Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

endurecieron

I Rey 6:6 ¿Por qué endurecéis vuestros corazones, como endurecieron el suyo Egipto y el faraón? ¿No es así que después de haber sido castigado con varias plagas, entonces soltó a los israelitas, para que se fuesen?
IV Rey 17:14 Mas ellos no dieron oídos; antes endurecieron su cerviz, o se obstinaron, imitando la dureza de sus padres, los cuales no quisieron obedecer al Señor Dios suyo.
II Esd 9:16 Pero así ellos como nuestros padres obraron con soberbia y altanería, y endurecieron sus cervices, y no obedecieron tus mandamientos.
II Esd 9:17 No quisieron escucharte ni acordarse de las maravillas que a favor de ellos hiciste; antes endurecieron sus cervices, y como rebeldes quisieron elegirse un caudillo para volverse a su esclavitud de Egipto. Pero tú, oh Dios propicio, clemente y misericordioso, de larga, y de mucha benignidad, no los abandonaste,
II Esd 9:29 Y los exhortaste vivamente a volver a tu ley; pero ellos procedieron con altivez, y no obedecieron tus mandamientos, y pecaron contra tus leyes, en cuya observancia halla el hombre la vida, y rezongones sacudieron la carga del hombro, y endurecieron su cerviz, y no hicieron caso.
Job 38:38 ¿Dónde estabas cuando se formó en masa el polvo de la tierra, y se endurecieron sus terrones?
Jer 5:3 Señor, tus ojos están mirando siempre la fidelidad o verdad; azotaste a estos perversos, y no les dolió; los moliste a golpes, y no han hecho caso de la corrección; endurecieron sus frentes más que un peñasco, y no han querido convertirse a ti.
Jer 7:26 Mas los hijos de mi pueblo no me escucharon, sino que se hicieron sordos y endurecieron su cerviz, y se portaron peor que sus padres.
Jer 17:23 Mas ellos no quisieron escuchar, ni prestar oídos a mis palabras; al contrario, endurecieron su cerviz para no oírme, ni recibir mis documentos.
Zac 7:12 Y endurecieron su corazón como un diamante; para no hacer caso de la ley, ni de las palabras que les había dirigido el Señor por medio de su espíritu, puesto en boca de los anteriores profetas. De donde provino la gran indignación del Señor de los ejércitos.