Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

humanos

IV Rey 23:20 Y degolló a todos los sacerdotes de las alturas, que estaban allí encargados de los altares; y quemó sobre estos altares huesos humanos, y volvió a Jerusalén .
Job 10:5 ¿Son acaso tus días como los días del hombre, o tus años semejantes a los años humanos,
Salm 81:2 ¿Hasta cuándo, les dice, seguiréis juzgando injustamente, y guardaréis respetos humanos en favor de los pecadores?
Prov 27:19 Como en las aguas se representan los semblantes de los que se miran en ellas, así los corazones humanos son manifiestos a los prudentes.
Ecli 16:21 ¿y quién es el que entiende sus caminos?; ¿y aquella espantosa tormenta del Juicio Final , que jamás habrán visto igual ojos humanos?
Ecli 20:24 Tal hay que pierde su alma por respetos humanos, y la pierde por miramiento a un imprudente; y por un tal hombre se pierde a sí mismo.
Ecli 20:25 Hay quien por respetos humanos promete al amigo lo que no puede cumplir; y la ganancia que de eso saca es hacérselo gratuitamente enemigo.
Jer 9:22 Diles, pues tú, Jeremías: Así habla el Señor: Los cadáveres humanos quedarán tendidos por el suelo, como el estiércol sobre un campo, y como el heno que tira tras de sí el segador, sin que haya quien lo recoja.
II Mac 6:29 Y aquellos que le llevaban, y que poco antes se le habían mostrado muy humanos, pasaron a un extremo de furor por las palabras que había dicho; las cuales creían efecto de arrogancia."
Mc 12:14 los cuales vinieron y le dijeron: Maestro, nosotros sabemos que eres hombre veraz, y que no atiendes a respetos humanos, porque no miras la calidad de las personas, sino que enseñas el camino de Dios con lisura: ¿Nos es lícito a nosotros pagar tributo a César, o podremos no pagarlo?
Lc 16:15 Mas Jesús les dijo: Vosotros os vendéis por justos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que parece sublime a los ojos humanos, a los de Dios es abominable.
Lc 20:21 Así le propusieron una cuestión en estos términos: Maestro, bien sabemos que tú hablas, y enseñas lo que es justo, y que no andas con respetos humanos, sino que enseñas el camino de Dios según la verdad:
II Cor 10:4 Pues las armas con que combatimos no son carnales, sino que son poderosísimas en Dios para derrocar fortalezas, destruyendo nosotros con ellas los proyectos o raciocinios humanos,