ESTO dice el Señor a mi ungido Ciro, a quien he tomado de la mano, para sujetar a él las naciones y hacer volver las espaldas a los reyes, y para abrir delante de él las puertas, sin que ninguna pueda resistirle. 2 Yo iré delante de ti, y humillaré a los grandes de la tierra; despedazaré las puertas de bronce y romperé las barras o cerrojos de hierro. 3 Y te daré a ti los tesoros escondidos y las riquezas recónditas; para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que ya desde ahora te llamo por tu mismo nombre. 4 Por amor de mi siervo Jacob , y de Israel mi escogido, te llamaré por tu nombre, te puse el sobrenombre de Ungido, y tú no me conociste. 5 Yo el Señor, y no hay otro que yo; no hay dios fuera de mí. Yo te ceñí la espada, y tú no me has conocido; 6 y te armé, a fin de que sepan todos desde oriente a poniente, que no hay más Dios que yo. Yo el Señor y no hay otro. 7 Yo que formo la luz, y creo las tinieblas; que hago la paz, y envío los castigos a los pueblos. Yo el Señor, yo que hago todas estas cosas.

8 ¡Oh cielos!, derramad desde arriba vuestro rocío; y lluevan las nubes al Justo, ábrase la tierra, y brote al Salvador , y nazca con él la justicia. Yo el Señor lo creé.

9 ¡Desdichado aquel que disputa contra su hacedor no siendo más que una vasija de tierra o arcilla de Samos! Acaso dirá el barro al alfarero: ¿Qué haces?, ¿no ves que tu labor no tiene la perfección del arte?

10 Ay del que dice a su padre: ¿Por qué me engendraste?, y a su madre: ¿Por qué me concebiste? 11 No obstante, esto dice el Señor, el Santo de Israel a los hombres que él formó: Preguntadme sobre las cosas venideras, demandadme sobre mis hijos, y sobre las obras de mis manos. 12 Pues yo hice la tierra y creé en ella al hombre; mis manos extendieron los cielos, y di mis órdenes a toda su milicia o celestial muchedumbre. 13 Yo soy también el que levantaré un varón para ejercer mi justicia, y dirigiré todos sus pasos; él reedificará mi ciudad, y dará libertad a mis hijos cautivos, sin rescate ni dádivas, dice el Señor Dios de los ejércitos.

14 Esto dice asimismo el Señor: Las labores de Egipto, y el tráfico o comercio de Etiopía, y los sabeos, hombres agigantados, se pasarán a ti y serán tuyos; caminarán en pos de ti yendo con esposas en las manos, y te adorarán, y te presentarán súplicas; en ti solamente está Dios, fuera del cual no hay otro dios.

15 Verdaderamente eres tú un Dios escondido o invisible, Dios de Israel, Salvador nuestro. 16 Confusos y avergonzados quedaron todos los forjadores de los errores o ídolos; a una han sido cubiertos de oprobio. 17 Israel, ha sido salvado por el Señor con salvación eterna: No seréis confundidos, ni tendréis de qué avergonzaros nunca jamás. 18 Porque esto dice el Señor, creador de los cielos, el mismo Dios que formó y conserva la tierra; el que es su Hacedor, y que no en vano la creó, sino que la hizo para que fuera habitada: Yo el Señor y no hay otro que yo. 19 No he hablado en oculto en algún lugar tenebroso de la tierra; no dije al linaje de Jacob : Buscadme inútilmente. Yo el Señor que enseño la justicia y predico la rectitud. 20 Reuníos y venid, y acercaos todos vosotros que habéis salido salvos de entre las naciones; confesad que son unos necios los que levantan una estatua de madera que han tallado ellos mismos y dirigen sus plegarias a un dios que no los puede salvar. 21 Hablad con todos ellos, y venid, y consultad unos con otros: ¿Quién anunció desde el principio estas cosas? ¿Quién desde entonces las predijo ya? ¿Por ventura no soy yo el Señor? ¿Acaso hay otro dios que yo? Dios justo y que salve, no hay sino yo. 22 Convertíos pues, a mí, pueblos todos de la tierra, y seréis salvos; pues yo soy Dios, y no hay otro que lo sea.

23 He jurado por mí mismo; ha salido de mi boca una palabra justísima y no será revocada; 24 es a saber: Ante mí se doblará toda rodilla, y por mi Nombre jurará toda lengua.

25 Dirán, pues (atestiguándolo en el Señor, o con juramentos) que mía es la justicia y el imperio. Ante el Señor comparecerán y quedarán confundidos todos los que se le oponen. 26. Y entonces será justificada por el Señor, y glorificada o ensalzada toda la posteridad de Israel.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas