Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

quedé

Job 4:14 quedé sobrecogido de pavor, y todo temblando, y se estremecieron todos mis huesos;
Salm 56:5 y sacó mi alma de entre fuertes leones; lleno de turbación me quedé como adormecido. Porque rejones y flechas son los dientes de los hijos de los hombres, y su lengua tajante espada.
Salm 72:22 y yo quedé aniquilado sin saber por qué.
Salm 76:3 En el día de mi tribulación acudí solícito a Dios, levanté por la noche mis manos hacia él, y no quedé burlado. Se había negado mi alma a todo consuelo:
Salm 118:52 Me acordé, ¡oh Señor! de tus eternos juicios, y quedé consolado.
Sab 8:2 A ésta amé yo, y busqué desde mi juventud, y procuré tomarla por esposa mía, y quedé enamorado de su hermosura.
Isa 21:3 Por esto están doloridas mis entrañas y padezco una congoja semejante a la de una mujer que está de parto; me atemoricé al oírlo, y al verlo quedé sin aliento.
Jer 20:7 ¡Oh Señor!, tú me deslumbraste, al encargarme este penoso ministerio; y yo quedé deslumbrado, yo ya me resistía; pero tú fuiste más fuerte que yo, y te saliste con la tuya; yo soy todo el día objeto de burla, todos hacen mofa de mí;
Ezeq 9:8 Y acabada la mortandad, quedé yo allí, y me postré sobre mi rostro, y levantando el grito, dije: ¡Ay, ay, Señor Dios! ¡Ay! ¿Por ventura destruirás todos los restos de Israel, derramando tu furor sobre Jerusalén ?
Dan 7:15 Se apoderó de mí el terror. Yo, Daniel, quedé atónito con tales cosas; y las visiones que había tenido llenaron de turbación mi mente.
Dan 7:28 Aquí acabó el razonamiento. Yo Daniel, quedé muy conturbado con mis pensamientos, y se cambió el color de mi rostro; conservé en mi corazón esta visión admirable.
Dan 10:8 Y habiendo quedado yo solo, tuve esta gran visión, y me quedé sin aliento, y se me demudó el rostro, y caí desmayado, perdidas todas las fuerzas.
Dan 10:13 Pero el príncipe del reino de los persas se ha opuesto a mí por espacio de veintiún días; y he aquí que vino en mi ayuda Miguel, uno de los primeros príncipes, y yo me quedé allí al lado del rey de los persas.
Dan 10:15 Y al tiempo que me decía él estas palabras, bajé al suelo mi rostro, y me quedé en silencio.
Hab 3:1 Oí, ¡oh Señor!, tu anuncio, y quedé lleno de un respetuoso temor. ¡Señor!, aquella inefable obra tuya, ejecútala en medio de los años.
Rom 7:10 y yo quedé muerto; con lo que aquel mandamiento, que debía servir para darme la vida, ha servido para darme la muerte.
Apoc 17:6 Y vi a esta mujer embriagada con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús . Y al verla quedé sumamente atónito.