NO tienes que regocijarte tanto, ¡oh Israel!, no te ocupes en danzas, como hacen los gentiles; porque tú has abandonado a tu Dios: has codiciado como recompensa de tu idolatría las eras llenas de trigo. 2 Pero ni la era, ni el lagar les darán con qué sustentarse; y la viña dejará burladas sus esperanzas. 3 No morarán en la tierra del Señor. Efraín se acogerá a Egipto, y comerá entre los asirios manjares impuros. 4 No ofrecerán libaciones de vino al Señor, ni le serán gratas sus ofrendas; sus sacrificios serán como los convites de los funerales, cualquiera que en ellos comiere, quedará contaminado. Guárdense para sí su inmundo pan; no entre en el templo del Señor hostia impura.

5 ¿Qué es lo que entonces haréis en el día de la solemnidad, en el día de la fiesta del Señor? 6 Yo los veo escapar ya del asolado país. Egipto los recogerá; el país de Memfis les dará sepultura. Sobre sus codiciadas riquezas crecerá la ortiga, y se verán nacer abrojos en sus habitaciones.

7 Vendrán los días de la visita del Señor, los días del castigo llegarán luego. Sepas, ¡oh Israel!, que tus profetas son unos fatuos, esos que se creen varones espirituales son unos insensatos; permitiéndolo Dios en pena de tus muchas iniquidades y de la suma necedad tuya. 8 El sacerdote, el centinela de Efraín para con mi Dios, el profeta se ha hecho un lazo tendido en todos los caminos para ruina del pueblo, es objeto de odio en el templo de su Dios. 9 Han pecado enormemente, como en los días aquellos pecaron los gabaonitas. Se acordará el Señor de la perversidad de ellos, y castigará sus maldades.

10 Como uvas en árido desierto, con tanto gusto tomé yo a Israel; como los primeros frutos de las altas ramas de la higuera, así miré a sus padres. Mas ellos se fueron al templo de Beelfegor, y se enajenaron de mí, para ignominia suya, haciéndose execrables como las cosas que amaron. 11 Desapareció la gloria de Efraín como un pájaro que ha tomado el vuelo; perecerán sus hijos apenas hayan nacido; desde el seno materno, o desde su misma concepción. 12 Y aun cuando llegaren a criar sus hijos, yo haré que queden sin ellos en este mundo. ¡Ay de ellos cuando yo llegue a abandonarlos enteramente!

13 Efraín, cual yo la vi, se parecía a la rica Tiro, situada en hermosísimo país; mas Efraín entregará sus propios hijos en manos del mortífero conquistador. 14 Dales, ¡oh Señor!..., pero, ¿y qué les darás? Dales vientres estériles y pechos sin leche. 15 El colmo de su maldad fue allá en Galgal; allí les tomé yo aversión; yo los echaré de mi casa por causa de sus perversas obras; nunca más los amaré; todos sus príncipes son unos apóstatas.

16 Efraín ha sido herido de muerte; seca está su raíz, no producirán ellos más fruto; y si tuvieren hijos, yo haré morir los más amados de sus entrañas. 17 Los desechará mi Dios, porque no lo han escuchado, y andarán prófugos entre las naciones.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas