TOMÓ la palabra Sofar de Naamat, y dijo: 2 Por eso me vienen unos tras otros varios pensamientos, y mi ánimo es arrebatado a diversas reflexiones.

3 Escucharé por tanto la doctrina con que me arguyes; mas el espíritu que tengo de inteligencia, responderá por mí. 4 Una cosa sé, y es que, desde el principio , desde que el hombre fue puesto sobre la tierra, 5 la gloria de los impíos dura poco, y el gozo de los hipócritas no más que un momento.

6 Aunque se remonte hasta el cielo su altivez, y su cabeza toque con las nubes, 7 al fin será arrojado fuera como basura; y los que le habían visto, dirán: ¿Qué se hizo de él? 8 Cual sueño que volando se desvanece, no aparecerá; pasará como una visión nocturna. 9 Los ojos que lo vieron, no le verán más; ni el lugar donde moró lo reconocerá. 10 Sus hijos andarán consumidos de miseria, y sus mismas manos o acciones inicuas le pagarán con el dolor merecido. 11 Sus huesos estarán impregnados de los vicios de su mocedad; los cuales yacerán con él en el polvo del sepulcro. 12 Pues cuando la maldad se haya hecho ya sabrosa a su paladar, la meterá debajo de su lengua, 13 se saboreará en ella, y no la tragará, sino que la detendrá en su paladar. 14 Mas este pan de iniquidad se convertirá dentro de su vientre en hiel venenosa de áspides. 15 Vomitará las riquezas que hubo devorado, y se las arrancará Dios de su vientre. 16 Chupará la cabeza o ponzoña de los áspides; y le quitará la vida una lengua de víbora. 17 No verá, no, las corrientes de delicias, los ríos y torrentes de miel y de manteca.

18 Pagará la pena de todo el mal que hizo, mas no por eso será consumido; a proporción de la cantidad de sus delitos serán sus tormentos. 19 Por cuanto oprimió y desnudó a los pobres, y usurpó cosas que no había edificado. 20 Su apetito fue insaciable; y cuando llegare a tener cuanto codiciaba, no podrá gozar de ello.

21 Nada dejó de su comida para los pobres, y por lo mismo nada de sus bienes será permanente. 22 Luego que se hubiere hartado, sentirá congojas, se abrasará, y se verá acometido de toda suerte de dolores. 23 Acabe de llenar su vientre de viandas, que Dios descargará su furioso y terrible enojo, y lloverá sobre él sus venganzas. 24 Huirá por un lado de las armas de hierro, y caerá por otro en las saetas del arco de bronce. 25 La espada empuñada y desenvainada por Dios será vibrada contra él para que sienta las amarguras de la muerte; horribles espectros irán y vendrán contra él continuamente. 26 Todo es tinieblas allá donde él se esconde; un fuego que no alumbra le abrasará; si quedare todavía en su casa, vivirá lleno de miserias. 27 Los cielos descubrirán sus injusticias, y la tierra se levantará contra él. 28 Quedarán abandonados los renuevos o retoños de su familia; serán arrancados de cuajo en el día de la ira de Dios.

29 Tal es la suerte que al impío tiene Dios destinada, y tal la recompensa que recibirá por sus obras.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas