una peña viva, e hizo en ella una gran cisterna para conservar el agua.
Isa 36:16 No escuchéis a Ezequías ; porque esto dice el rey de los asirios: Aceptad la paz que os ofrezco y venid a tratar conmigo de vuestra rendición, y comerá cada uno del fruto de su viña, y cada uno del fruto de su higuera y beberá cada cual de vosotros el agua de su cisterna.
Jer 6:7 Como la cisterna conserva fresca su agua, así conserva Jerusalén fresca y reciente la malicia suya. No se oye hablar en ella sino de desafueros y robos; yo veo siempre gente afligida y maltratada.
Jer 38:6 Cogieron, pues, a Jeremías, y lo metieron en la cisterna de Melquías, hijo de Amelec, situada en el atrio de la cárcel; y por medio de sogas descolgaron a Jeremías en la cisterna, donde no había agua, sino lodo; así pues, Jeremías quedó hundido en el cieno.
Jer 38:6 Cogieron, pues, a Jeremías, y lo metieron en la cisterna de Melquías, hijo de Amelec, situada en el atrio de la cárcel; y por medio de sogas descolgaron a Jeremías en la cisterna, donde no había agua, sino lodo; así pues, Jeremías quedó hundido en el cieno.
Jer 38:7 Y Abdemelec, eunuco etíope que estaba en el palacio del rey, supo que habían echado a Jeremías en la cisterna. Se hallaba el rey a la sazón sentado en la puerta de Benjamín.
Jer 38:9 ¡Oh rey y señor mío!, muy mal han obrado estos hombres en todo lo que han atentado contra el profeta Jeremías, echándolo en la cisterna para que allí muera de hambre, pues ya no hay pan en la ciudad.
Jer 38:10 Entonces el rey le dio esta orden a Abdemelec etíope: Llévate de aquí contigo treinta hombres, y saca de la cisterna al profeta Jeremías antes que muera.
Jer 38:11 Tomando, pues, consigo Abdemelec los hombres, entró en el palacio del rey en una pieza subterránea que estaba debajo de la tesorería, y cogió de allí unas ropas viejas y trozos de paño medio consumidos y los echó a Jeremías en la cisterna por medio de cordeles.
Jer 38:13 y tiraron de él con las cuerdas y lo sacaron de la cisterna; y quedó Jeremías en el atrio de la cárcel.
Jer 41:7 Pero así que llegaron al medio de la ciudad, Ismael, hijo de Natanías, los mató a todos con la ayuda de aquellos hombres que tenía consigo, y los echó en medio de la cisterna o foso.
Jer 41:9 La cisterna o foso en que Ismael arrojó todos los cadáveres de aquella gente que asesinó por causa o envidia de Godolías, es aquella misma que hizo el rey Asá con motivo de Baasa, rey de Israel la cual llenó Ismael, hijo de Natanías, de los cuerpos de aquellos que habían muerto.