ESTA visión era una semejanza de la gloria de Dios. Yo la tuve, y me postré atónito sobre mi rostro, y oí la voz de un personaje que hablaba; y me dijo a mí: Hijo de hombre, ponte en pie y hablaré contigo. 2 Y después que él hubo hablado, entró en mí el espíritu, y me puso sobre mis pies; y escuché al personaje que me hablaba, 3 y decía: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a esos gentiles y apóstatas que se han apartado de mí; ellos y sus padres han violado hasta el día de hoy el pacto que tenían conmigo. 4 Son hijos de rostro duro y de corazón indomable ésos a quienes yo te envío. Y les dirás: Esto dice el Señor Dios, 5 por si acaso ellos escuchan, y por si cesan de pecar; porque es ésa una familia contumaz. Y al menos sabrán que tienen un profeta en medio de ellos. 6 Tú, pues, hijo de hombre, no los temas, ni te amedrenten sus palabras, pues tú tienes que habértelas con incrédulos y pervertidores, y habitas con escorpiones; no temas sus palabras, ni te amedrenten sus rostros; pues ella es una familia rebelde. 7 Tú, pues, les repetirás mis palabras, por si acaso escuchan, y cesan de pecar, porque es gente a propósito para irritar.

8 Tú, ¡oh hijo de hombre!, escucha todo aquello que te digo; y no seas rebelde, como lo es esta familia: Abre tu boca, y come todo lo que te doy. 9 Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, la cual tenía un volumen o libro enrollado,

10 y lo abrió delante de mí, y estaba escrito por dentro y por fuera; y lamentaciones, y canciones lúgubres, y ayes o maldiciones, era lo que se hallaba escrito en él.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas