ENTONCES dijo Balaam a Balac: Levántame aquí siete altares o aras, y prepara otros tantos becerros, e igual número de carneros. 2 Después de haberlo hecho conforme había pedido Balaam , pusieron un becerro y un carnero sobre cada altar. 3 Dijo entonces Balaam a Balac: Aguárdate un poco junto a tu holocausto, mientras yo voy a ver si quizá el Señor viene a mi encuentro, en cuyo caso te diré todo lo que me mandare. 4 Partido a toda prisa, le salió Dios al encuentro, y hablando con él Balaam : Siete altares, dijo, he erigido, y he puesto encima de cada uno un becerro y un carnero. 5 Mas el Señor le sugirió lo que había de responder a Balac. 6 Habiendo vuelto, halló a Balac que estaba aguardando junto a su holocausto, con todos los príncipes de los moabitas.

7 Y usando de su estilo profético, dijo: De Aram, de los montes del Oriente me ha traído Balac rey de los moabitas: Ven, dijo, y maldice a Jacob ; Date prisa y echa imprecaciones contra Israel. 8 ¿Cómo he de maldecir yo a quien Dios no maldijo? ¿Cómo quieres que yo deteste a quien no detesta el Señor? 9 De lo alto de los riscos me pondré a mirarle, y desde las colinas le contemplaré. Pueblo que habitará separado, y no se contará en el número de las demás naciones. 10 ¿Quién podrá contar los granitos de polvo o la descendencia de Jacob , ni averiguar el número de los hijos de Israel? Ojalá pueda yo lograr el morir como los justos, y que sea mi fin semejante al suyo.

11 Al oír esto Balac dijo a Balaam : ¿Qué es lo que haces? Te he llamado para que maldijeras a mis enemigos, y tú al contrario les echas bendiciones. 12 Pero él respondió: Pues que, ¿puedo hablar yo otra cosa sino lo que me ha ordenado el Señor? 13 Dijo, pues, Balac: Ven conmigo a otro lugar de donde veas una parte de Israel, y no puedas ver todo el campamento; desde allí le maldecirás. 14 Y habiéndole conducido a un sitio elevado sobre la cumbre del monte Fasga, erigió Balaam siete altares, y habiendo puesto sobre cada uno un becerro y un carnero, 15 dijo a Balac: Estáte aquí junto a tu holocausto, mientras yo voy allá al encuentro del Señor. 16 Y habiendo salido el Señor al encuentro de Balaam , y sugerídole lo que había de responder, le dijo: Vuelve a Balac, y le dirás todo eso. 17 Vuelto que hubo, le halló junto a su holocausto con los príncipes de los moabitas. Le preguntó Balac: ¿Qué es lo que ha dicho el Señor?

18 A lo que tomando él su tono profético, dijo: Prepárate, ¡oh! Balac, y escucha: Atiende, hijo de Sefor; 19 no es Dios como el hombre para que mienta, ni como hijo de hombre para estar sujeto a mudanza. ¿Cuándo él, pues, ha dicho una cosa, no lo hará? ¿Habiendo hablado, no cumplirá su palabra? 20 He sido traído acá para bendecir; yo no puedo menos de bendecir a ese pueblo. 21 No hay ídolo en la estirpe de Jacob , ni se ve simulacro en Israel. El Señor su Dios está con él, y en él resuena ya el sonido de las trompetas en señal de la victoria de su rey. 22 Lo sacó Dios de Egipto; y es semejante a la del rinoceronte su fortaleza.

23 No hay en Jacob agüeros, ni hay adivinos en Israel. A su tiempo se dirá a Jacob y a Israel lo que habrá hecho Dios en medio de ellos. 24 He aquí un pueblo que asaltará como leona, y como león se erguirá: no se acostará hasta que trague la presa y beba la sangre de los que habrá degollado.

25 Dijo entonces Balac a Balaam : Ya que no le maldices, tampoco le bendigas. 26 Pues que, respondió Balaam , ¿no te dije que yo habría de hacer todo cuanto el Señor me mandase? 27 Le dijo entonces Balac: Ven y te llevaré a otro sitio; por si place a Dios que desde allí los maldigas. 28 Y habiéndole llevado sobre la cima del monte Foyor, que mira al desierto, 29 le dijo Balaam : Levántame aquí siete altares, y prepara otros tantos becerros y el mismo número de carneros. 30 Hizo Balac lo que Balaam había dicho, y puso un becerro y un carnero sobre cada ara.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas