VENID acá, oh naciones, y escuchad; pueblos, estad atentos; oiga la tierra y toda su población; la tierra toda y cuanto en ella vive. 2 Porque la indignación del Señor va a descargar sobre todas las naciones, y su furor sobre todos sus ejércitos; los matará y hará en ellos una carnicería. 3 Arrojados serán al campo sus muertos, y exhalarán sus cadáveres un hedor insufrible; los montes quedarán profanados con su sangre. 4 Desfallecerá toda la milicia o astro del cielo; y los cielos se arrollarán como un pergamino; y como cae la hoja de la parra y de la higuera, así caerá toda su milicia, o todos sus astros. 5 Porque mi espada se ha embriagado de sangre en las criaturas del cielo; he aquí que va a descargar ahora sobre la Idumea, sobre el pueblo en cuya mortandad señalaré yo mi justicia. 6 Bañada está toda en sangre la espada del Señor, chorreando grasa y sangre de corderos y de macho cabrío, sangre de gordos carneros; porque las víctimas del Señor están en Bosra; hará él una gran mortandad en el país de los idumeos. 7 Y caerán con éstos a tierra los unicornios y los toros con los poderosos; la tierra se embriagará de la sangre de ellos, y de la grasa de los cuerpos sus campiñas. 8 Porque ha llegado el día de la venganza del Señor, el año o tiempo de hacer justicia a Sión.

9 Y se convertirán en pez encendida las aguas de sus torrentes, y en azufre el polvo de Idumea; y arderán sus campiñas como si fueran todas de pez. 10 Ni de día ni de noche cesará el incendio; estará eternamente saliendo una gran humareda; permanecerá asolada de generación en generación, y no transitará alma alguna por ella por los siglos de los siglos, 11 sino que se harán dueños de ella el onocrótalo y el erizo; el ibis o cigüeña y el cuervo establecerán allí su morada. Se tirará sobre ella la cuerda de medir para reducirla a nada y el nivel para arrasarla enteramente.

12 No se verán allí más los nobles de ella; implorarán con ahínco el socorro de un rey, y todos sus príncipes serán aniquilados. 13 En el solar de sus casas nacerán espinas y ortigas, y cardos en sus fortalezas; y vendrá a ser guarida de dragones y pastos de avestruces. 14 Y se encontrarán allí los demonios o seres malignos con los onocentauros, y gritarán unos contra otros los sátiros; allí se acostará la lamia y encontrará su reposo. 15 Allí tendrá su cueva el erizo o puerco espín y allí criará sus cachorrillos y cavando alrededor con el hocico los abrigará a la sombra de ella; allí se juntarán los milanos, y se unirán uno con otro.

16 Examinad atentamente el libro que ahora escribo de parte del Señor, y leed en él: Nada de lo que os anuncio dejará de suceder, ni una sola de estas cosas faltará; pues lo que sale de mi boca, el Señor me lo ha dictado, y su espíritu mismo ha reunido todo esto. 17 Y él es quien distruibuirá a las fieras su porción en Idumea, su mano les repartirá la tierra con medida; para siempre la poseerán, de generación en generación habitarán en ella.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas