Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Seir

Gen 14:6 y a los correos en los montes Seir, hasta los Campos de Farán, que está en el desierto.
Gen 32:3 De aquí también despachó mensajeros delante de sí a su hermano Esaú a tierra de Seir, en la Idumea,
Gen 33:14 Vaya mi señor delante de su siervo: yo seguiré poquito a poco sus pisadas, según viere que pueden aguantar mis niños, hasta tanto que llegue a verme con mi señor en Seir.
Gen 33:16 Se volvió, pues, Esaú aquel mismo día a Seir, por el camino que había traído.
Gen 36:8 Esaú, pues, por otro nombre Edom, asentó su morada en el monte Seir.
Gen 36:9 Y los descendientes de Esaú, padre de los idumeos, en el monte Seir, son estos,
Gen 36:20 Los hijos de Seir el horreo, naturales de aquella tierra, son Lotán, y Sobal, y Sebeón y Ana,
Gen 36:21 y Disón, y Eser, y Disán: éstos son los príncipes horreos, hijos de Seir, en la tierra llamada después de Edom.
Gen 36:30 príncipe Disón, príncipe Eser, príncipe Disán: éstos son los príncipes de los horreos, que tuvieron el mando de la tierra de Seir.
Núm 24:18 La Idumea será posesión suya; la herencia de Seir pasará a sus enemigos; peleará Israel con valor.
Deut 1:2 a once jornadas de Horeb, por el camino del monte Seir hasta Cadesbarne.
Deut 1:44 Entonces habiendo salido a vuestro encuentro el amorreo, que habitaba en las montañas, os persiguió, como suelen perseguir las abejas al que las inquieta; y os fue acuchillando desde Seir hasta Horma.
Deut 2:1 Partidos de aquí, fuimos al desierto que guía al mar Rojo, como el Señor me había dicho; y anduvimos largo tiempo rodeando las montañas de Seir.
Deut 2:4 Y tú da esta orden al pueblo, diciéndole: Vosotros pasaréis por los confines de vuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seir, y os temerán.
Deut 2:5 Mas guardaos bien de moverles guerra, porque no os daré de su tierra ni siquiera la huella de un pie, por cuanto di a Esaú en posesión las montañas de Seir.
Deut 2:8 Pasado que hubimos los confines de nuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino llano desde Elat, y desde Asiongaber, llegamos al camino que conduce al desierto de Moab.
Deut 2:12 En Seir asimismo habitaron antes los horreos; y arrojados éstos y destruidos, entraron en su lugar los hijos de Esaú, como lo hizo Israel en la tierra cuya posesión le dio el Señor.
Deut 2:22 como lo había hecho con los hijos de Esaú que habitan en Seir, destruyendo a los horreos y entregándoles su tierra, la cual poseen hasta el día de hoy.
Deut 2:29 como lo hicieron los hijos de Esaú que habitan en Seir, y los moabitas que moran en Ar; hasta que arribemos al Jordán, y entremos en la tierra que nos ha de dar el Señor, Dios nuestro.
Deut 33:2 Dijo así: De Sinaí vino el Señor, y de Seir nos esclareció; resplandeció desde el monte Farán, y con él millares de santos. En su mano derecha traía la ley que nos dio desde en medio del fuego.
Jos 11:17 y parte de la cordillera que se levanta hacia Seir hasta Baalgad, sobre la llanura del Líbano, a la falda del monte Hermón; habiendo cogido, herido y quitado la vida a todos sus reyes.
Jos 12:7 Mas estos son los reyes del país, a quienes derrotó Josué, con los hijos de Israel, de esta otra parte del Jordán al poniente, desde Baalgad en la campiña del Líbano hasta la montaña, de la cual remata una parte en Seir: país que Josué repartió a las tribus de Israel por herencia, a cada una su porción,
Jos 15:10 y desde Baala van rodeando hacia el occidente hasta el monte Seir, y por el norte se arriman al lado del monte Jarim hacia Queslón, de donde descienden a Betsamés, y pasan hasta Tamna;
Jos 24:4 y le di a Isaac: y a éste le di también a Jacob y Esaú; de los cuales a Esaú le entregué la montaña de Seir en posesión: mas Jacob y sus hijos bajaron a Egipto.
Juec 5:3 ¡Oh Señor!, cuando saliste de Seir, y pasaste por las regiones de Edón, se estremeció la tierra, y los cielos y las nubes se disolvieron en aguas.
I Par 1:38 Hijos de Seir: Lotán, Sobal, Sebeón, Ana, Disón, Eser, Disán.
I Par 4:42 Asimismo quinientos hombres de los hijos de Simeón pasaron también al monte Seir, llevando por caudillos a Faltías y Naarías, y a Rafaías, y a Oziel, hijos de Jesí;
II Par 20:10 Ahora, pues, los hijos de Amón y los de Moab, y los de la montaña de Seir, por cuyas tierras no permitiste que pasase Israel al salir de Egipto, antes se desvió Israel de ellos, y no los mató:
II Par 20:22 Luego que dieron principio al canto, convirtió el Señor contra sí mismos las estratagemas de los enemigos, es decir, de los amonitas, y de los moabitas, y de los pueblos de la montaña de Seir, que habían venido para pelear contra Judá, y quedaron derrotados.
II Par 20:23 Porque los amonitas y moabitas se levantaron contra los moradores de la montaña de Seir, los destrozaron y acabaron con ellos; y ejecutado esto, volviendo luego las armas contra sí mismos, se mataron unos a otros a cuchilladas.
II Par 25:11 Amasías lleno de confianza puso en movimiento su gente, y se dirigió al valle de las Salinas, donde derrotó a diez mil de los hijos de Seir o idumeos.
II Par 25:14 Amasías después de la derrota de los idumeos, trayéndose consigo los dioses de los hijos de Seir, los tomó por dioses suyos, y los adoraba y ofrecía incienso.
Ecli 50:28 a los que habitan en la montaña de Seir, y a los filisteos, y al pueblo insensato que mora en Siquem."
Isa 21:11 Duro anuncio contra Duma, o Idumea: Gritando ésta desde Seir: Centinela, ¿qué ha habido esta noche? Centinela, ¿qué ha habido esta noche?
Ezeq 25:8 Esto dice el Señor Dios: Por cuanto Moab y Seir o la Indumea han dicho: Mirad la casa de Judá; ella es como todas las otras naciones,
Ezeq 35:2 Hijo de hombre, dirige tu semblante contra la montaña de Seir, y vaticinarás acerca de ella, y le dirás:
Ezeq 35:3 Esto dice el Señor Dios: Heme aquí contra ti, ¡oh montaña de Seir!, y yo descargaré sobre ti mi mano, y te dejaré asolada y desierta.
Ezeq 35:7 Y dejaré asolada y desierta la montaña de Seir, y haré que no se vea en ella ni el queva ni el que viene.
Ezeq 35:15 Así como tú celebraste con júbilo el que fuese destruida la herencia de la casa de Israel, así yo te destruiré a ti. Devastada serás, ¡oh montaña de Seir!, y toda tú, ¡oh tierra de Idumea!, y conocerán que yo soy el Señor.