HABLÓ el Señor a Moisés, diciendo: 2 Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y les dirás: Sed santos, porque yo, el Señor Dios vuestro, soy santo.

3 Cada cual reverencie a su padre y a su madre. Guardad mis sábados o días festivos. Yo el Señor Dios vuestro. 4 No queráis volveros a los ídolos, ni os forméis dioses de fundición. Yo el Señor Dios vuestro.

5 Si sacrificareis al Señor una hostia pacífica, para tenerle propicio, 6 la comeréis en el día en que sea sacrificada y en el siguiente; mas todo lo que sobrare para el día tercero, lo quemaréis al fuego. 7 Quien después de dos días comiere de ella, será profano y reo de impiedad, 8 y pagará su merecido por haber profanado lo santo del Señor o lo a él consagrado, y será exterminado de su pueblo.

9 Cuando segares las mieses de tu campo, no cortarás el fruto de la tierra hasta el suelo, ni respigarás lo que queda.

10 Ni tampoco en tu viña rebuscarás los racimos y granos de uvas caídos, sino que dejarás a los pobres y forasteros que lo recojan. Yo el Señor Dios vuestro.

11 No hurtaréis, no mentiréis, y ninguno engañará a su prójimo. 12 No jurarás en falso por mi nombre, ni profanarás el nombre de tu Dios. Yo el Señor.

13 No harás agravio a tu prójimo, ni le oprimirás con violencia. No retendrás el jornal de tu jornalero hasta la mañana.

14 No hables mal de un sordo, ni pongas tropiezo ante los pies del ciego; mas temerás al Señor Dios tuyo; porque yo soy el Señor. 15 No harás injusticia, ni darás sentencia injusta. No tengas miramiento con perjuicio de la justicia a la persona del pobre, ni respetes la cara o ceño del poderoso. Juzga a tu prójimo según justicia.

16 No serás calumniador ni chismoso en el pueblo. No conspires contra la vida de tu prójimo. Yo el Señor. 17 No aborrezcas en tu corazón a tu hermano, sino corrígele y explícatele abiertamente, para no caer en pecado por su causa.

18 No procures la venganza, ni conserves la memoria a la injuria de tus conciudadanos. Amarás a tu amigo o prójimo como a ti mismo. Yo el Señor.

19 Observad mis leyes. No harás que tu bestia doméstica se mezcle con animal de otra especie. No sembrarás tu heredad con variedad de semillas. No vestirás ropa tejida de dos cosas diversas.

20 Si un hombre tuviere cópula con mujer que sea esclava, ya casadera, pero todavía no rescatada, ni en libertad, serán ambos azotados, mas no muertos, pues ella no era libre; 21 pero él ofrecerá por su delito un carnero a la entrada del Tabernáculo del Testimonio; 22 y el sacerdote hará oración por él y por su pecado delante del Señor, que le será propicio, y su pecado le será perdonado.

23 Cuando hubiereis entrado en la tierra de promisión, y plantado en ella árboles frutales, desecharéis los frutos primerizos; y así los primeros frutos que produzcan, los tendréis por inmundos y no los comeréis. 24 Mas en llegando al cuarto año, todo el fruto de dichos árboles será consagrado a la gloria del Señor. 25 Finalmente, al quinto año comeréis sus frutos, recogiendo cuantos produzcan. Yo soy el Señor Dios vuestro.

26 No comeréis nada con sangre. No usaréis de agüeros, ni haréis caso de sueños.

27 No os cortaréis vuestros cabellos en forma de corona. Ni os raeréis la barba de un modo supersticioso.

28 No sajaréis vuestra carne por la muerte de nadie, ni haréis figuras algunas o marcas sobre vosotros. Yo el Señor. 29 No prostituyas a tu hija; para que no se contamine la tierra y se llene de maldad.

30 Guardad mis sábados y reverenciad con temor mi santuario. Yo el Señor. 31 No os desviéis de vuestro Dios en busca de magos, ni consultéis a adivinos, porque seréis por ellos corrompidos. Yo el Señor Dios vuestro.

32 Ante la cabeza llena de canas, ponte en pie y honra la persona del anciano, y teme al Señor Dios tuyo. Yo el Señor.

33 Si algún forastero viniere a vuestra tierra y morare de asiento entre vosotros, no le zaheriréis;

34 sino que vivirá entre vosotros como natural del país, y le amaréis como a vosotros mismos; porque también vosotros fuisteis forasteros en la tierra de Egipto. Yo el Señor Dios vuestro. 35 No cometáis injusticia en el juicio, en la regla o vara de medir, en el peso, en la medida. 36 La balanza sea justa y cabales las pesas: justo el modio y el sextario, sin que le falte nada. Yo el Señor Dios vuestro que os he sacado de la tierra de Egipto.

37 Guardad todos mis preceptos y todas mis órdenes, y ponedlas por obra. Yo el Señor.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas