Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

echó

Gen 1:28 Y les echó Dios su bendición y dijo: Creced y multiplicaos, y henchid la tierra, y enseñoreaos de ella, y dominad a los peces del mar y a las aves del cielo y a todos los animales que se mueven sobre la tierra.
Gen 3:23 Y le echó el Señor Dios del paraíso de deleites, para que labrase la tierra, de que fue formado.
Gen 5:2 Los creó varón y hembra, y les echó su bendición; y al tiempo que fueron creados le puso por nombre Adán.
Gen 8:10 Esperando, pues, otros siete días más, segunda vez echó a volar la paloma fuera del Arca ;
Gen 8:12 Con todo eso aguardó otros siete días, y echó a volar la paloma, la cual no volvió ya más a él.
Gen 9:21 Y bebiendo de su vino, quedó embriagado y se echó desnudo en medio de su tienda.
Gen 14:15 Donde divididas las tropas, se echó sobre ellos de noche; y los desbarató, y los fue persiguiendo hasta Hoba, que está a la izquierda de Damasco.
Gen 21:15 Y habiéndosele acabado el agua del odre, abandonó a su hijo que se echó debajo de un árbol, de los que allí había.
Gen 33:4 Entonces Esaú, corriendo al encuentro de su hermano, le abrazó, y estrechándose con su cuello y besándole, echó a llorar.
Gen 40:23 Con todo el copero mayor, vuelto a su prosperidad, echó en olvido a su intérprete.
Gen 45:14 Y arrojándose sobre el cuello de su hermano Benjamín, abrazados con él echó a llorar, llorando éste igualmente sobre su cuello.
Ex 4:3 Dijo el Señor: Arrójala en tierra. La arrojó, y se convirtió en una serpiente, de manera que Moisés echó a huir.
Ex 7:10 Habiéndose, pues, presentado Moisés y Aarón al faraón, hicieron lo que Dios les había ordenado, y Aarón echó la vara en presencia del faraón y de sus servidores o cortesanos, la cual se convirtió en culebra.
Ex 12:34 El pueblo, pues, tomó la harina amasada, antes que se le pusiese levadura, y envuelta en los mantos o capas se la echó a cuestas.
Ex 24:6 Tomó entonces Moisés la mitad de la sangre y la echó en tazas, y derramó sobre el altar la otra mitad.
Lev 9:10 Y echó en el fuego sobre el altar la grasa, y los riñones, y la telilla del hígado, que se ofrecen por el pecado, conforme había el Señor ordenado a Moisés;
Núm 16:34 Al punto todo Israel, que estaba al contorno, a los alaridos de los que perecían echó a huir diciendo: No sea que nos trague también a nosotros la tierra.
Núm 22:27 Y como viese la burra al ángel parado delante de ella, se echó en el suelo debajo del que la montaba; el cual enfurecido la apaleaba más fuerte, con la vara, en los costados.
Deut 33:20 Dijo también a Gad: Bendito sea Gad en su expansión o ancho territorio: se echó a descansar como un león, arrebató de una vez brazo y cabeza.
Jos 10:9 Josué, pues, caminando desde Gálgala toda la noche, se echó sobre ellos de repente.
Jos 18:10 El cual echó las suertes delante del Señor allí en Silo, y dividió la tierra en siete partes entre los hijos de Israel.
Jos 24:18 y echó a todas las naciones a los amorreos habitantes del país en que nosotros hemos entrado. Así que serviremos al Señor; pues él es nuestro Dios.
Juec 4:14 Y el Señor aterró a Sísara, y a todos sus carros de guerra, y su gente, la cual fue pasada a cuchillo al presentarse Barac: en tanto grado, que Sísara, saltando de su carro, echó a huir a pie.
Juec 6:14 Entonces el ángel que representaba al Señor echó una mirada sobre él, y le dijo: Anda, ve con ese tu valor y libertarás a Israel del poder de Madián: sábete que soy yo el que te envío.
Juec 7:13 Así que se acercó Gedeón, oyó que uno contaba a su camarada cierto sueño, y refería en esta forma lo que había visto: Acabo de tener un sueño, en que veía venir rodando un pan de cebada cocido en el rescoldo, y bajar hacia el campamento de Madián, y que chocando contra un pabellón le trastornó con el golpe, y le echó por tierra.
Juec 9:41 Abimelec se detuvo en Ruma; pero Zebul, juntando los de su partido, echó de la ciudad a Gaal y a sus compañeros, no permitiendo que permanecieran dentro.
Juec 9:43 movió su ejército, y lo dividió en tres escuadrones, armando emboscadas en el campo. Y viendo que el pueblo salía de la ciudad, se levantó y se echó sobre ellos
I Rey 9:25 Y habiendo bajado del lugar excelso a la ciudad. Samuel conversó con Saúl en el terrado. Allí se echó Saúl y durmió.
I Rey 11:4 Llegaron, pues, los mensajeros a Gabaa, patria de Saúl, y refirieron lo dicho, escuchándolo el pueblo; todo el cual a voz en grito echó a llorar.
I Rey 17:51 fue corriendo y se echó encima del filisteo, le quitó la espada, la desenvainó, y acabándole de matar, le cortó la cabeza. Viendo, pues, los filisteos muerto al más valiente de los suyos, echaron a huir.
I Rey 20:25 Y estando el rey sentado en su silla, que estaba junto a la pared, según costumbre, se levantó Jonatás, y se sentó Abned a un lado de Saúl y se echó de ver vacío el puesto de David.
I Rey 25:24 Y se echó a sus pies, y le dijo: Recaiga sobre mí, señor mío el castigo de la iniquidad de mi marido; te ruego solamente que permitas a su esclava el que te hable y te dignes escuchar lo que va a decirte tu sierva.
I Rey 31:5 Al ver el escudero muerto a Saúl, se echó el mismo también sobre su espada, y murió junto con él.
II Rey 1:15 Y llamando a uno de sus soldados, le dijo: Arrójate sobre ese hombre, y mátalo. En efecto, se echó sobre él, y lo hirió, y lo mató;
II Rey 4:4 Quedábale a Jonatás, hijo de Saúl, un hijo tullido de los pies, porque siendo de cinco años, cuando llegó de Jezrael la funesta noticia de Saúl y de Jonatás, lo tomó su ama de leche en brazos y echó a huir, y con la precipitación de la fuga cayó, y el niño quedó cojo. Se llamaba Mifiboset.
II Rey 13:25 Respondió el rey a Absalón: No quieras pretender que vayamos todos, pues te sería muy costoso. Y como le hiciese nuevas instancias, David rehusó siempre ir, y le echó su bendición.
II Rey 18:21 Y así dijo Joab a Cusi: Ve tú y refiere al rey lo que has visto. Cusi hizo una profunda reverencia a Joab, y echó a correr.
II Rey 18:33 Entonces el rey, lleno de tristeza, subió a la torre o cuarto que estaba sobre la puerta, y se echó a llorar, diciendo mientras subía: ¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón, hijo mío! ¡Quién me diera, Absalón hijo mío, que yo muriera por ti! ¡Oh hijo mío Absalón!
III Rey 15:13 Y además echó de su lado a su madre Maaca, para que no presidiese en las ceremonias de Príapo, en el bosque que le había consagrado; y arruinó su caverna, e hizo pedazos el obscenísimo simulacro, y lo quemó en el torrente de Cedrón.
III Rey 16:34 En su tiempo Hiel, natural de Betel reedificó Jericó ; cuando echó los cimientos, perdió a Abiram su primogénito; y cuando colocó las puertas, murió Segub, el último de sus hijos; conforme a lo que había predicho el Señor por boca de Josué, hijo de Nun.
III Rey 19:19 Partido que hubo de allí Elías, halló a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas de bueyes, y él era uno de los que araban con una de las doce yuntas; y Elías, así que llegó a él, le echó su manto encima.
IV Rey 2:21 se fue al manantial de las aguas, echó en él la sal, y dijo: Esto dice el Señor: Yo he hecho saludables estas aguas, y nunca más serán causa de muerte ni de esterilidad.
IV Rey 4:27 Mas así que llegó al monte y a la presencia del varón de Dios, se echó a sus pies y acercándose Giezi para apartarla, le dijo el varón de Dios: Déjala, porque su alma está llena de amargura, y el Señor me la ha ocultado, y no me ha revelado nada de eso.
IV Rey 4:34 Subió después sobre la cama, y se echó sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre los ojos, y sus manos sobre las manos; y encorvado así sobre el niño, la carne del niño entró en calor.
IV Rey 4:39 En esto, uno de ellos salió al campo a coger hierbas silvestres, y halló una como parra o vid silvestre, de que cogió unas tueras, cuantas pudo llevar en la falda de su vestido y así que volvió las hizo rajas, y las echó en la olla del potaje, sin saber qué cosa era.
IV Rey 4:41 Mas él: Traedme, dijo, harina; y así que se la trajeron, la echó en la olla, y dijo: Ve repartiendo potaje a la gente para que coma; y no hubo más rastro de amargura en la olla.
IV Rey 8:11 Y estuvo el varón de Dios un rato parado con él, y se conturbó hasta demudar el semblante, y echó a llorar.
IV Rey 9:10 Y a Jezabel la comerán los perros en Jezrael, sin que haya quien la entierre. Dicho esto, abrió la puerta y echó a correr.
IV Rey 9:23 Al punto Joram volvió las riendas y echó a huir diciendo Ocozías: Traición, Ocozías.
IV Rey 9:27 Al ver esto Ocozías, rey de Judá, echó a huir por el camino de la casa del huerto. Y corrió Jehú tras él, diciendo: Matad también a éste dentro de su coche. Y lo hicieron en la cuesta de Gaver, junto a Jeblaam, y siguió huyendo hasta Mageddo, donde murió.