ESTO dice el Señor Dios: La puerta del atrio interior que mira el oriente estará cerrada los seis días que son de trabajo; mas el día del sábado se abrirá, y se abrirá también en el día de las calendas. 2 Y entrará el príncipe por el vestíbulo de la puerta de afuera y se parará en el umbral de la puerta y los sacerdotes ofrecerán por él holocausto y las hostias pacíficas; y hará su oración desde el umbral de la puerta, y se saldrá, la puerta no se cerrará hasta la tarde. 3 Y el pueblo hará su adoración delante del Señor a la entrada de aquella puerta, en los sábados y en las calendas. 4 Y éste es el holocausto que el príncipe ofrecerá al Señor: En el día del sábado seis corderos sin defecto, y un carnero sin defecto; 5 y la ofrenda de un efí de harina con el carnero, y lo que él quisiere con los corderos; y además un hin de aceite por cada efí. 6 En el día de las calendas ofrecerá un becerro de la vacada que no tenga defecto, y seis corderos, y seis carneros igualmente sin defecto; 7 y con cada becerro ofrecerá un efí de harina, y otro efí con cada uno de los carneros; mas con los corderos dará la cantidad que quisiere; y además un hin de aceite por cada efí. 8 Cada vez que deba entrar el príncipe, entre por la parte del vestíbulo de la puerta oriental, y salga por el mismo camino. 9 Y cuando entre el pueblo de la tierra a la presencia del Señor en las solemnidades, aquel que entrare por la puerta septentrional para adorar, salga por la puerta del mediodía; y aquel que entrare por la puerta del mediodía, salga por la puerta septentrional. Nadie saldrá por la puerta que ha entrado, sino por la que está en frente de ella. 10 Y el príncipe en medio de ellos entrará y saldrá por su puerta, como los demás que entran y salen. 11 Y en las ferias o fiestas y solemnidades ofrecerá un efi de harina con cada carnero, y con los corderos lo que se quisiere; y además un hin de aceite con cada efí. 12 Y cuando el príncipe ofreciere al Señor un holocausto voluntario, o un voluntario sacrificio pacífico, le abrirán la puerta oriental, y ofrecerá su holocausto y sus hostias pacíficas, como suele practicarse en el día de sábado; y se irá; y luego que haya salido se cerrará la puerta. 13 Ofrecerá él también todos los días en holocausto al Señor un cordero primal, sin defecto, lo ofrecerá siempre por la mañana. 14 Y con él ofrecerá también cada mañana la sexta parte de un efí de harina, y la tercera parte de un hin de aceite, para mezclarse con la harina, sacrificio del Señor según la ley, perpetuo y diario. 15 Ofrecerá el cordero y el sacrificio de la harina y el aceite cada mañana; holocausto sempiterno.

16 Esto dice el Señor Dios: Si el príncipe hiciere alguna donación a uno de sus hijos, pasará ella en herencia a los hijos de éste, los cuales la poseerán por derecho hereditario. 17 Pero si él de su herencia hiciere un legado a alguno de sus criados, éste lo poseerá hasta el año del jubileo; y entonces la cosa legada volverá al príncipe; quedarán, pues, para sus hijos las heredades suyas. 18 No tomará el príncipe por la fuerza cosa alguna de la heredad del pueblo, y de cuanto éste posea; sino de sus propios bienes dará una herencia a sus hijos, para que ninguno de mi pueblo sea despojado de sus posesiones.

19 Después el ángel por una entrada que estaba junto a la puerta, me introdujo en las cámaras del santuario pertenecientes a los sacerdotes, las cuales estaban al norte; y había allí un lugar que caía hacia el poniente. 20 Y me dijo el ángel: Este es el lugar donde los sacerdotes cocerán las víctimas ofrecidas por el pecado y por el delito; donde cocerán aquello que se sacrifica, a fin de que no se saque al atrio exterior, y no quede el pueblo consagrado. 21 Y me sacó fuera del atrio exterior, y me llevó alrededor por los cuatro lados del patio; y vi que en el ángulo del patio había un zaguanete en cada ángulo del patio. 22 Estos zaguanetes así dispuestos en los cuatro ángulos, tenían de largo cuarenta codos y treinta codos de ancho, los cuatro tenían una misma medida. 23 Y había una pared que rodeaba los cuatro zaguanetes, y debajo de los pórticos estaban construidas alrededor la cocinas. 24 Y me dijo el ángel: Este es el edificio de las cocinas, en el cual los sirvientes de la casa del Señor cocerán las víctimas de que ha de comer el pueblo.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Atlas