POR tanto, si hay para mí alguna consolación en Cristo de parte de vosotros, si algún refrigerio de parte de vuestra caridad, si alguna unión entre nosotros por la participación de un mismo espíritu, si hay entrañas de compasión hacia este preso, 2 haced cumplido mi gozo, sintiendo todos una misma cosa, teniendo una misma caridad, un mismo espíritu, unos mismos sentimientos, 3 no haciendo nada por tema, ni por vanagloria, sino que cada uno por humildad mire como superiores a los otros,

4 atendiendo cada cual no solamente al bien de sí mismo, sino a lo que redunda en bien del prójimo. 5 Porque habéis de tener en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en el suyo, 6 el cual teniendo la naturaleza de Dios, no fue por usurpación, sino por esencia el ser igual a Dios; 7 y no obstante se anonadó a sí mismo tomando la forma o naturaleza de siervo, hecho semejante a los demás hombres, y reducido a la condición de hombre.

8 Se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz;

9 por lo cual también Dios le ensalzó sobre todas las cosas, y le dio nombre superior a todo nombre, 10 a fin de que al nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el infierno,

11 y toda lengua confiese que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios Padre.

12 Por lo cual, carísimos míos, (puesto que siempre habéis sido obedientes a mi doctrina, sedlo ahora) trabajad con temor y temblor en la obra de vuestra salvación, no sólo como en mi presencia, sino mucho más ahora en ausencia mía. 13 Pues Dios es el que obra o produce en vosotros por un puro efecto de su buena voluntad, no sólo querer, sino ejecutar. 14 Haced, pues, todas las cosas sin murmuraciones ni perplejidades;

15 para que seáis irreprensibles y sencillos como hijos de Dios, sin tacha en medio de una nación depravada y perversa, en donde resplandecéis como lumbrera del mundo, 16 conservando la palabra de vida que os he predicado, para que yo me gloríe en el día de Cristo , de que no he corrido en balde, ni en balde he trabajado. 17 Pues aun cuando yo haya de derramar mi sangre a manera de libación sobre el sacrificio, y víctima de vuestra fe, me gozo, y me congratulo con todos vosotros. 18 Y de eso mismo habéis vosotros de holgaros y darme a mí el parabien.

19 Yo espero en el Señor Jesús enviaros muy presto a Timoteo, para consolarme yo también y alentarme con saber de vuestras cosas.

20 Porque no tengo ninguna persona tan unida de corazón y espíritu conmigo como él, ni que se interese por vosotros con afecto más sincero; 21 visto que casi todos buscan sus propios intereses, no los de Jesucristo.

22 Pues ya sabéis vosotros la experiencia que tengo de él, habiéndome servido en la predicación del Evangelio como un hijo al lado de su padre. 23 Así que espero enviárosle, luego que yo vea arregladas mis cosas. 24 Confío asimismo en el Señor, que aun yo en persona he de ir dentro de muy poco tiempo a veros. 25 Mientras me ha parecido necesario el enviaros ya a Epafrodito, mi hermano, y coadjutor en el ministerio, y compañero en los combates, apóstol o enviado vuestro, y que me ha asistido en mis necesidades. 26 Porque a la verdad él tenía gran ansia de veros a todos; y estaba angustiado, porque vosotros habíais sabido su enfermedad. 27 Y cierto que ha estado enfermo a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no sólo de él sino también de mí, para que yo no padeciese tristeza sobre tristeza. 28 Por eso le he despachado más pronto, a fin de que con su visita os gocéis de nuevo, y así yo esté sin pena. 29 Recibidle, pues, con toda alegría en el Señor, y con el honor debido a semejantes personas, 30 en atención a que por el servicio de Jesu-cristo ha estado a las puertas de la muerte, exponiendo su vida a trueque de suplir lo que vosotros desde ahí no podíais hacer en obsequio mío.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
Comentario
Referencia
Ilustración
Atlas