Y sucedió que reinando en Judá Acaz, hijo de Joatán, hijo de Ozías, vino Rasín, rey de Siria, con Facee, hijo de Romeía, rey de Israel, sobre Jerusalén para combatir contra ella, y no pudieron tomarla.

2 Dieron, pues, aviso a la casa de David, diciendo: La Siria se ha coligado con Efraín, y se conmovió el corazón de Acaz, y el corazón de su pueblo, a la manera que se agitan los árboles en los bosques con el ímpetu del viento. 3 Y dijo el Señor a Isaías: Ve, sal al encuentro de Acaz, tú y el hijo que te queda, Jasub, al último del canal que conduce el agua a la piscina superior, por el camino que conduce al campo del Batanero.

4 Y le dirás: Estáte quedo: No temas, ni se acobarde tu corazón a la vista de esos dos cabos de tizones que humean en furiosa ira, Rasín, rey de Siria, y el hijo de Romeía, 5 y por más que hayan maquinado pésimos designios contra ti la Siria, Efraín y el hijo de Romeía, diciendo: 6 Marchemos contra Judá y provoquémosle, y arranquémoslo a viva fuerza, y en medio de él pongamos por rey al hijo de Tabeel. 7 Pues esto dice el Señor Dios: No cuajará, ni tendrá efecto tal designio; 8 antes bien Damasco, capital de la Siria, y Rasín, jefe de Damasco, serán destruidos, y de aquí a sesenta y cinco años Efraín dejará de ser pueblo; 9 Y no será Samaria capital de Efraín, ni el hijo de Romeía jefe de Samaria. Si vosotros no creyereis, tampoco tendréis estabilidad.

10 Y habló de nuevo el Señor a Acaz, diciendo: 11 Pide a tu gusto al Señor tu Dios una señal o prodigio, sea del profundo del infierno, sea de arriba en lo más alto del cielo. 12 Y respondió Acaz: No pediré tal, por no tentar al Señor. 13 Entonces dijo Isaías: Oye, pues, tú ahora, ¡oh prosapia de David! ¿Acaso os parece poco el hacer agravio a los hombres, que osáis también hacerlo a mi Dios? 14 Por tanto el mismo Señor os dará la señal: Sabed que una virgen concebirá y tendrá un hijo, y su nombre será Emmanuel, o Dios con nosotros.

15 Manteca y miel comerá, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. 16 Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra que tú detestas será desamparada de sus dos reyes.

17 Enviará el Señor por medio del rey de los asirios, sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre tiempos tales y tan aciagos, cuales no existieron desde el día en que Efraín se separó de Judá. 18 Y sucederá que en aquel día el Señor dará un silbido a los pueblos que cubren como moscas lo último de los ríos de Egipto, y a otros que armados de saetas, están como abejas en la tierra de Asur; 19 y vendrán volando, y posarán todas en las cañadas de los torrentes, y en las aberturas de las peñas, y en todos los matorrales, y en todos los resquicios. 20 Aquel día el Señor por medio de una navaja alquilada, esto es, por medio de aquellos que habitan en la otra parte del río Eufrates, por medio del rey de los asirios, raerá todas las cabezas, el vello de los pies y todas las barbas. 21 Y sucederá aquel día que un hombre criará una vaca y dos ovejas; 22 y por sobra de leche comerá manteca; porque manteca y miel comerá todo el que quedare en el país. 23 Y acaecerá aquel día que todo lugar en que antes mil cepas valían mil monedas de plata, no producirá más que espinas y zarzas. 24 Entrarán en él con flechas y con arco, porque malezas y espinas cubrirán toda aquella tierra. 25 Y todos los montes que se cultivaban con azada y pico, no tendrán ya para resguardo el terror de las espinas y de las zarzas, que los cerraban, sino que servirán para pasto de bueyes, y para majada de los ganados.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas