Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

altas

Ex 37:8 Un querubín a la extremidad de un lado, y el otro querubín a la extremidad del otro lado; ambos querubines en las extremidades más altas del propiciatorio,
Prov 8:2 Puesta en pie en las más altas y elevadas cimas, en medio de las carreteras, en las encrucijadas de los caminos,
Isa 57:5 ¿Vosotros que os solazáis venerando con infames placeres vuestros dioses a la sombra de todo árbol frondoso, sacrificando en honor suyo vuestros hijos en los torrentes y debajo de altas peñas?
Ezeq 34:6 Perdida anduvo mi grey por todos los montes y por todas las altas colinas, se dispersaron mis rebaños por toda la tierra, y no había quien fuese en busca de ellos; nadie, repito, hubo que los buscase.
Os 9:10 Como uvas en árido desierto, con tanto gusto tomé yo a Israel; como los primeros frutos de las altas ramas de la higuera, así miré a sus padres. Mas ellos se fueron al templo de Beelfegor, y se enajenaron de mí, para ignominia suya, haciéndose execrables como las cosas que amaron.
Sof 1:16 día del terrible sonido de la trompeta contra las ciudades fuertes y contra las altas torres.
I Mac 4:60 Y fortificaron entonces rodearon el monte Sión, y lo circuyeron de altas murallas y de fuertes torres, para que no viniesen los gentiles a profanarlo, como lo habían hecho antes."
I Mac 13:33 Entretanto Simón reparó las plazas de armas de la Judea, reforzándolas con altas torres, elevados muros, puertas y cerrojos, y surtiéndolas de víveres.
II Mac 9:23 mas considerando que también mi padre, al tiempo que iba con su ejército por las provincias altas, declaró quién debía reinar después de su muerte,
II Mac 9:25 y considerando además que cada uno de los reyes limítrofes y poderosos vecinos está acechando ocasión favorable, y aguardando coyuntura para sus planes, he designado por rey a mi hijo Antíoco, el mismo a quien yo muchas veces, al pasar a las provincias altas de mis reinos, recomendé a muchos de vosotros, y al cual he escrito lo que más abajo veréis.
Rom 12:16 Estad siempre unidos en unos mismos sentimientos y deseos, no buscando cosas altas, sino acomodándoos a lo que sea más humilde. No queráis teneros dentro de vosotros mismos por sabios o prudentes.