Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

sed

Ex 17:3 Allí, pues, el pueblo, hallándose acosado de la sed y sin tener agua, murmuró contra Moisés, diciendo: ¿Por qué nos ha hecho salir de Egipto, para matarnos de sed a nosotros, y a nuestros hijos y ganados?
Ex 17:3 Allí, pues, el pueblo, hallándose acosado de la sed y sin tener agua, murmuró contra Moisés, diciendo: ¿Por qué nos ha hecho salir de Egipto, para matarnos de sed a nosotros, y a nuestros hijos y ganados?
Lev 11:44 Puesto que yo soy el Señor Dios vuestro; sed santos vosotros, pues que yo soy santo. No contaminéis vuestras almas con tocar ningún reptil de los que se mueven sobre la tierra.
Lev 20:7 Santificaos y sed santos, porque yo soy el Señor Dios vuestro.
Núm 20:6 Con esto Moisés y Aarón, separándose de la gente, y entrando en el Tabernáculo de la alianza, se postraron contra el suelo y clamaron al Señor, y dijeron: ¡Oh Señor, nuestro Dios! escucha los clamores de este pueblo, y ábreles tu tesoro, una fuente de agua viva, a fin de que, apagada su sed, cesen de murmurar. En esto apareció la gloria del Señor sobre ellos.
Deut 28:48 Serás hecho esclavo de un enemigo que conducirá el Señor contra ti, le servirás con hambre y sed, y desnudez, y todo género de miserias; y pondrá un yugo de hierro sobre tu cerviz, hasta que te aniquile.
Juec 4:18 le dijo Sísara: Dame por tu vida un poco de agua, que me muero de sed. Abrió ella un odre de leche, y le dio de beber, y volvió a cubrirlo con la ropa.
Juec 15:18 Y acosado en extremo de la sed, clamó al Señor, y dijo: Tú eres quien ha salvado y concedido por medio de tu siervo tan gran victoria; pero he aquí que me muero de sed, y así vendré a caer en manos de los incircuncisos.
Juec 15:18 Y acosado en extremo de la sed, clamó al Señor, y dijo: Tú eres quien ha salvado y concedido por medio de tu siervo tan gran victoria; pero he aquí que me muero de sed, y así vendré a caer en manos de los incircuncisos.
Rut 2:9 y síguelas donde estuviere la siega: porque he dado orden a mis criados para que nadie se meta contigo; antes bien si tuvieres sed, vete al hato, y bebe agua de la misma que beben también mis criados.
I Rey 30:11 Y hallaron en el campo un hombre egipcio, al cual llevaron a David; y le dieron pan para que comiese y agua para que aliviase su sed,
II Rey 17:29 y miel, y manteca de vacas, ovejas y terneros gordos; y lo dieron todo a David y a la gente que lo acompañaba, para que comiesen, persuadidos de que estarían todos acosados del hambre y la sed, hallándose en un desierto.
II Par 32:11 ¿Acaso os tiene engañados Ezequías para dejaros morir de hambre y de sed, con aseguraros que el Señor, vuestro Dios, os librará de las manos del rey de los asirios?
II Esd 9:15 También le diste pan del cielo, estando hambrientos; y cuando tuvieron sed hiciste brotar agua de una peña; y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, que alzada tu mano o con juramento habías prometido darles.
Tob 13:8 Convertíos, pues, oh pecadores, y sed justos delante de Dios, y creed que usará con vosotros de su misericordia.
Jud 7:7 Quedaban, no obstante, a poca distancia de los muros, algunos pequeños manantiales, de donde se veía que iban a sacar a escondidas un poco de agua, más para aliviar la sed que para apagarla.
Jud 7:9 Para que puedas, pues, vencerlos sin venir a las manos, pon guardias en los manantiales, a fin de que no cojan agua de ellos, y así los matarás sin sacar la espada, o a lo menos apurados de la sed, entregarán su ciudad, que por estar situada en los montes, creen inexpugnable.
Jud 7:11 Y después de veinte días que se hacía esta guardia, llegaron a agotarse todas las cisternas y depósitos de agua de todos los habitantes de Betulia, de manera que no tenían dentro de la ciudad agua ni para saciar la sed un solo día, por lo que diariamente se repartía a los vecinos el agua por medida.
Jud 7:14 Y por lo mismo no hay quien nos socorra en esta ocasión en que nos hallamos abatidos a vista de ellos por la sed y por una suma miseria.
Jud 7:17 Os requerimos hoy, poniendo por testigos al cielo y a la tierra, al Dios de nuestros padres, el cual nos castiga conforme a nuestros pecados, para que entreguéis luego la ciudad en poder del ejército de Holofernes, y se acabe en breve al filo de la espada nuestro penar, que se prolonga más y más con el ardor de la sed.
Jud 16:13 Entonces resonó con alaridos el campamento de los asirios, cuando mis pobres conciudadanos, abrasados de sed, se presentaron contra ellos.
Est 9:1 En efecto, a los trece días del mes duodécimo, que como hemos dicho arriba, se llamaba Adar, cuando estaba dispuesta la mortandad de todos los judíos, y sus enemigos ardían en sed de su sangre, trocada la suerte, comenzaron los judíos a prevalecer, y a tomar venganza de sus contrarios.
Job 18:9 Su pie quedará cogido en el lazo, y el cazador arderá de sed por atraparle.
Job 24:11 Se pusieron a holgar entre los montones de los frutos de los infelices, que después de haber pisado las uvas en los lagares han de sufrir la sed.
Salm 68:22 Me presentaron hiel para alimento mío, y en medio de mi sed me dieron a beber vinagre.
Salm 103:11 Con eso beberán todas las bestias del campo; a ellas correrán, acosados de la sed, los asnos monteses.
Prov 8:33 Oíd mis documentos, y sed sabios, y no queráis desecharlos.
Prov 25:21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber;
Sab 11:4 Tuvieron sed, y te invocaron, y les fue dada agua de una altísima peña, y refrigerio a su sed de una dura piedra.
Sab 11:4 Tuvieron sed, y te invocaron, y les fue dada agua de una altísima peña, y refrigerio a su sed de una dura piedra.
Sab 11:9 demostrando, por la sed que hubo entonces, cómo ensalzabas a los tuyos, y hacías perecer a sus contrarios.
Sab 11:15 Así fue que a aquel pueblo y caudillo, de quien se mofaban, como de gente echada a la aventura en aquella inhumana exposición de los niños, al fin de los sucesos lo miraban con admiración; habiendo ellos padecido una sed, bien diferente de la de los justos, que luego fue remediada.
Ecli 24:29 Los que de mí comen, tienen siempre hambre de mí, y tienen siempre sed los que de mí beben; jamás se empalagan."
Ecli 51:32 ¿Por qué os detenéis todavía? ¿Y qué respondéis a esto, estando vuestras almas ardiendo de sed?"
Isa 5:3 Ahora, pues, habitantes de Jerusalén , y vosotros, ¡oh varones de Judá!, sed jueces entre mí y mi viña.
Isa 5:13 Por eso mi pueblo fue llevado cautivo, porque le faltó el saber, y sus nobles murieron de hambre, y la plebe pereció de sed.
Isa 29:8 Y así como el hambriento sueña que come, y cuando despierta se siente con hambre; y como sueña el sediento que bebe, y cuando se despierta se siente acosado de la sed y con ansia de beber; del mismo modo sucederá a todas aquellas gentes o naciones que pelearon contra el monte de Sión.
Isa 32:6 Porque el necio hablará necedades y su corazón maquinará maldades usando de hipocresía y hablando de Dios con doblez y consumiendo el alma del hambriento y quitando el agua al que muere de sed.
Isa 35:7 Y la tierra que estaba árida, quedará llena de estanques, y de aguas la que ardía en sed. En las cuevas, que eran antes guaridas de dragones, nacerán la verde caña y el junco.
Isa 41:17 Los pobres y menesterosos buscan agua, y no la hay; se secó de sed su lengua; yo el Señor los oiré benigno. Yo el Dios de Israel no los abandonaré.
Isa 48:21 Cuando los guió por el desierto, no padecieron sed; de una roca les hizo salir agua; rompió la peña y brotaron aguas en abundancia.
Isa 49:10 No padecerán hambre ni sed, ni el ardor del sol les ofenderá; porque aquel Señor que usa de tanta misericordia para con ellos, los conducirá, y los llevará a beber en los manantiales de las aguas.
Isa 65:13 Por tanto, esto dice el Señor Dios: Sabed que mis siervos comerán, y vosotros padeceréis hambre; mis siervos beberán, y vosotros padeceréis sed;
Jer 2:25 Guarda tu pie de la desnudez, y tu garganta de la sed. Mas tú has dicho: Desesperada estoy; por ningún caso lo haré, porque amé los dioses extraños, y tras ellos andaré.
Jer 48:6 Huid, salvad vuestras vidas; sed como tamariscos en el desierto.
Jer 50:8 Huid de en medio de Babilonia y salid del país de los caldeos; y sed como los machos cabríos delante del rebaño.
Lam 4:4 Al niño de pecho se le pegaba la lengua al paladar, por causa de la sed; pedían pan los niños, y no había quien se lo repartiese.
Os 2:3 No sea que yo la despoje y desnude, y la ponga tal como en el día que nació, y la deje hecha una soledad, y como una tierra inhabitable, y la reduzca a morir de sed.
Amós 8:11 He aquí que viene el tiempo, dice el Señor, en que yo enviaré hambre sobre la tierra; no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra del Señor.
Amós 8:13 En aquel día desfallecerán de sed las hermosas doncellas y los gallardos jóvenes;