EL que vive eternamente creó todas las cosas sin excepción. Sólo Dios será siempre hallado justo, y él es el rey invencible que subsiste eternamente.

2 ¿Quién es capaz de referir todas sus obras? 3 ¿O quién puede investigar sus maravillas? 4 Pues su omnipotente grandeza ¿quién podrá jamás explicarla?, ¿o quién emprenderá contar sus misericordias? 5 No hay que quitar ni que añadir en las admirables obras del Señor, ni hay quien pueda comprenderlas. 6 Cuando el hombre hubiere acabado, entonces estará al principio ; y cuando cesare, quedará absorto. 7 ¿Qué es el hombre?, ¿y en qué puede ser útil a Dios? ¿Qué le importa a Dios su bien o su mal? 8 El número de los días del hombre, cuando mucho, es de cien años; que vienen a ser como una gota de las aguas del mar, y como un granito de arena; tan cortos son estos años comparados con el día de la eternidad.

9 Por eso Dios aguanta a los mortales y derrama sobre ellos su misericordia. 10 Está viendo la presunción de sus corazones, que es mala, y conociendo el trastorno de ellos, que es perverso. 11 Por esto les manifestó de lleno su clemencia, y les mostró el camino de la equidad o justicia. 12 La compasión del hombre tiene por objeto a su prójimo; pero la misericordia de Dios se extiende sobre toda carne o a todo viviente. 13 El tiene misericordia, y los amaestra, y los guía cual pastor a su grey. 14 El es benigno con los que escuchan la doctrina de la misericordia, y son solícitos en la práctica de sus preceptos.

15 Hijo, no juntes con el beneficio que hagas la reprensión, ni acompañes tus dones con la aspereza de malas palabras. 16 ¿No es verdad que el rocío templa el calor?; pues así también la buena palabra vale más que la dádiva. 17 ¿No conoces tú que la palabra dulce vale más que el don? Pero el hombre justo acompañará lo uno con lo otro. 18 El necio prorrumpe ásperamente en improperios, y la dádiva del hombre mal criado y duro entristece y saca lágrimas de los ojos.

19 Antes del juicio o de presentarte al juez, asegúrate de tu justicia; y antes que hables, aprende. 20 Antes de la enfermedad toma el preservativo; y antes del juicio examínate a ti mismo, y así hallarás misericordia en la presencia de Dios.

21 Antes de la dolencia mortifícate y humíllate; y en el tiempo de tu enfermedad haz conocer tu conversión y buena conducta. 22 Nada te detenga de orar siempre que puedas; ni te avergüences de hacer buenas obras hasta la muerte; porque la recompensa de Dios dura eternamente.

23 Antes de la oración prepara tu alma, y no quieras ser como el hombre que tienta a Dios. 24 Acuérdate de la ira que vendrá el día final, y del tiempo de la retribución, cuando Dios apartará su rostro de los impíos.

25 Acuérdate de la pobreza en el tiempo de la abundancia y de las miserias de la pobreza en tiempo de las riquezas.

26 De la mañana a la tarde se cambiará el tiempo, y todo esto se hace muy pronto a los ojos de Dios." 27 El hombre sabio temerá en todo, y en los días de pecados, o escándalos grandes, se guardará de la negligencia."

28 Todo hombre sensato sabe distinguir la sabiduría, y alaba al que la ha hallado." 29 Los hombres juiciosos se portan con prudencia en el hablar, y entienden la verdad y la justicia, y esparcen como lluvia proverbios y sentencias."

30 No te dejes arrastrar de tus pasiones, y refrena tus apetitos."

31 Si satisfaces los antojos de tu alma, ella te hará la risa y fábula de tus enemigos." 32 No gustes de andar en los bullicios, ni aun en los de poca monta; porque ocurren en ellos continuos conflictos." 33 Mira no te empobrezcas con tomar dinero a usura para competir o seguir disputas con los otros, teniendo vacío tu bolsillo; pues serás injusto contra tu propia vida."
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Atlas