REGOCÍJATE, pues, ¡oh estéril!, tú que no pares; canta himnos de alabanza y de júbilo tú que no eres fecunda, porque ya son muchos más los hijos de la que había sido desechada, que los de aquella que tenía marido, dice el Señor.

2 Toma un sitio más espacioso para tus tiendas, y extiende cuanto puedas las pieles o cubiertas de tus pabellones, alarga tus cuerdas, y afianza más tus estacas. 3 Porque tú te extenderás a la derecha y a la izquierda; y tu prole señoreará las naciones, poblará las ciudades ahora desiertas. 4 No temas, no quedarás confundida, ni sonrojada, ni tendrás de qué avergonzarte; porque ni memoria conservarás de la confusión de tu mocedad, ni te acordarás más del oprobio de tu viudez. 5 Pues será tu dueño y esposo aquel Señor que te ha creado, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos; y tu redentor, el Santo de Israel, será llamado el Dios de toda la tierra.

6 Porque el Señor te ha llamado a sí cuando eras como una mujer desechada, y angustiada de espíritu, como una mujer que ha sido repudiada desde su tierna edad, dice tu Dios. 7 En efecto, por un momento, por poco tiempo te desamparé, dice el Señor; mas ahora yo te reuniré a mí, usando de gran misericordia. 8 En el momento de mi indignación aparté de ti mi rostro por un poco; pero en seguida me he compadecido de ti con eterna misericordia, dice el Señor que te ha redimido. 9 Hago lo que en los días de Noé , a quien juré que no derramaría más sobre la tierra las aguas del diluvio, así yo juro no enojarme contigo ni vituperarte más.

10 Aun cuando los montes sean conmovidos, y se estremezcan los collados, mi misericordia no se apartará de ti, y será firme la alianza de paz que he hecho contigo, dice el Señor, compadecido de ti.

11 Pobrecilla, combatida tanto tiempo de la tempestad, privada de todo consuelo. Mira, yo mismo colocaré por orden las piedras, y te edificaré sobre zafiros, 12 y haré de jaspe tus baluartes, y de piedras de relieve tus puertas, y de piedras preciosas todos tus recintos. 13 Tus hijos todos serán adoctrinados por el mismo Señor, y gozarán abundancia de paz, o completa prosperidad.

14 Y tendrás por cimientos la justicia; estarás segura de la opresión, y no tendrás que temerla; y del espanto, el cual no tendrá lugar en ti. 15 He aquí que vendrá el forastero que no estaba conmigo; se unirá contigo aquel que en otro tiempo era para ti extranjero. 16 Sábete que yo he creado el herrero que soplando con los fuelles enciende los carbones para formar un instrumento para la obra suya, y yo creé también al matador que lo emplea después para matar a los hombres. 17 Ningún instrumento preparado contra ti te hará daño; y tú condenarás toda lengua que se presente en juicio contra ti. Esta es la herencia de los siervos del Señor, y ésta es la justicia que deben esperar de mí, dice el Señor.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas