LLEGADO el día octavo, llamó Moisés a Aarón y sus hijos, y a los ancianos de Israel, y dijo a Aarón: 2 Toma de la vacada un becerro para sacrificio por el pecado, y un carnero para el holocausto, ambos sin defecto alguno, y ofrécelo delante del Señor.

3 Dirás también a los hijos de Israel: Tomad un macho cabrío por el pecado, y un becerro y un cordero, primales y sin tacha, para holocausto; 4 un buey y un carnero para hostias pacíficas e inmoladlos delante del Señor, ofreciendo en el sacrificio de cada uno flor de harina amasada con aceite; porque hoy se os ha de aparecer el Señor. 5 Trajeron, pues, todas las reses que había mandado Moisés, a la puerta del Tabernáculo, donde estando presente todo el pueblo, 6 dijo Moisés: Esto es lo que ha ordenado el Señor; ejecutadlo, y se os manifestará su gloria. 7 Dijo también a Aarón: Llégate al altar y haz sacrificio por tu pecado; ofrece el holocausto, y ruega por ti y por el pueblo; y sacrificada la hostia por el pueblo, haz oración por él, conforme al precepto del Señor.

8 Luego al punto Aarón, llegándose al altar, degolló el becerro por su pecado, 9 cuya sangre le presentaron sus hijos; en la que, mojando él el dedo, tiñó las puntas del altar, a cuyo pie derramó la restante. 10 Y echó en el fuego sobre el altar la grasa, y los riñones, y la telilla del hígado, que se ofrecen por el pecado, conforme había el Señor ordenado a Moisés; 11 pero la carne y la piel las quemó al fuego fuera del campamento. 12 Inmoló igualmente la víctima del holocausto; de la cual sus hijos le presentaron la sangre, que derramó alrededor del altar. 13 Le presentaron también la misma víctima partida en trozos, con la cabeza y los demás miembros; todo lo cual quemó en el fuego sobre el altar, 14 lavados antes en agua los intestinos y las patas.

15 Además degolló y ofreció por el pecado del pueblo el macho cabrío; y purificado el altar, 16 hizo el holocausto, 17 añadiendo al sacrificio las libaciones que se ofrecen, y quemándolas sobre el altar, sin omitir las ceremonias del holocausto matutino. 18 Degolló asimismo el buey y el carnero como hostias pacíficas del pueblo, y le presentaron sus hijos la sangre, la cual derramó sobre el altar alrededor. 19 Mas el sebo del buey, y la cola del carnero, y los riñones con su grasa, y la telilla del hígado 20 lo pusieron sobre los pechos de las víctimas: y quemados sobre el altar los sebos, 21 separó Aarón los pechos y espaldillas derechas, elevándolo delante del Señor, como había mandado a Moisés, 22 y extendiendo las manos hacia el pueblo, le bendijo. Concluidos de esta manera los sacrificios por el pecado, y los holocaustos, y las víctimas pacíficas bajó del altar.

23 Y habiendo entrado Moisés a Aarón en el Tabernáculo del Testimonio, al tiempo de salir bendijeron al pueblo. Y la gloria del Señor se dejó ver de toda la muchedumbre:

24 pues un fuego enviado por el Señor devoró el holocausto y los sebos que había sobre el altar. Lo cual visto por las gentes del pueblo, postrándose sobre sus rostros, alabaron al Señor.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Atlas