REPLICANDO Job a esto, dijo: 2 ¿Conque vosotros solos sois hombres entendidos, y con vosotros morirá la sabiduría? 3 Pues también tengo yo seso como vosotros, y no os concedo ventaja sobre mí; porque eso que sabéis ¿quién hay que lo ignore?

4 Quien sufre como yo ser escarnecido de su propio amigo, invoque a Dios que le oirá; ya que se hace mofa de la sencillez del justo.

5 Es éste una antorcha de ninguna estima, según el concepto de los ricos, bien que prevenida para brillar en el tiempo señalado por Dios. 6 Las casas de los ladrones abundan de bienes, y ellos osadamente provocan a Dios, siendo así que él es quien les ha puesto en las manos todo lo que tienen.

7 Pregunta si no a las bestias, y te lo enseñarán; y a las aves del cielo y te lo declararán. 8 Habla con la tierra, y te responderá; y te lo referirán los peces del mar. 9 ¿Quién no sabe que la mano del Señor hizo todas estas cosas? 10 En su mano tiene Dios el alma de todo viviente, y el espíritu de toda carne humana. 11 ¿No es el oído el que discierne las palabras; y el paladar del que come, los sabores?

12 En los ancianos se halla la sabiduría, y en los muchos años la prudencia.

13 En el Señor Dios residen la sabiduría, y la fortaleza; suyo es el buen consejo, y suya la inteligencia. 14 Lo que él destruyere, nadie podrá reedificarlo. Si tuviere encerrado a un hombre, nadie podrá abrirle.

15 Si detuviere las aguas, todo se secará; y si las soltare, sumergirán la tierra. 16 En él están esencialmente la fortaleza y la sabiduría; él conoce igualmente al engañador y al engañado. 17 Conduce los hombres de consejo a un resultado necio, y vuelve tontos sus jueces. 18 Despoja de la faja a los reyes, y les ciñe los lomos con una soga. 19 A los sacerdotes los priva de toda su gloria, y a los grandes los derriba por el suelo. 20 Trueca las palabras en la boca de los hombres veraces, y quita el saber a los ancianos. 21 Hace caer a los príncipes en desprecio y vuelve a ensalzar a los abatidos. 22 El descubre lo que está en lo más profundo de las tinieblas, y saca a la luz la sombra misma de la muerte. 23 Multiplica las naciones, y las destruye; y destruidas, las vuelve a su primer estado. 24 Cambia el corazón de los soberanos de los pueblos de la tierra, y los ciega para que descaminados anden divagando. 25 Irán a tientas como si fuera de noche y no de día y les hará perder el tino como a los borrachos.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas