AHORA tú, oh hijo de hombre, profetiza contra Gog, y dirás: Esto dice el Señor Dios: Heme aquí contra ti, ¡oh Gog, príncipe y cabeza de Mosoc y de Tubal!

2 Yo te llevaré por dondequiera, y te sacaré fuera, y te haré venir de la parte del norte, y te conduciré sobre los montes de Israel. 3 Y destrozaré el arco que tienes en la mano izquierda, y haré caer de tu derecha las saetas. 4 Sobre los montes de Israel caerás muerto tú y todas tus huestes, y los pueblos que van contigo; a las fieras, a las aves y a todos los volátiles y bestias de la tierra te entregaré para que te devoren. 5 Tú perecerás en medio del campo, porque yo lo he decretado, dice el Señor Dios. 6 Y despediré fuego sobre la tierra de Magog y sobre los habitantes de las islas o países sujetos a Gog, los cuales viven sin temor alguno, y conocerán que yo soy el Señor. 7 Y haré que mi santo Nombre sea conocido en medio del pueblo mío de Israel, y no permitiré que sea en adelante mi santo Nombre profanado; y conocerán las gentes que yo soy el Señor, el Santo de Israel.

8 He aquí que llega el tiempo, y la cosa es hecha, dice el Señor Dios, éste es el día aquél de que yo hablé. 9 Y saldrán los moradores de las ciudades de Israel, y recogerán para el fuego y quemarán las armas, los escudos, las lanzas, los arcos, las saetas, los bastones o garrotes y las picas, y serán leña para el fuego por siete, por muchos, años. 10 De suerte que no traerán leña de los campos, ni la irán a cortar en los bosques, porque harán lumbre con las armas; y disfrutarán de los despojos de aquellos que los habían a ellos saqueado, y cogerán el botín de los mismos que los habían robado a ellos, dice el Señor Dios. 11 En aquel día yo señalaré a Gog para sepultura suya un lugar famoso en Israel, el valle que está hacia el oriente del mar de Genezaret, valle que causará espanto a los caminantes; allí enterrarán a Gog y a toda su muchedumbre, y le quedará el nombre de Valle de la muchedumbre o de los ejércitos de Gog. 12 Y la familia de Israel los estará enterrando durante siete meses o muchos días, a fin de purificar la tierra. 13 Y concurrirá a enterrarlos todo el pueblo del país; para el cual será célebre aquel día en que he sido yo glorificado, dice el Señor Dios. 14 Y destinarán hombres que recorran continuamente el país para enterrar, yendo en busca de los cadáveres que quedaron insepultos sobre la tierra, a fin de purificarla, y comenzarán a hacer estas pesquisas después de los siete meses. 15 Y girarán y recorrerán el país; y al ver un hueso humano pondrán una señal cerca de él, hasta tanto que los sepultureros lo entierren en el Valle de la muchedumbre de Gog. 16 La ciudad vecina tendrá por nombre Amona, y dejarán purificada la tierra.

17 A ti, pues, hijo de hombre, esto dice el Señor Dios: Diles a todos los volátiles, y a todas las aves, y a todas las bestias del campo: Reuníos, daos prisa y venid de todas partes a la víctima mía, víctima grande, que os presento sobre los montes de Israel, para que comáis sus carnes, y bebáis su sangre. 18 Comeréis las carnes de los valientes, y beberéis la sangre de los príncipes de la tierra, sangre de carneros, y de corderos, y de machos cabríos, y de toros, y de animales cebados, y de toda res gorda; 19 y comeréis hasta saciaros de la grasa de la víctima que yo inmolaré para vosotros, y beberéis de su sangre hasta embriagaros, 20 y en la mesa, que os pondré, os saciaréis de caballos, y de fuertes caballeros, y de todos los hombres guerreros, dice el Señor Dios.

21 Y haré ostensión de mi gloria en medio de las naciones, y todas las gentes verán la venganza que haya tomado, y cómo he descargado sobre ellos mi mano. 22 Y desde aquel día en adelante conocerá la casa de Israel que yo soy el Señor Dios suyo. 23 Y las naciones entenderán que los de la casa de Israel en castigo de sus maldades fueron llevados cautivos, porque me abandonaron, y yo aparté de ellos mi rostro, y los entregué en poder de los enemigos, con lo cual perecieron todos al filo de la espada. 24 Yo los traté según merecía su inmundicia y sus maldades, y aparté de ellos mi rostro. 25 Por tanto, esto dice el Señor Dios: Yo ahora volveré a traer los cautivos de Jacob , y me apiadaré de toda la familia de Israel, y me mostraré celoso de la honra de mi santo Nombre. 26 Y ellos se penetrarán en una santa confusión, y sentirán todas las prevaricaciones que cometieron contra mí, cuando habiten tranquilamente en su tierra, sin temer a nadie;

27 y cuando los haya yo sacado de en medio de los pueblos, y los haya reunido de las tierras de sus enemigos, y haya ostentado en ellos mi santidad delante de los ojos de muchísimas gentes. 28 Y conocerán que yo soy el Señor Dios suyo, pues los transporté a las naciones, y los volví a su país, sin dejar allí ni uno de ellos.

29 Ya no les ocultaré más mi rostro, porque he derramado el espíritu mío sobre toda la casa de Israel, dice el Señor Dios.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas