Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Benadad

III Rey 15:18 Entonces Asa, cogiendo toda la plata y el oro que había quedado en los tesoros del templo del Señor, y en los del palacio real, lo entregó todo a sus criados, y lo envió a Benadad, hijo de Tabremón y nieto de Hezión, rey de Siria, que habitaba en Damasco, con orden de decirle:
III Rey 15:20 Condescendiendo Benadad con el rey Asa, despachó los capitanes de su ejército contra las ciudades de Israel, y se apoderaron de Ahión, y de Dan, y de Abel-casa de Maaca, y de todo el país de Cennerot, es a saber, de toda la tierra de Neftalí.
III Rey 20:1 Después Benadad, rey de Siria, reunido todo su ejército, toda su caballería y carros armados, y teniendo consigo treinta y dos reyes, o pequeños príncipes, salió a campaña contra Samaria, y le puso sitio.
III Rey 20:3 Esto dice Benadad: Tu plata y tu oro es mío, y tus mujeres y tus gallardos hijos míos son.
III Rey 20:5 Volviendo de nuevo los mensajeros dijeron: Esto dice Benadad, que nos vuelve a enviar a ti: Me has de dar tu plata y tu oro, y tus mujeres, y tus hijos.
III Rey 20:9 Y así contestó a los enviados de Benadad: Decid a mi señor el rey: Todo cuanto me pediste al principio a mí, siervo tuyo, lo haré; mas esto que ahora pides no puedo hacerlo.
III Rey 20:10 Volviéndose los mensajeros, llevaron a Benadad esta respuesta; el cual los despachó nuevamente, diciendo por medio de ellos a Acab: Háganme los dioses no bien, sino mucho mal, si todo el polvo o tierra de Samaria ha de ser bastante para que repartido entre mis soldados le quepa a cada uno un puñado.
III Rey 20:12 Cuando recibió Benadad esta respuesta estaba bebiendo con los reyes en sus pabellones, y dijo a sus tropas: Cercad la ciudad. Y la cercaron.
III Rey 20:16 Y a eso del mediodía hicieron una salida. Mas Benadad estaba bebiendo en su tienda, ya embriagado, y con él los treinta y dos reyes o señores que habían venido a su socorro.
III Rey 20:17 Salieron, pues los mozos de los príncipes de las provincias al frente de la tropa. Envió Benadad batidores, los cuales volvieron diciendo: Son unos hombres que han salido de Samaria.
III Rey 20:20 y cada uno de ellos mató al que se le puso delante; con lo que huyeron los siros, y fue Israel persiguiéndolos. Huyó también Benadad, rey de Siria, a uña de caballo, con los de su caballería.
III Rey 20:25 Reemplaza el número de los soldados que han muerto, y la caballería, y los carros de guerra como tuviste antes, y pelearemos contra ellos en campo llano, y verás cómo los venceremos. Abrazó Benadad su dictamen, y lo hizo así.
III Rey 20:26 Pasado, pues, un año hizo Benadad revista de los siros, y salió a campaña y fue a Afec para pelear contra Israel.
III Rey 20:30 Los que pudieron salvarse, huyeron a la ciudad de Afec, y cayó el muro sobre veintisiete mil hombres que habían quedado. Huyendo también Benadad, entró en la ciudad; y se escondió en lo más retirado de su palacio.
III Rey 20:32 Se vistieron, pues, los sacos, ciñéndoselos en la cintura, y se pusieron las sogas al cuello, y se presentaron al rey de Israel diciéndole: Benadad, tu siervo, dice: Sálvame, te ruego, la vida. A lo que respondió el rey: Si vive todavía, él es mi hermano.
III Rey 20:33 Lo cual tuvieron ellos por feliz presagio; y al instante le tomaron la palabra de la boca, y dijeron: Sí, Benadad, tu hermano, aún vive. Y él les dijo: Id y traédmelo acá. Se le presentó luego Benadad, y Acab le hizo subir en su carroza.
III Rey 20:33 Lo cual tuvieron ellos por feliz presagio; y al instante le tomaron la palabra de la boca, y dijeron: Sí, Benadad, tu hermano, aún vive. Y él les dijo: Id y traédmelo acá. Se le presentó luego Benadad, y Acab le hizo subir en su carroza.
III Rey 20:34 Le dijo Benadad: Las ciudades que mi padre quitó al tuyo, yo las restituiré; y tú te harás plazas y calles en Damasco mi capital, como las hizo mi padre en Samaria, y hecho este convenio contigo, me marcharé. Hizo, pues, Acab alianza con él, y lo dejó ir libre.
IV Rey 6:24 Algún tiempo después de estos sucesos, Benadad, rey de Siria, juntó todas sus tropas, y fue a sitiar a Samaria.
IV Rey 8:7 Vino asimismo Eliseo a Damasco, a tiempo que Benadad, rey de Siria, estaba enfermo; y se lo avisaron a éste, diciendo: El varón de Dios ha llegado aquí.
IV Rey 8:9 Fue, pues, Hazael a encontrarlo, llevando consigo presentes de todas las cosas más preciosas de Damasco en cuarenta camellos cargados, y al llegar a su presencia, dijo: Tu hijo Benadad, rey de Siria, me ha enviado a ti para saber si podrá él sanar de su enfermedad.
IV Rey 13:3 Con lo que se encendió el furor del Señor contra Israel, y lo entregó por mucho tiempo en poder de Hazael, rey de Siria y en poder de Benadad, hijo de Hazael.
IV Rey 13:24 Finalmente, murió Hazael, rey de Siria, y lo sucedió Benadad, su hijo.
IV Rey 13:25 Entonces Joás, hijo de Joacaz, recobró del poder de Benadad, hijo de Hazael, las ciudades o plazas que había éste tomado a su padre Joacaz por derecho de guerra. Tres veces lo derrotó Joás, y restituyó a Israel aquellas ciudades.
II Par 16:2 Entonces sacó Asá la plata y el oro de los tesoros del templo del Señor y de los tesoros del rey; y se lo envió a Benadad, rey de Siria, que tenía su corte en Damasco, diciéndole:
II Par 16:4 En vista de esta demostración, despachó Benadad los generales de sus ejércitos contra las ciudades de Israel; los cuales batieron las ciudades de Ahión, de Dan, de Abelmain, y todas las ciudades muradas de Neftalí.
Jer 49:27 Y aplicaré fuego al muro de Damasco, el cual consumirá las murallas del rey Benadad.
Amós 1:4 Yo entregaré, pues, a las llamas la casa de Azael, y serán abrasados los palacios de Benadad.