La Sagrada Biblia

Libro de Tobías

Capítulo 6

PARTIÓ, pues, Tobías, al cual fue siguiendo el perro; y paró en la primera posada junto al río Tigris. 2 Y habiendo salido para lavarse los pies, he aquí que saltó un pez deforme para tragárselo; 3 a cuya vista Tobías, despavorido, dio un gran grito, diciendo: ¡Señor, que me ataca! 4 Le dijo el ángel: Agárralo de las agallas, y tírale hacia ti. Lo que habiendo hecho lo sacó arrastrando a lo seco, y empezó a palpitar a sus pies. 5 Le dijo entonces el ángel: Desentraña ese pez, y guarda su corazón, y la hiel, y el hígado; pues son estas cosas necesarias para útiles medicinas. 6 Hecho lo cual, asó parte de la carne del pez, de que llevaron para el camino; y salaron el resto para que les sirviese hasta llegar a Ragés, ciudad de los medos.

7 Entonces Tobías preguntó al ángel diciendo: Dime, te ruego, hermano mío Azarías, ¿para qué remedio serán buenas estas partes del pez, que me has mandado guardar? 8 A lo que respondió el ángel, y le dijo: Si pusieres sobre las brasas un pedacito del corazón del pez, su humo ahuyenta todo género de demonios, ya sea del hombre, ya de la mujer, con tal eficacia que no se acercan más ellos. 9 La hiel sirve para untar los ojos que tuvieran alguna mancha o nube con lo que sanarán. 10 Le preguntó Tobías al ángel durante el viaje: ¿Dónde quieres que posemos? 11 Y le respondió el ángel: Aquí hay un hombre llamado Raguel, pariente tuyo, de tu tribu, el cual tiene una hija llamada Sara, y no tiene otro varón ni hembra fuera de ésta. 12 A ti toca toda su hacienda, y tú debes tomarla por mujer. La muchacha es juiciosa, decidida y bonita y su padre quiere para ella un buen futuro.

13 Pídesela, pues, a su padre, y te la dará por esposa.

14 Replicó entonces Tobías, y dijo: Tengo entendido que se ha desposado con siete maridos, y que han fallecido todos; y aun he oído decir que un demonio los ha ido matando. 15 Temo que también me suceda a mí lo mismo; y que siendo yo hijo único de mis padres, precipite su vejez al sepulcro con la aflicción que les ocasionaré. 16 Le dijo entonces el ángel Rafael: Escúchame, que yo te enseñaré cuáles son aquéllos sobre quienes tiene potestad el demonio. 17 Los que abrazan con tal disposición el matrimonio , que apartan de sí y de su mente a Dios, entregándose a su pasión, como el caballo y el mulo que no tienen entendimiento; ésos son sobre quienes tiene poder el demonio. 18 Mas tú, cuando la hubieres tomado por esposa, entrando en el aposento, no llegarás a ella en tres días, y no te ocuparás en otra cosa sino en hacer oración en compañía de ella. 19 En aquella misma noche, quemando el hígado del pez, será ahuyentado el demonio. 20 En la segunda noche serás admitido en la unión de los santos patriarcas. 21 En la tercera alcanzarás la bendición para que nazcan de vosotros hijos sanos. 22 Pasada la tercera noche, te juntarás con la doncella, en el temor del Señor, llevado más bien del deseo de tener hijos, que de la concupiscencia; a fin de conseguir en los hijos la bendición propia del linaje de Abrahán.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas