ERA Israel una frondosa viña, que llevó los frutos correspondientes, cuanto más abundó en bienes, tanto mayor número tuvo de altares a los ídolos; y cuanto más fecunda fue su tierra, mayor número tuvo de vanos simulacros. 2 Está dividido su corazón, y perecerán luego. Les hará el Señor pedazos sus simulacros, y derrocará sus altares.

3 Porque ellos dirán luego: Nos hallaremos sin rey porque no tememos al Señor; y el rey ¿qué es lo que haría por nosotros? 4 Repetid ahora las palabras de la falsa visión de vuestros profetas, ajustad la alianza con el asirio; que a pesar de eso la venganza de Dios brotará como hierba nociva sobre los surcos de un campo sembrado.

5 Adoraron los habitantes de Samaria las vacas de Betaven; y aquel pueblo y sus sacerdotes, que celebraban ya fiesta en honor de aquel becerro, derraman lágrimas, porque queda desvanecida su gloria. 6 Pues el becerro fue transportado a Asiria, y sirvió de donativo o presente al rey que habían tomado por defensor, cubierto de ignominia quedará Efraín; Israel será afrentado por sus antojos. 7 Samaria con sus pecados ha hecho desaparecer su rey, como la ampollita de aire que se eleva sobre la superficie del agua. 8 Destruidos serán los lugares altos consagrados al ídolo, que es el pecado de Israel; espinas y abrojos crecerán sobre sus altares. Entonces los hijos de Israel dirán a los montes: Sepultadnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.

9 Desde el tiempo de los sucesos de Gabaa está Israel pecando con los ídolos; en el pecado han perseverado; sufrirán una guerra peor que aquella que se hizo a los facinerosos de Gabaa.

10 A medida de mi deseo los castigaré yo, las naciones se reunirán contra ellos, entonces serán castigados por su doble maldad. 11 Efraín, novilla avezada a trillar con gusto las mieses, yo pasaré sobre su lozana cerviz; subiré sobre Efraín y la dominaré. Judá echará mano al arado, Jacob abrirá los surcos.

12 Sembrad para vosotros semilla u obras de virtud, y segaréis abundancia de misericordia; romped vuestra tierra inculta, porque tiempo es de buscar al Señor, hasta tanto que venga el que os ha de enseñar la justicia o santidad.

13 Arasteis para sembrar impiedad; y habéis segado iniquidad, y comido un fruto mentiroso. Pusisteis vuestra confianza en vuestros planes y en la muchedumbre de vuestros valientes.

14 Se levantarán alborotos en vuestro pueblo, y serán destruidas todas vuestras fortalezas: como fue destruido Salmana en el día de la batalla por el ejército de Gedeón, que tomó venganza de Baal, habiendo quedado estrellada la madre junto a sus hijos.

15 He aquí lo que debéis a Betel; tal es el resultado de vuestras perversas maldades.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas