Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

lanza

Juec 5:7 Nuevo y maravilloso modo de guerrear escogió el Señor, y él mismo, por medio de una mujer, destruyó las fuerzas de los enemigos: no se veía lanza ni escudo entre cuarenta mil soldados de Israel.
I Rey 13:22 Y así fue que venido el día de la batalla, no se halló entre toda la gente que tenían consigo Saúl y Jonatás quien tuviese en su mano espada o lanza, a excepción de Saúl y de su hijo Jonatás.
I Rey 17:7 El astil de su lanza era grueso como el rodillo de un telar, y el hierro o punta de la misma pesaba seiscientos siclos; e iba delante de él su escudero.
I Rey 17:45 Mas David respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada, lanza y escudo; pero yo salgo contra ti en el nombre del Señor de los ejércitos, del Dios de las legiones de Israel, a las cuales tú has insultado este día.
I Rey 17:47 y conozca todo este concurso de gente, que el Señor salva sin espada ni lanza; porque él es el árbitro de la guerra, y él os entregará en nuestras manos.
I Rey 18:10 Otro día sucedió que el espíritu malo, permitiéndolo Dios, volvió a apoderarse de Saúl, que andaba por su palacio hablando como un frenético. David tañía el arpa delante de él, como los demás días. Y teniendo Saúl a mano una lanza,
I Rey 19:9 Mas el espíritu malo, permitiéndolo el Señor, asaltó otra vez a Saúl. Estaba éste sentado en su palacio, y tenía una lanza en la mano; y mientras David tañía el arpa delante de él,
I Rey 19:10 tiró Saúl a traspasarle con la lanza y clavarle en la pared. Mas David declinó el golpe; y la lanza, sin haberle herido, fue a dar en la pared; y escapó David al instante, y se libertó aquella noche.
I Rey 19:10 tiró Saúl a traspasarle con la lanza y clavarle en la pared. Mas David declinó el golpe; y la lanza, sin haberle herido, fue a dar en la pared; y escapó David al instante, y se libertó aquella noche.
I Rey 20:33 Y al oír Saúl esto, agarró la lanza para atravesarle. Entonces conoció Jonatás que su padre tenía resuelto matar a David.
I Rey 21:9 Dijo todavía David a Aquimelec: ¿Tienes aquí a mano alguna lanza o espada? pues no he traído conmigo mi espada ni mis armas; porque urgía la orden del rey.
I Rey 22:7 Y supo Saúl que David y la gente que tenía, se habían dejado ver. Estando, pues, Saúl en Gabaa, y hallándose un día en un bosque cerca de Ramá, teniendo en su mano la lanza, y rodeado de todos sus criados,
I Rey 26:7 Fueron, pues, David y Abisai de noche al campamento, y hallaron a Saúl echado y durmiendo en su tienda, y la lanza hincada en tierra a su cabecera; y Abner con la tropa, que dormían alrededor de Saúl.
I Rey 26:11 líbreme Dios de levantar mi mano contra el ungido del Señor. Ahora, pues, toma la lanza que tiene a su cabecera, y el jarro del agua, y vámonos.
I Rey 26:12 Se llevó, pues, David la lanza y el jarro del agua que tenía Saúl junto a su cabeza y se fueron, sin que hubiese persona que los viese, ni sintiese, o que despertase; sino que todos dormían poseídos de un sueño profundo que el Señor les había enviado.
I Rey 26:16 No es esto cumplir bien tu obligación. Vive Dios, que sois reos de muerte, vosotros que no habéis guardado a vuestro dueño, el ungido del Señor; y si no, ved ahora donde está la lanza del rey, y el jarro del agua que tenía a su cabecera.
I Rey 26:22 A lo que respondiendo David, dijo: Aquí está la lanza del rey; pase acá uno de los criados, y llévela.
II Rey 1:6 Le respondió aquel mozo: Llegué yo casualmente al monte Gelboé, al tiempo que Saúl se había arrojado sobre la punta de su lanza; y cuando ya los carros de guerra y la caballería del enemigo se le acercaban,
II Rey 2:22 Segunda vez replicó Abner a Asael: Retírate, deja de seguirme, no me pongas en términos en que me vea forzado a coserte en tierra con la lanza, y después no tenga valor para mirar la cara de tu hermano Joab.
II Rey 2:23 Mas él no hizo caso, ni quiso desviarse. Entonces Abner lo hirió con la parte inferior de la lanza en una ingle, y lo atravesó de parte a parte, dejándole muerto en el mismo sitio; y todos cuanto pasaban por el lugar en que Asael cayó muerto, se detenían.
II Rey 21:16 Jesbibenob, del linaje de Arafa, que llevaba una lanza, cuyo hierro pesaba trescientas onzas, y ceñía una espada flamante, intentó herir a David.
II Rey 21:19 Hubo después en Gob una tercera guerra contra los filisteos, en la cual Adeodato, hijo de Saltus, que tejía telas de colores en Betlehem, mató a Goliat de Get, que llevaba una lanza, cuyo astil era como un rodillo de telar.
II Rey 23:7 sino que se arma o cubre de hierro o toma un asta de lanza, y mete fuego en ellas para abrasarlas y reducirlas a la nada.
II Rey 23:18 Asimismo Abisai, hermano de Joab e hijo de Sarvia, era el principal entre los tres valientes del segundo ternario. Este es el que enristró su lanza contra trescientos y los mató; él era famoso entre los tres,
II Rey 23:21 Este mismo quitó la vida a un egipcio, varón de prodigiosa estatura, que tenía una lanza en la mano. Yendo, pues, contra él, con un palo, le arrancó a viva fuerza la lanza de la mano, y lo mató con ella.
II Rey 23:21 Este mismo quitó la vida a un egipcio, varón de prodigiosa estatura, que tenía una lanza en la mano. Yendo, pues, contra él, con un palo, le arrancó a viva fuerza la lanza de la mano, y lo mató con ella.
I Par 11:11 Y ésta es la lista de los campeones de David: Jesbaán, hijo de Hacamoni, caudillo de treinta, que vibró su lanza contra trescientos, a quienes hirió en un solo combate.
I Par 11:20 Asimismo Abisai, hermano de Joab, era el principal de otros tres. También éste blandió su lanza contra trescientos, a los cuales mató; y él era el más famoso entre los tres,
I Par 11:23 Mató también él mismo a un egipcio, cuya estatura era de cinco codos, y que tenía una lanza semejante al rodillo de un telar. Arremetió, pues, contra él con un palo, y le arrebató la lanza que tenía en la mano, y con esta misma lanza lo mató.
I Par 11:23 Mató también él mismo a un egipcio, cuya estatura era de cinco codos, y que tenía una lanza semejante al rodillo de un telar. Arremetió, pues, contra él con un palo, y le arrebató la lanza que tenía en la mano, y con esta misma lanza lo mató.
I Par 11:23 Mató también él mismo a un egipcio, cuya estatura era de cinco codos, y que tenía una lanza semejante al rodillo de un telar. Arremetió, pues, contra él con un palo, y le arrebató la lanza que tenía en la mano, y con esta misma lanza lo mató.
I Par 12:8 Además de éstos se pasaron a David, mientras estaba escondido en el desierto, hombres muy valientes y bravos campeones de la tribu de Gad, armados de escudo y lanza; sus caras como caras de leones, y ligeros como cabras monteses.
I Par 12:24 De los hijos de Judá, armados de escudo y lanza, y prontos para la batalla, seis mil ochocientos.
I Par 12:34 Y de Neftalí mil de los principales, con treinta y siete mil hombres armados de escudo y lanza.
I Par 20:5 Otra guerra hubo también contra los filisteos, en la cual Areodato, hijo de Salto, natural de Betlehem, mató a un hermano de Goliat de Get, que traía una lanza, cuyo astil era como un rodillo de tejedores.
II Par 25:5 Congregó después Amasías a Judá, y según la distribución de familias, puso tribunos y centuriones en todo Judá y Benjamín; e hizo el censo de su población desde veinte años arriba y halló trescientos mil mozos hábiles para la guerra, y el manejo de lanza y escudo.
Jud 11:2 Que si tu pueblo no me hubiese despreciado, no hubiera empuñado mi lanza contra él.
Job 39:23 oye sobre sí el ruido de la aljaba, el vibrar de la lanza, y el manejo del escudo,
Job 41:26 Si alguno quiere embestirlo, no sirven contra él ni espada, ni lanza, ni coraza;
Job 41:29 Mirará el martillo como una arista; y se reirá de la lanza enristrada.
Sab 5:21 De su inflexible ira se hará Dios una aguda lanza; y todo el universo peleará con él contra los insensatos.
Ecli 29:17 y la lanza de un campeón.
Ecli 43:16 Con su gran poder condensa las nubes, y lanza de ellas piedras de granizo.
Hab 3:11 El sol y la luna se mantuvieron en sus puestos; marcharán ellos al resplandor de sus saetas, al resplandor de tu relumbrante lanza.
II Mac 11:8 Mientras, pues, que iban marchando todos con ánimo denodado, se les apareció, al salir de Jerusalén , un personaje a caballo, que iba vestido de blanco, con armas de oro, y blandiendo la lanza.
II Mac 15:11 Y armó a cada uno de ellos, no tanto con darle escudo y lanza, como con admirables discursos y exhortaciones, y con la narración de una visión muy fidedigna que había tenido en sueños, la cual llenó a todos de alegría.
Mt 12:24 Pero los fariseos, oyéndolo, decían: Este no lanza los demonios sino por obra de Beelzebub, príncipe de los demonios.
Mt 17:20 Y además, que esta casta de demonios no se lanza sino mediante la oración y el ayuno.
Mc 3:22 Al mismo tiempo los escribas que habían bajado de Jerusalén , no dudaban decir: Está poseído de Beelzebub; y así, por arte del príncipe de los demonios es como lanza los demonios.
Jn 19:34 sino que uno de los soldados con la lanza le abrió el costado, y al instante salió sangre y agua.