Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

crecer

Gen 17:6 Yo te haré crecer hasta lo sumo, y te constituiré cabeza o estirpe de muchos pueblos, y reyes descenderán de ti.
Gen 40:10 que tenía tres sarmientos, crecer insensiblemente hasta echar botones, y después de salir las flores, madurar las uvas,
Lev 26:9 Echaré sobre vosotros una mirada benigna, y os haré crecer, y seréis multiplicados, y confirmaré mi alianza con vosotros.
Núm 6:5 Todo el tiempo de su consagración o nazareato, no pasará navaja por su cabeza, hasta que se cumplan los días por los que se consagraron al Señor. Será santo o se conocerá que es nazareo, dejando crecer la cabellera de su cabeza.
Job 5:25 Verás también multiplicarse tu linaje, y crecer tu descendencia como la hierba del prado.
Job 8:11 ¿Por ventura puede el junco conservarse verde sin humedad? ¿O crecer sin agua un carrizo?
Ecli 11:24 La bendición de Dios apresura a recompensar al justo, y en breve tiempo lo hace crecer y fructificar.
Isa 55:13 En vez de la pequeña planta del espliego se alzará el robusto abeto, y en lugar de la ortiga se verá crecer el arrayán; y el Señor tendrá desde entonces un nombre y una señal eterna que jamás desaparecerá.
Ezeq 16:7 Como la hierba del prado te hice crecer; y tú creciste, y te hiciste grande, y llegaste a la edad y tiempo de usar los adornos mujeriles, al tiempo de la pubertad; pero tú estabas desnuda y cubierta de ignominia.
Ezeq 44:20 Y no raerán su cabeza, ni dejarán crecer su cabello, sino que lo acortarán cortándolo con tijeras.
Os 14:8 Efraín dirá entonces: ¿Qué tengo yo ya que ver con los ídolos? Y yo le escucharé benignamente, yo lo haré crecer como un alto y verde abeto; de mí tendrán origen tus frutos, ¡oh Israel!
Amós 7:1 Estas son las visiones que me ha enviado el Señor Dios: He aquí que criaba el Señor un ejército de langostas al principio cuando la lluvia tardía hace crecer la hierba, y ésta es la lluvia tardía que la hace brotar después de haber sido segada para el rey.
Jon 4:10 Y dijo el Señor: Tú tienes pesar por la pérdida de una hiedra, que ningún trabajo te ha costado, ni tú la has hecho crecer, pues ha crecido en una noche y en una noche ha perecido.
Mt 13:30 Dejad crecer una y otro hasta la siega, que al tiempo de la siega, yo diré a los segadores: coged primero la cizaña, y haced gavillas de ella para el fuego, y meted después el trigo en mi granero.
I Cor 3:6 Yo planté entre vosotros la buena nueva, regó Apolo; pero Dios es quien ha dado el crecer y hacer fruto.
I Cor 3:7 Y así ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que es el que hace crecer y fructificar.
I Cor 11:14 ¿No es así que la naturaleza misma, o la común opinión, os dicta que no es decente al hombre dejarse crecer siempre su cabellera;
I Cor 11:15 al contrario, para la mujer es gloria dejarse crecer el cabello, porque los cabellos le son dados a manera de velo para cubrirse?
II Cor 9:10 Porque Dios que provee de simiente al sembrador, él os dará también pan que comer, y multiplicará vuestra sementera, y hará crecer más y más los frutos de vuestra justicia;