Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

nieve

Ex 4:6 Le dijo todavía el Señor: Mete tu mano en tu seno. Y habiéndola metido, la sacó cubierta de lepra, blanca como la nieve.
Núm 12:10 Se apartó también la nube que estaba sobre el Tabernáculo; y he aquí que María de repente se vio cubierta de lepra blanca como la nieve. Y como Aarón la mirase y viese toda cubierta de lepra,
IV Rey 5:27 Pero también la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre. En efecto, salió Giezi de su presencia cubierto de lepra blanca como nieve.
Job 6:16 Pero a veces los que temen la escarcha son abrumados de la nieve.
Job 6:17 Como los torrentes, al mismo tiempo que se desparramen se perderán; y como la nieve calentando el sol, se derretirán.
Job 9:30 Por más que me lave con aguas de nieve, y reluzcan mis manos de puro limpias,
Job 24:19 Desde aguas de nieve pasará a calores excesivos ya que el pecado será su compañero hasta el infierno.
Job 37:6 El manda a la nieve que descienda sobre la tierra, y hace caer las lluvias abundantes del invierno, y los aguaceros del verano;
Job 38:22 ¿Por ventura has entrado en los depósitos de la nieve, y has visto los otros donde está amontonado el granizo,
Salm 50:9 Me rociarás, Señor, con el hisopo, y seré purificado; me lavarás, y quedaré más blanco que la nieve.
Salm 67:15 Cuando el rey celestial ejerza su juicios sobre los reyes de la tierra, quedarán más blancos que la nieve del monte Selmón.
Salm 147:16 El nos da la nieve como copos de lana; esparce la escarcha como ceniza.
Salm 148:8 Fuego, granizo, nieve, hielo, vientos procelosos, vosotros que ejecutáis sus órdenes.
Prov 25:13 Como la frescura de la nieve en tiempo de la siega, así el mensajero fiel refrigera el alma de aquel que lo envió.
Prov 26:1 Así como la nieve es inoportuna y nociva en el verano, y las lluvias durante la siega, así lo es la gloria en el necio.
Ecli 43:14 El Señor con su mandato hace venir con presteza la nieve, y despide con suma velocidad las centellas, según sus decretos.
Ecli 43:19 esparcen los copos de nieve, la cual desciende como las aves que bajan para descansar en el suelo, o como las langostas que se echan y cubren la tierra.
Isa 1:18 Y entonces venid y argüidme, dice el Señor: Aunque vuestros pecados os hayan teñido como la grana, quedarán vuestras almas blancas como la nieve; y aunque fuesen teñidas de encarnado como el rojo, se volverán del color de la lana más blanca.
Isa 55:10 Y al modo que la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, y la penetran, y la fecundan, a fin de que dé simiente que sembrar y pan que comer,
Jer 18:14 ¿Acaso puede faltar nieve en los peñascos de las espaciosas sierras del Líbano? ¿O pueden agotarse los manantiales, cuyas frescas aguas corren sobre la tierra?
Lam 4:7 Sus nazareos eran más blancos que la nieve, más lustrosos que la leche, más rubicundos que el marfil antiguo, más bellos que el zafiro.
Dan 7:9 Estaba yo observando, hasta tanto que se pusieron unas sillas; y el anciano de muchos días se sentó, eran sus vestiduras blancas como la nieve, y como lana limpia los cabellos de su cabeza; de llamas de fuego era su trono, y fuego encendido las ruedas de éste.
Zac 10:1 Pedid al Señor las lluvias tardías, y el Señor enviará también nieve, y os dará lluvias abundantes, y abundante hierba en el campo de cada uno de vosotros.
I Mac 13:22 En vista de lo cual dispuso Trifón toda su caballería para partir aquella misma noche a socorrerlos; mas por haber gran cantidad de nieve, no se verificó su ida al territorio de Galaad.
Mt 17:2 se transfiguró en su presencia; de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la nieve.
Mt 28:3 Su semblante brillaba como el relámpago, y era su vestidura blanca como la nieve.
Mc 9:2 de forma que sus vestidos aparecieron resplandecientes, y de un candor extremado como la nieve, tan blancos que no hay lavandero en el mundo que así pudiese blanquearlos.
Apoc 1:14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana más blanca, y como la nieve; sus ojos parecían llamas de fuego;