POR tanto, hermanos míos carísimos y amabilísimos, que sois mi gozo y mi corona, perseverad así firmes en el Señor, queridos míos. 2 Yo ruego a Evodia, y suplico a Sintique, que tengan unos mismos sentimientos en el Señor. 3 También te pido a ti, ¡oh fiel compañero!, que asistas a ésas que conmigo han trabajado por el Evangelio con Clemente y los demás coadjutores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. 4 Vivid siempre alegres en el Señor; vivid alegres, repito. 5 Sea vuestra modestia patente a todos los hombres, el Señor está cerca. 6 No os inquietéis por la solicitud de cosa alguna; mas en todo presentad a Dios vuestras peticiones por medio de la oración y de las plegarias, acompañadas de acción de gracias.

7 Y la paz de Dios, que sobrepuja a todo entendimiento, sea la guardia de vuestros corazones y de vuestros sentimientos en Jesucristo. 8 Por lo demás, hermanos míos, todo lo que es conforme a la verdad, todo lo que respira pureza, todo lo justo, todo lo que es santo, o santifica, todo lo que os haga amables, todo lo que sirve al buen nombre, toda virtud, toda disciplina loable, esto sea vuestro estudio. 9 Lo que habéis aprendido, y recibido, y oído, y visto en mí, esto habéis de practicar; y el Dios de la paz será con vosotros.

10 Yo por mí me alegré sobremanera en el Señor, de que al fin ha reflorecido aquel afecto que me tenéis, siempre lo habéis tenido en vuestro corazón, mas no hallabais coyuntura para manifestarlo. 11 No lo digo por razón de mi indigencia, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. 12 Sé vivir en pobreza, y sé vivir en abundancia; (todo lo he probado y estoy ya hecho a todo) a tener hartura, y a sufrir hambre; a tener abundancia, y a padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en aquel que me conforta, esto es, en Cristo . 14 Sin embargo, habéis hecho una obra buena en concurrir al alivio de mi tribulación. 15 Por lo demás, bien sabéis vosotros, ¡oh filipenses!, que después de haber comenzado a predicaros el Evangelio, habiendo en seguida salido de la Macedonia, ninguna otra Iglesia, sino solamente la vuestra, me asistió con sus bienes; 16 pues una y dos veces me remitisteis a Tesalónica con qué atender a mis necesidades. 17 No es que desee yo vuestras dádivas, sino lo que deseo es el provecho considerable que resultará de ello a cuenta vuestra delante de Dios. 18 Ahora lo tengo todo, y estoy sobrado; colmado estoy de bienes, después de haber recibido por Epafrodito lo que me habéis enviado, y que he recibido como una oblación de olor suavísimo, como una hostia grata y agradable de Dios.

19 Cumpla, pues, mi Dios todos vuestros deseos, según sus riquezas, con la gloria que os dé en Jesucristo. 20 Al Dios y padre nuestro sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 21 Saludad a todos los santos, o fieles, en Cristo Jesús . 22 Los hermanos que conmigo están, os saludan. Os saludan todos los santos, y principalmente los que son de la casa, o palacio, de César. 23 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas