Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Amán

Jos 15:26 Amán, Sama y Molada,
Est 3:1 Después de esto el rey Asuero ensalzó a Amán hijo de Amadati, que era del linaje de Agag, y le dio asiento superior al de todos los grandes señores, que tenía cerca de él.
Est 3:2 Todos los criados del rey que frecuentaban las puertas de palacio, doblaban la rodilla, y adoraban a Amán; pues así lo había mandado el soberano. Sólo Mardoqueo no doblaba la rodilla, ni le adoraba.
Est 3:4 Y como se lo repitiesen varias veces, y él no quisiese hacer caso, dieron aviso a Amán, deseando probar si persistiría siempre en su resolución; porque les había dicho que él era judío.
Est 3:5 Amán, recibido el aviso, y certificado por la experiencia de que Mardoqueo ni le doblaba la rodilla, ni lo adoraba, montó en gran cólera.
Est 3:7 Así, en el mes primero, llamado Nisán, el año duodécimo del reinado de Asuero, se echaron delante de Amán en una urna las suertes, llamadas en hebreo Fur para saber el día y mes en que debería ser entregada a la muerte la nación de los judíos, y salió del mes duodécimo llamado Adar.
Est 3:8 Entonces Amán fue y dijo al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido por todas las provincias de tu reino, gentes separadas unas de otras, que observan leyes y ceremonias desconocidas, y lo que es más, desprecian las órdenes del rey; y tú sabes muy bien no ser conveniente a tu reino tolerar su insolencia.
Est 3:10 Entonces el rey se quitó del dedo el anillo, de que se servía para sellar, y se lo entregó a Amán, hijo de Amadati, del linaje de Agag, enemigo de los judíos,
Est 3:12 Fueron, pues, llamados los secretarios del rey el primer mes, llamado Nisán, el día trece del mismo mes; y escribieron en nombre del rey Asuero, según la orden de Amán, a todos los sátrapas del rey, y a los jueces de las provincias y de las diversas naciones según la variedad de las lenguas, para que cada nación pudiese leer el edicto y entenderlo; y las cartas, selladas, con el anillo del rey,
Est 3:15 Los correos expedidos fueron a toda prisa a cumplir la orden del rey; y se fijó luego en Susán el educto, a tiempo que el rey y Amán celebraban un banquete, y mientras todos los judíos que había en la ciudad se deshacían en lágrimas.
Est 4:7 el cual lo informó de todo lo ocurrido, y cómo Amán había prometido meter una gran suma de dinero en el tesoro del rey por la mortandad de los judíos.
Est 5:4 A lo que respondió ella: Si place al rey, suplico que venga hoy a mi habitación al convite que tengo preparado, y lleve consigo a Amán.
Est 5:5 Al instante dijo el rey: Llamad luego a Amán, para que cumpla lo que dispone Ester. Fueron, pues, el rey y Amán al convite que les había dispuesto la reina.
Est 5:5 Al instante dijo el rey: Llamad luego a Amán, para que cumpla lo que dispone Ester. Fueron, pues, el rey y Amán al convite que les había dispuesto la reina.
Est 5:8 Si yo he hallado gracia delante del rey, y si el rey tiene a bien concederme lo que pretendo y el condescender a mi súplica, venga el rey, y con él Amán, a otro convite que les he dispuesto, y mañana expondré al rey mis deseos.
Est 5:9 Con esto salió aquel día Amán muy contento y alegre. Mas como viese a Mardoqueo sentado ante las puertas de palacio, y que no sólo no se había levantado para hacerle acatamiento, sino que ni siquiera se había movido del asiento en que estaba, se irritó sobremanera.
Est 6:4 Inmediatamente dijo el rey: ¿Quién está en la antecámara? Había entrado Amán en la antecámara más inmediata al cuarto del rey, para sugerirle que mandase colgar a Mardoqueo en el patíbulo ya preparado.
Est 6:5 Respondieron los criados: Amán es el que está en la antecámara. Que entre dijo el rey.
Est 6:6 Entrando que hubo, le dijo: ¿Qué debe hacerse con un hombre a quien el rey desea honrar? Y Amán, pensando dentro de sí y creyendo que el rey a ningún otro quería honrar sino a él,
Est 6:11 Tomó, pues, Amán el manto real y el caballo y habiéndoselo vestido a Mardoqueo en la plaza de la ciudad, y héchole montar en el caballo, iba caminando delante de él, y gritaba: De tal honor es digno aquel a quien el rey quiere honrar.
Est 6:12 Después volvió Mardoqueo a la puerta del palacio a su destino; y Amán se retiró a toda prisa a su casa, sollozando, y cubierta la cabeza;
Est 7:1 Entró, pues, el rey, acompañado de Amán, al convite de la reina.
Est 7:6 Dijo entonces Ester: Nuestro perseguidor y enemigo es ese perversísimo Amán. Al oír esto Amán, se quedó yerto de repente, no pudiendo sufrir las terribles miradas del rey y la reina.
Est 7:6 Dijo entonces Ester: Nuestro perseguidor y enemigo es ese perversísimo Amán. Al oír esto Amán, se quedó yerto de repente, no pudiendo sufrir las terribles miradas del rey y la reina.
Est 7:7 Al mismo tiempo el rey, lleno de cólera, se levantó del lugar del convite, y pasó a un jardín inmediato plantado de árboles. Se levantó igualmente Amán para rogar a la reina Ester que le salvase la vida; pues conoció que el rey había resuelto su castigo.
Est 7:8 Vuelto Asuero del jardín, plantado de árboles, y entrando en el lugar del convite, halló a Amán postrado o caído sobre el lecho o tarima en que Ester estaba recostada, y dijo: ¿Aun a la reina quieres violentar delante de mí, en mi propia casa? No bien había el rey pronunciado estas palabras, cuando al instante le cubrieron a Amán la cara.
Est 7:8 Vuelto Asuero del jardín, plantado de árboles, y entrando en el lugar del convite, halló a Amán postrado o caído sobre el lecho o tarima en que Ester estaba recostada, y dijo: ¿Aun a la reina quieres violentar delante de mí, en mi propia casa? No bien había el rey pronunciado estas palabras, cuando al instante le cubrieron a Amán la cara.
Est 7:9 Entonces Harbona, uno de los eunucos que servían al rey, dijo: Sábete, oh rey, que en casa de Amán hay un patíbulo de cincuenta codos de alto, que él había mandado preparar para Mardoqueo, el que descubrió la conspiración contra el rey. Le respondió el rey: Colgadle luego en él.
Est 7:10 Fue, pues, Amán colgado en el patíbulo que tenía preparado para Mardoqueo, y con eso se apaciguó la ira del rey.
Est 8:1 Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa y los bienes de Amán, el enemigo de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey; por cuanto Ester le declaró que era su tío paterno.
Est 8:2 Y tomó el rey el anillo o sello que había mandado recoger de Amán, y se lo entregó a Mardoqueo, al cual hizo Ester mayordomo de su casa o palacio.
Est 8:3 Mas no contenta con eso, se echó a los pies del rey, y con lágrimas en los ojos le habló y suplicó que mandase no tuviesen efecto los maliciosos designios de Amán, hijo de Agag, y las inicuas tramas que había urdido contra los judíos.
Est 8:5 y dijo: Si es del agrado del rey, y si he hallagrado gracia en sus ojos, y mi súplica no le parece injusta, ruego encarecidamente que con nuevas cartas del rey sean invalidadas las precedentes cartas de Amán, perseguidor y enemigo de los judíos, con las cuales había mandado acabar con ellos en todas las provincias del reino.
Est 8:7 El rey Asuero respondió a la reina Ester y al judío Mardoqueo en estos términos: Yo he dado a Ester la casa de Amán y a éste le he mandado crucificar por la osadía de querer perder a los judíos.
Est 9:6 Tanto, que en Susán mismo mataron a quinientos hombres, sin contar diez hijos de Amán, descendientes de Agag, el enemigo de los judíos, cuyos nombres son éstos:
Est 9:12 El cual dijo a la reina: En la ciudad de Susán los judíos han muerto a quinientos hombres, además de los diez hijos de Amán; ¿cuán grande, pues, juzgas que será la mortandad que habrán hecho en todas las provincias? ¿Qué más pides, o qué otra cosa quieres que yo mande?
Est 9:13 Si es del agrado del rey, respondió ella, dése facultad a los judíos para que hagan también mañana lo que han hecho hoy en Susán; y que los cadáveres de los diez hijos de Amán sean colgados en patíbulos.
Est 9:14 Y mandó el rey que así se hiciese; e inmediatamente se fijó en Susán el edicto, y fueron colgados los diez hijos de Amán.
Est 9:24 en memoria de que Amán, hijo de Amadati, del linaje de Agag, enemigo y perseguidor de los judíos, maquinó contra ellos el atentado de matarlos y exterminarlos; echó para eso el Fur, que es lo mismo que suerte en nuestra lengua.
Est 9:25 Mas después Ester se presentó al rey, suplicando que desbaratase los designios de Amán, mediante una carta y orden del rey, y que el mal que había tramado contra los judíos recayese sobre su cabeza. Y al fin así a Amán como a sus hijos los pusieron en una cruz.
Est 9:25 Mas después Ester se presentó al rey, suplicando que desbaratase los designios de Amán, mediante una carta y orden del rey, y que el mal que había tramado contra los judíos recayese sobre su cabeza. Y al fin así a Amán como a sus hijos los pusieron en una cruz.
Est 10:7 Los dos dragones que vi, somos yo y Amán.
Est 12:6 Pero Amán, hijo de Amadati bugeo, gozaba de gran fervor con el rey, y quiso perder a Mardoqueo y a su pueblo, a causa de los dos eunucos del rey ajusticiados; y les saquearon sus bienes y haciendas."
Est 13:1 El tenor de la carta de Amán contra los judíos era éste: El muy grande rey Artajerjes que reina desde la India hasta la Etiopía, a los principales y gobernadores de las ciento veintisiete provincias que están sujetas a su imperio, salud.
Est 13:3 E informándome de mis consejeros del modo que esto podría conseguirse, uno de ellos llamado Amán, que aventajaba a los demás en sabiduría y fidelidad, y tenía el segundo puesto en el reino,
Est 13:6 hemos decretado que todos cuantos fueren designados por Amán (el cual tiene la superintendencia de todas las provincias y es el segundo después de nosotros, y a quien honramos como a padre) sean exterminados por sus enemigos, con las mujeres e hijos, el día catorce del mes duodécimo llamado Adar, del presente año, sin que nadie los perdone.
Est 13:12 Tú lo sabes todo, y por consiguiente sabes que no por soberbia, ni por desdén, ni por ambición de gloria he hecho esto de no adorar al soberanísimo Amán
Est 14:11 No entregues, oh Señor, tu cetro a los que nada son, para que no se rían de nuestra ruina, antes bien vuelve contra ellos sus tramas, y derriba al soberbio Amán, que ha empezado a ensañarse contra nosotros.
Est 14:17 Sabes que nunca he comido en la mesa de Amán, y no me han deleitado los convites del rey, ni he bebido vino de libaciones;
Est 15:2 Acuérdate, le dijo, del tiempo en que te hallabas en estado humilde, y cómo fuiste criada entre mis brazos; porque Amán, es segundo después del rey, ha hablado contra nosotros para que se nos quite la vida.