A este fin ha reposado sobre mí el espíritu del Señor; porque el Señor me ha ungido, y me ha enviado para hablar a los mansos y humildes, para curar a los de corazón contrito, y predicar la redención a los esclavos, y la libertad a los que están encarcelados;

2 para publicar el año de reconciliación con el Señor, o su jubileo, y el día de la venganza de nuestro Dios; para que yo consuele a todos los que lloran;

3 para cuidar a los de Sión que están llorando, y para darles una corona de gloria, en lugar de la ceniza que cubre sus cabezas; el óleo propio de los días solemnes y alegres en vez de luto; un ropaje de gloria en cambio de su espíritu de aflicción; y los que habitarán en ella serán llamados los valientes en la justicia, plantío del Señor para gloria suya. 4 Los cuales repoblarán los lugares que desde tiempos remotos están desiertos, y alzarán las ruinas antiguas, y restaurarán las ciudades yermas, despobladas desde siglos.

5 Entonces se presentarán los extranjeros, y apacentarán vuestros ganados, y los hijos de los forasteros serán vuestros labradores y viñadores. 6 Vosotros, seréis llamados sacerdotes del Señor; a vosotros se os dará el nombre de ministros de Dios; seréis alimentados con la sustancia de las naciones y os honraréis con la gloria de ellas. 7 En vez de vuestra doble confusión y vergüenza, daréis las gracias de la parte de herencia que os tocará; y por eso poseeréis en vuestra tierra doblada porción, y será perdurable vuestra alegría. 8 Porque soy yo el Señor que amo la justicia, y que aborrezco el robo consagrado en holocausto; y yo recompensaré fielmente sus obras; y asentaré con ellos eterna alianza. 9 Y será discernido entre los pueblos su linaje y su descendencia en medio de las naciones; cuantos los vieren los conocerán, por ser ellos el linaje bendito del Señor.

10 Yo me regocijaré con sumo gozo en el Señor, y el alma mía se llenará de placer en mi Dios; pues él me ha revestido del ropaje de la salud, y me ha cubierto con el manto de la justicia, como a esposo adornado con guirnalda, y como esposa ataviada con sus joyas. 11 Porque así como la tierra produce sus plantas, y el jardín hace brotar la semilla que se ha sembrado en él, así el Señor Dios hará florecer su justicia y su gloria, a vista de todas las naciones.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas